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De las orquídeas a los cactus: confesiones de una jardinera

Tras 33 años trabajando con plantas, Hilda Mora contó detalles de su oficio y reveló algunos secretos para mantener las florecidas. Una conversación sobre la cotidianidad de su labor.

Andrea Jaramillo Caro
05 de noviembre de 2025 - 03:16 p. m.
Hilda Mora trabaja desde hace 33 años en la jardinería y lleva dos como independiente.
Hilda Mora trabaja desde hace 33 años en la jardinería y lleva dos como independiente.
Foto: Archivo Particular
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¿Cómo comenzó en la jardinería?

Llegué al mundo de la jardinería hace más o menos 33 años, recomendada por una cuñada que era vendedora a escala nacional de una empresa. A partir de ahí ya entré como mercaderista en unos almacenes de cadena y trabajé durante casi 20 años. Luego me trasladaron por una lesión. Alcancé a cumplir con la empresa 33 años de labores, después de pensionarme me llamaron y trabajé con ellos tres años más. Hoy en día soy independiente en las labores de jardinería, me llaman muchos de los clientes que tuve y me piden que les recomiende plantas, que les haga mantenimiento, y allá voy. He agrandado mi base de datos gracias al voz a voz.

¿Qué fue lo primero que le llamó la atención de la jardinería?

De niña me inculcaron el amor por las plantas y la naturaleza. La jardinería es algo bonito, porque siembras una semillita y la ves germinar. Con el tiempo te da frutos, así que se convierte en una labor de dedicación. Cuando ves las plantas florecidas sientes que estás haciendo bien tu labor. También me daba satisfacción cuando llegaban los clientes y me decían que la mata que les había sembrado estaba bonita.

Algunas personas dicen que no pueden mantener viva una planta, ¿qué recomendación les daría?

Creo que tiene algo que ver con el genio, por eso a veces no deja que toquen la planta, porque enseguida se muere. Las matas son seres vivos y requieren buena energía, la actitud de uno es importantísima para sembrar una planta y que ella nos dé los resultados que nosotros queremos. Todos tenemos la capacidad de ser emprendedores y jardineros, hay que ponerle amor y ganas a las cosas.

¿Con cuál planta es con la que más ha disfrutado trabajar?

Me encantan las orquídeas: son plantas de un manejo muy sencillo. Solo hay que mantenerles el riego adecuado una vez a la semana y la ubicación en un sitio de muy buena luz. Con el tiempo se mantendrán muy florecidas porque son muy agradecidas, de acuerdo con los cuidados que uno tenga con ellas.

¿Cuál ha sido la más difícil?

Un cactus. Un día fui a ver a un cliente y tenía unos cactus que yo le había sembrado hacía muchos años y me pidió que se los podara porque ya estaban muy grandes. Los corté y, de cuatro esquejes que saqué, tengo dos hace dos años en mi casa. Cultivarlos fue muy difícil, pero lo logré.

¿Qué características son esenciales para ser un buen jardinero?

Primera, la buena actitud. La manera en la que uno atiende a un cliente es de las cosas más importantes, porque necesitan sentir que uno está escuchando sus necesidades. Dependiendo de esto, uno puede recomendar una planta para cada ambiente, fijándose en cosas como la luz que haya disponible en ese lugar. Hay que ser metódico para saber cómo son las rutinas de las plantas en cuanto a riego y abono. A las matas no se les debe estar cambiando de lugar constantemente, porque se desubican, eso lo aprendí con la señora con la que trabajé. Ese conocimiento se transmite a los clientes.

¿Qué le han enseñado las plantas y qué secretos de jardinería podría compartir?

Me han enseñado sobre la buena energía. Las plantas nos dan mucho de eso. A las mías les hablo: “Bueno, señoritas, se me van a poner bonitas o se van”. Uno les pone más cuidado a ellas y se van restableciendo, y también hay secretos de jardinería, claro. Por ejemplo: para que florezcan, cuando hay una reunión familiar, les pongo un poquito de los cunchitos de la cerveza o les echo las cáscaras de los huevos o los plátanos. Así permanecen bonitas y florecidas, porque son nutrientes para ellas.

¿Cómo ha cambiado nuestra forma de interactuar con las plantas?

Hoy en día, a la juventud le gustan mucho las plantas. A veces llegaban allá a la empresa donde trabajé, y decían que querían una mata y que sus familias les decían que se estaban volviendo “viejitas” porque les empezaron a gustar. Les decía que no era cierto: la jardinería no es de jóvenes ni de viejos. Es decir, es para todo el mundo. Por ejemplo, a veces llegaban niños que me veían sembrando y los dejaba meter sus manos a la tierra. Creo que es una forma de ayudar a preservar la naturaleza.

¿Qué plantas tiene en su casa?

En este momento estoy muy feliz porque tengo los abutilones, que son unas plantas muy lindas y son el néctar favorito de los colibríes. Cuando los veo florecidos y empiezan a llegar los colibríes me lleno de felicidad, porque ahora es difícil ver pajaritos por ahí. También las orquídeas, tengo una cimbidio que llevaba ya casi dos años que no florecía y ahora me dio la satisfacción de tener muchas flores, y así lleva dos meses. Tengo lavanda, salvia, los filocactus y unas que se llaman diplademias; también plantas para espantar las malas energías, como la ruda y la hierbabuena.

Andrea Jaramillo Caro

Por Andrea Jaramillo Caro

Periodista y gestora editorial de la Pontificia Universidad Javeriana, con énfasis en temas de artes visuales e historia del arte. Se vinculó como practicante en septiembre de 2021 y en enero de 2022 fue contratada como periodista de la sección de Cultura.@Andreajc1406ajaramillo@elespectador.com
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