El artículo “Miedo a perderse de algo”, publicado por el diario El País, reflexiona sobre el afán moderno como fuente de infelicidad.
En la sociedad en que vivimos, dice Jenny Moix, nos define es ir acelerados por la vida, no solo en el trabajo sino en nuestros momentos de ocio, en nuestro tiempo libre. Tratamos siempre de escondernos o de evitar un miedo constante a que llegue el final de nuestras vidas y nos arrepintamos de no haberla vivido más intensamente o de haberla desperdiciado. Ahora las redes sociales, desafortunadamente, contribuyen a acentuar los sentimientos de frustración.
“El sufrimiento es algo muy íntimo. La sensación de soledad, de culpa, las dudas, la negrura que se nos instala dentro, suele parecernos algo muy nuestro. Propiedad privada. Solemos esconderlo; los demás, que nos parecen más felices, no podrían entenderlo. Todos solemos enseñar nuestra cara más sonriente. Así, unos idealizamos la vida de los otros. Pensamos que detrás de la sonrisa de los demás se encuentra una vida más fácil que la nuestra”, dice Moix.
El psicólogo Barry Schwartz afirma que la proliferación de opciones que nos ofrece la sociedad de consumo nos aleja de la felicidad en lugar de acercarnos a ella, y enumera los cinco motivos principales por los que aumentan nuestras frustraciones:
1. El tiempo que necesitamos para elegir.
2. El espacio que ocupan las opciones.
3. Aumentan nuestras expectativas.
4. Crece el arrepentimiento.
5. Aumenta el sentimiento de culpa.
Para leer la explicación de cada uno de los motivos numerados por Schwartz vaya al artículo original.