Noticias

Últimas Noticias

    Política

    Judicial

      Economía

      Mundo

      Bogotá

        Entretenimiento

        Deportes

        Colombia

        El Magazín Cultural

        Salud

          Ambiente

          Investigación

            Educación

              Ciencia

                Género y Diversidad

                Tecnología

                Actualidad

                  Reportajes

                    Historias visuales

                      Colecciones

                        Podcast

                          Opinión

                          Opinión

                            Editorial

                              Columnistas

                                Caricaturistas

                                  Lectores

                                  Blogs

                                    Suscriptores

                                    Recomendado

                                      Contenido exclusivo

                                        Tus artículos guardados

                                          Somos El Espectador

                                            Estilo de vida

                                            La Red Zoocial

                                            Gastronomía y Recetas

                                              La Huerta

                                                Moda e Industria

                                                  Tarot de Mavé

                                                    Autos

                                                      Juegos

                                                        Pasatiempos

                                                          Horóscopo

                                                            Música

                                                              Turismo

                                                                Marcas EE

                                                                Colombia + 20

                                                                BIBO

                                                                  Responsabilidad Social

                                                                  Justicia Inclusiva

                                                                    Desaparecidos

                                                                      EE Play

                                                                      EE play

                                                                        En Vivo

                                                                          La Pulla

                                                                            Documentales

                                                                              Opinión

                                                                                Las igualadas

                                                                                  Redacción al Desnudo

                                                                                    Colombia +20

                                                                                      Destacados

                                                                                        BIBO

                                                                                          La Red Zoocial

                                                                                            ZonaZ

                                                                                              Centro de Ayuda

                                                                                                Newsletters
                                                                                                Servicios

                                                                                                Servicios

                                                                                                  Empleos

                                                                                                    Descuentos

                                                                                                      Idiomas

                                                                                                      Cursos y programas

                                                                                                        Más

                                                                                                        Cromos

                                                                                                          Vea

                                                                                                            Blogs

                                                                                                              Especiales

                                                                                                                Descarga la App

                                                                                                                  Edición Impresa

                                                                                                                    Suscripción

                                                                                                                      Eventos

                                                                                                                        Pauta con nosotros

                                                                                                                          Avisos judiciales

                                                                                                                            Preguntas Frecuentes

                                                                                                                              Contenido Patrocinado
                                                                                                                              10 de julio de 2020 - 08:25 p. m.

                                                                                                                              Roberto Bolaño, como un perro apaleado

                                                                                                                              Roberto Bolaño es uno de los autores latinoamericanos más importantes del siglo XX. Luvina, la esquina cultural, ofrecerá un curso virtual, el 23 y 30 de julio; y el 6 y 13 de agosto, en el que se dará una mirada crítica a la poesía y narrativa del escritor, así como a su uso del humor como estrategia para releer América Latina.

                                                                                                                              Fernando Araújo Vélez

                                                                                                                              Editor de Cultura
                                                                                                                              El escritor chileno Roberto Bolaño, autor de "Los detectives salvajes", entre otras obras".

                                                                                                                              Alguna vez, a finales de los 90, tildó a los escritores chilenos de su generación de pequeños “Donositos”, en referencia a José Donoso. Y cuando lo interrogaron sobre Isabel Allende, la llamó “escribidora”. Allende le respondió a través de El País de España que no le había dolido mayormente, “porque él hablaba mal de todo el mundo. Es una persona que nunca dijo nada bueno de nadie. El hecho de que esté muerto no lo hace, a mi juicio, mejor persona. Era un señor bien desagradable”.

                                                                                                                              Le sugerimos leer El poder de “Mi historia”

                                                                                                                              Jorge Herralde, su editor, comentaría: “Pero Bolaño la ataca como escritora mientras que Allende ataca a la persona, faltando objetivamente a la verdad”. Él mismo, Bolaño, se sentía como un perro romántico, un perro rabioso, un perro apaleado que nunca renunció a su deseo de quemar el mundo, aunque a los ojos de alguno, como el poeta Nicanor Parra, fuera “un príncipe dulcísimo”. Esas fueron las últimas palabras de Parra hacia Roberto Bolaño el día de su muerte, hace ya 15 años. La vida los había juntado porque era imprescindible que el poeta mayor de la irreverencia en Chile y el narrador de los marginados se conocieran y fueran más que amigos.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              Las veces que se vieron conversaron, más que nada, sobre poesía, pues la poesía fue desde siempre el tema predilecto de los chilenos, más allá de Gabriela Mistral, Neruda, Huidobro o el mismo Parra. Bolaño le habrá contado que vivió hasta los 15 años en Los Ángeles, un pueblito al sur de Chile. Que en el 68 se lo llevaron a México D.F. porque a sus padres los habían trasladado, y que allá, desconcertado, deprimido, como perro apaleado, decidió que nunca en su vida volvería a pisar un salón de clases. Leyó por su cuenta y se transformó, según el escritor Gonzalo Contreras, en el “mejor y más informado crítico de la literatura actual”.

                                                                                                                              Para su agente literaria, Jovanna Skarmeta, “era un ser extremadamente culto, que bien podía hablar de cine, de libros o de viajes con un conocimiento casi absoluto”. Con su fuerza, fue arrastrando a algunos jóvenes iconoclastas hacia el borde de la autoextinción. Se proclamaron como “infrarrealistas” y pasaron a la inmortalidad en algunas de las escenas de Los detectives salvajes, para algunos, como Elvio Gandolfo, “una novela tan importante para su generación como Rayuela”. Para otros, como Ignacio Echeverría, era “el tipo de novela que Borges hubiera aceptado escribir”.

                                                                                                                              Si quiere leer más de Cultura, le sugerimos: A la zaga del convento

                                                                                                                              Fue durante sus tiempos como infrarrealista que publicó su primer libro, un ejemplar de poemas de 20 páginas titulado Reinventar el amor, del cual imprimió por su cuenta 225 ejemplares, con un grabado en la portada de la artista Catalina O’Hara, quien lo describiría muchos años más tarde como un hombre que “tenía el don de volver cualquier situación dramática y, por ende, fascinante. Todo suscitaba una reacción de su parte. Vivía con una intensidad insólita que era contagiosa y quizás, en sobredosis, agotadora”.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              Luego, en el 79, editó un volumen colectivo, Muchachos desnudos bajo el arcoiris de fuego, un libro que debía leerse “de frente y de perfil, que los lectores parezcan platillos voladores”. Entonces se largó a España a coleccionar premios menores de literatura, y allí, en 1990, vio nacer a su hijo Lautaro. “Bolaño siempre estaba pendiente de él, y lo llamaba Lautarito. Era el más grande de todos sus amores”, recordaría tres años después de su muerte Jovanna Skarmeta. Por Lautaro, dijo, pasó de la poesía a la narrativa.

                                                                                                                              Con diversos relatos cortos y poemas empezó a presentarse en cuanto concurso literario hubiera en provincia, guiado por un experto en ese arte de coleccionar “premios búfalo”, el argentino Antonio di Benedetto. Todas aquellas peripecias las narró en un cuento que llevaba por título Sensini. Salió de la clandestinidad con La literatura nazi en América, editada por Seix Barral. Aunque los críticos hablaron bien de su obra, las ventas fueron reducidas. En pocos meses, el libro salió de los estantes. Como recordaba Jorge Herralde, “Bolaño también había enviado simultáneamente el manuscrito de la novela como mínimo a Alfaguara, Destino y Plaza & Janés, que la rechazaron.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Le sugerimos leer Pajareros ayudándose en tiempos de pandemia

                                                                                                                              También la había enviado en julio de 1995 a Anagrama para concursar en el premio de novela que no se fallaba hasta el primer lunes de noviembre. La novela fue preseleccionada, luego la leí yo mismo y me gustó mucho, pero recibimos una carta de Bolaño, que vivía en la calle del Loro 17, 3o. sin teléfono (y luego supimos que no lo tenía, no podía permitirse ese lujo), diciendo que retiraba su novela del premio ya que la había contratado en otra editorial”.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Después de mucho buscarlo, Herralde se comunicó con él y le pidió algunos textos. Bolaño le pasó Estrella distante, que saldría a los pocos meses bajo el sello de Anagrama. El 25 de noviembre de 1996, el chileno ofreció su primera rueda de prensa. Tuvo que pedir prestado para el taxi que lo llevó, y se veía demacrado, pues los rechazos editoriales continuaban. Algún día confesaría, mitad sarcasmo mitad verdad, “cada vez que leo que alguien habla mal de mí, me pongo a llorar, me arrastro por el suelo, me araño, dejo de escribir por tiempo indefinido, el apetito baja, fumo menos…, ¿por qué yo, por qué yo, que ningún mal les he hecho?”.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Con la idea de sus Detectives Salvajes se postuló para una beca del Guggenheim, pero fue rechazado. Igual, la sacó en el 98 y con ella obtuvo el Premio Herralde y el Rómulo Gallegos. Ya nadie dudaba de Bolaño, aunque hubiera quienes lo detestaban. Con un eterno cigarrillo entre sus dedos, arrasaba, hería, pues nunca logró entender por qué en Chile lo habían ignorado tantas veces y por qué el mundo literario se dejaba llevar por apellidos y clases sociales. Defendió a los indefendibles, como a Pedro Lemebel, y atacó a las “vacas sagradas”.

                                                                                                                              Le sugerimos leer Ann Radcliffe, pionera de la novela gótica de terror

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              En sus ratos libres, que eran casi todos, escribía 2666, un texto de mil páginas que pensaba dividir en cinco. Su hígado iba cada día peor y los doctores no hacían más que presionarlo para que se hiciera un trasplante. Bolaño les respondía que sí, como a su mujer, Carolina López, y se le aguaban los ojos al pensar en Lautaro. En alguna ocasión, para darse fuerza, habrá citado a Nietzsche al borde de los gritos: “Yo ya no aspiro a mi felicidad, aspiro a mi obra”. En julio de 2003 llenó los formularios para ser el beneficiario de una donación, pero el tiempo pasó. Los días se fueron, y con ellos, su vida.

                                                                                                                              Sus sentencias

                                                                                                                              De García Márquez: “Un hombre encantado de haber conocido a tantos presidentes y arzobispos”.

                                                                                                                              Sus libros: El Quijote, de Cervantes. Moby Dick, de Melville. Las obras completas de Borges. Rayuela, de Cortázar. La conjura de los necios, de Kennedy O’Toole.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Del fútbol: “Mi experiencia como jugador de fútbol nunca fue del todo comprendida ni por los espectadores ni por mis compañeros de equipo. A mí siempre me pareció más interesante marcar un autogol que un gol. Un gol, salvo si uno se llama Pelé, es algo eminentemente vulgar y muy descortés con el arquero contrario, a quien no conoces y que no te ha hecho nada, mientras que un autogol es un gesto de independencia”.

                                                                                                                              Le sugerimos leer Bibiana Ricciardi: “La vida es el movimiento y la acción del presente”

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Del boom: “No me siento heredero del boom de ninguna manera. Aunque me estuviera muriendo de hambre no aceptaría ni la más mínima limosna del boom, aunque hay escritores que releo a menudo, como Cortázar o Bioy. La herencia del boom da miedo. Por ejemplo, ¿quiénes son los herederos oficiales de García Márquez?, pues Isabel Allende, Laura Restrepo, Luis Sepúlveda y algún otro. A mí, García Márquez cada día me resulta más semejante a Santos Chocano o a Lugones”.

                                                                                                                              * Publicamos este texto, original del año 2018, para darle contexto a las charlas sobre el escritor chileno en Luvina.

                                                                                                                              El escritor chileno Roberto Bolaño, autor de "Los detectives salvajes", entre otras obras".

                                                                                                                              Alguna vez, a finales de los 90, tildó a los escritores chilenos de su generación de pequeños “Donositos”, en referencia a José Donoso. Y cuando lo interrogaron sobre Isabel Allende, la llamó “escribidora”. Allende le respondió a través de El País de España que no le había dolido mayormente, “porque él hablaba mal de todo el mundo. Es una persona que nunca dijo nada bueno de nadie. El hecho de que esté muerto no lo hace, a mi juicio, mejor persona. Era un señor bien desagradable”.

                                                                                                                              Le sugerimos leer El poder de “Mi historia”

                                                                                                                              Jorge Herralde, su editor, comentaría: “Pero Bolaño la ataca como escritora mientras que Allende ataca a la persona, faltando objetivamente a la verdad”. Él mismo, Bolaño, se sentía como un perro romántico, un perro rabioso, un perro apaleado que nunca renunció a su deseo de quemar el mundo, aunque a los ojos de alguno, como el poeta Nicanor Parra, fuera “un príncipe dulcísimo”. Esas fueron las últimas palabras de Parra hacia Roberto Bolaño el día de su muerte, hace ya 15 años. La vida los había juntado porque era imprescindible que el poeta mayor de la irreverencia en Chile y el narrador de los marginados se conocieran y fueran más que amigos.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              Las veces que se vieron conversaron, más que nada, sobre poesía, pues la poesía fue desde siempre el tema predilecto de los chilenos, más allá de Gabriela Mistral, Neruda, Huidobro o el mismo Parra. Bolaño le habrá contado que vivió hasta los 15 años en Los Ángeles, un pueblito al sur de Chile. Que en el 68 se lo llevaron a México D.F. porque a sus padres los habían trasladado, y que allá, desconcertado, deprimido, como perro apaleado, decidió que nunca en su vida volvería a pisar un salón de clases. Leyó por su cuenta y se transformó, según el escritor Gonzalo Contreras, en el “mejor y más informado crítico de la literatura actual”.

                                                                                                                              Para su agente literaria, Jovanna Skarmeta, “era un ser extremadamente culto, que bien podía hablar de cine, de libros o de viajes con un conocimiento casi absoluto”. Con su fuerza, fue arrastrando a algunos jóvenes iconoclastas hacia el borde de la autoextinción. Se proclamaron como “infrarrealistas” y pasaron a la inmortalidad en algunas de las escenas de Los detectives salvajes, para algunos, como Elvio Gandolfo, “una novela tan importante para su generación como Rayuela”. Para otros, como Ignacio Echeverría, era “el tipo de novela que Borges hubiera aceptado escribir”.

                                                                                                                              Si quiere leer más de Cultura, le sugerimos: A la zaga del convento

                                                                                                                              Fue durante sus tiempos como infrarrealista que publicó su primer libro, un ejemplar de poemas de 20 páginas titulado Reinventar el amor, del cual imprimió por su cuenta 225 ejemplares, con un grabado en la portada de la artista Catalina O’Hara, quien lo describiría muchos años más tarde como un hombre que “tenía el don de volver cualquier situación dramática y, por ende, fascinante. Todo suscitaba una reacción de su parte. Vivía con una intensidad insólita que era contagiosa y quizás, en sobredosis, agotadora”.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              Luego, en el 79, editó un volumen colectivo, Muchachos desnudos bajo el arcoiris de fuego, un libro que debía leerse “de frente y de perfil, que los lectores parezcan platillos voladores”. Entonces se largó a España a coleccionar premios menores de literatura, y allí, en 1990, vio nacer a su hijo Lautaro. “Bolaño siempre estaba pendiente de él, y lo llamaba Lautarito. Era el más grande de todos sus amores”, recordaría tres años después de su muerte Jovanna Skarmeta. Por Lautaro, dijo, pasó de la poesía a la narrativa.

                                                                                                                              Con diversos relatos cortos y poemas empezó a presentarse en cuanto concurso literario hubiera en provincia, guiado por un experto en ese arte de coleccionar “premios búfalo”, el argentino Antonio di Benedetto. Todas aquellas peripecias las narró en un cuento que llevaba por título Sensini. Salió de la clandestinidad con La literatura nazi en América, editada por Seix Barral. Aunque los críticos hablaron bien de su obra, las ventas fueron reducidas. En pocos meses, el libro salió de los estantes. Como recordaba Jorge Herralde, “Bolaño también había enviado simultáneamente el manuscrito de la novela como mínimo a Alfaguara, Destino y Plaza & Janés, que la rechazaron.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Le sugerimos leer Pajareros ayudándose en tiempos de pandemia

                                                                                                                              También la había enviado en julio de 1995 a Anagrama para concursar en el premio de novela que no se fallaba hasta el primer lunes de noviembre. La novela fue preseleccionada, luego la leí yo mismo y me gustó mucho, pero recibimos una carta de Bolaño, que vivía en la calle del Loro 17, 3o. sin teléfono (y luego supimos que no lo tenía, no podía permitirse ese lujo), diciendo que retiraba su novela del premio ya que la había contratado en otra editorial”.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Después de mucho buscarlo, Herralde se comunicó con él y le pidió algunos textos. Bolaño le pasó Estrella distante, que saldría a los pocos meses bajo el sello de Anagrama. El 25 de noviembre de 1996, el chileno ofreció su primera rueda de prensa. Tuvo que pedir prestado para el taxi que lo llevó, y se veía demacrado, pues los rechazos editoriales continuaban. Algún día confesaría, mitad sarcasmo mitad verdad, “cada vez que leo que alguien habla mal de mí, me pongo a llorar, me arrastro por el suelo, me araño, dejo de escribir por tiempo indefinido, el apetito baja, fumo menos…, ¿por qué yo, por qué yo, que ningún mal les he hecho?”.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Con la idea de sus Detectives Salvajes se postuló para una beca del Guggenheim, pero fue rechazado. Igual, la sacó en el 98 y con ella obtuvo el Premio Herralde y el Rómulo Gallegos. Ya nadie dudaba de Bolaño, aunque hubiera quienes lo detestaban. Con un eterno cigarrillo entre sus dedos, arrasaba, hería, pues nunca logró entender por qué en Chile lo habían ignorado tantas veces y por qué el mundo literario se dejaba llevar por apellidos y clases sociales. Defendió a los indefendibles, como a Pedro Lemebel, y atacó a las “vacas sagradas”.

                                                                                                                              Le sugerimos leer Ann Radcliffe, pionera de la novela gótica de terror

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              En sus ratos libres, que eran casi todos, escribía 2666, un texto de mil páginas que pensaba dividir en cinco. Su hígado iba cada día peor y los doctores no hacían más que presionarlo para que se hiciera un trasplante. Bolaño les respondía que sí, como a su mujer, Carolina López, y se le aguaban los ojos al pensar en Lautaro. En alguna ocasión, para darse fuerza, habrá citado a Nietzsche al borde de los gritos: “Yo ya no aspiro a mi felicidad, aspiro a mi obra”. En julio de 2003 llenó los formularios para ser el beneficiario de una donación, pero el tiempo pasó. Los días se fueron, y con ellos, su vida.

                                                                                                                              Sus sentencias

                                                                                                                              De García Márquez: “Un hombre encantado de haber conocido a tantos presidentes y arzobispos”.

                                                                                                                              Sus libros: El Quijote, de Cervantes. Moby Dick, de Melville. Las obras completas de Borges. Rayuela, de Cortázar. La conjura de los necios, de Kennedy O’Toole.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Del fútbol: “Mi experiencia como jugador de fútbol nunca fue del todo comprendida ni por los espectadores ni por mis compañeros de equipo. A mí siempre me pareció más interesante marcar un autogol que un gol. Un gol, salvo si uno se llama Pelé, es algo eminentemente vulgar y muy descortés con el arquero contrario, a quien no conoces y que no te ha hecho nada, mientras que un autogol es un gesto de independencia”.

                                                                                                                              Le sugerimos leer Bibiana Ricciardi: “La vida es el movimiento y la acción del presente”

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Del boom: “No me siento heredero del boom de ninguna manera. Aunque me estuviera muriendo de hambre no aceptaría ni la más mínima limosna del boom, aunque hay escritores que releo a menudo, como Cortázar o Bioy. La herencia del boom da miedo. Por ejemplo, ¿quiénes son los herederos oficiales de García Márquez?, pues Isabel Allende, Laura Restrepo, Luis Sepúlveda y algún otro. A mí, García Márquez cada día me resulta más semejante a Santos Chocano o a Lugones”.

                                                                                                                              * Publicamos este texto, original del año 2018, para darle contexto a las charlas sobre el escritor chileno en Luvina.

                                                                                                                              Por Fernando Araújo Vélez

                                                                                                                              De su paso por los diarios “La Prensa” y “El Tiempo”, El Espectador, del cual fue editor de Cultura y de El Magazín, y las revistas “Cromos” y “Calle 22”, aprendió a observar y a comprender lo que significan las letras para una sociedad y a inventar una forma distinta de difundirlas.Faraujo@elespectador.com

                                                                                                                              Ver todas las noticias
                                                                                                                              Read more!
                                                                                                                              Read more!
                                                                                                                              Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
                                                                                                                              Aceptar