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El Festival de Cine de Bogotá, Bogocine, se realizó entre la presencialidad y la virtualidad del 20 al 28 de octubre. Este año el festival recibió 1.880 películas de 68 países, de las cuales seleccionaron 100 para presentarse en las categorías: documental de arte, documental de medio ambiente, documental social, muestra de animación, muestra de cortometraje, cine infantil, cine sagrado y cine colombiano.
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Durante el cierre se entregó el Círculo Precolombino de Oro a la película venezolana “Destello Interior”, de Luis y Andrés Rodríguez. Cabe resaltar que el invitado especial de esta edición fue John Leguizamo en su debut directoral con “Pensamiento Crítico”.
Henry Laguado, quien ha dirigido el festival durante sus 38 años de historia, cuenta que desde 1990 el festival marco la diferencia al enfocarse en nuevos directores y, además, pasaron de recibir seis películas, en 1984, a 1880 para construir la selección oficial. Laguado afirma que creó este festival al ver la necesidad en 1984 de un evento que premiara el cine nacional. De hecho, se denominó “Festival de Cine Contemporáneo Colombiano”.
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Según Laguado la importancia de un festival como este en el país se debe a que “casi todos los Festivales buscan lo mismo y muchos repiten las películas que otros exhiben, van sobre seguro. Nosotros no. Le apostamos al cine nuevo, a los directores que hacen su “Opera Prima”, su segunda o su tercera película. Ellos deben ser la generación de relevo y eso es lo importante en el Festival con respecto a quienes en él participan. Un Festival como BOGOCINE presenta figuras desconocidas, historias distintas con la libertad que una primera vez da a quien escribe y a quien filma. El Cine siempre está naciendo y debe haber eventos que lo anuncien. Eso es parte de nuestra labor”.
Bogocine tiene una particularidad y es que se ha configurado como un festival ininterrumpido en sus 38 años de historia. Laguado atribuye esta victoria al “tesón de quienes lo hacemos a pesar de los continuos palos en la rueda y contando con los apoyos cambiantes de la empresa privada, a veces con el gobierno, con otros países, con las embajadas, con las universidades… Con los donantes. El Festival siempre sale delante de una u otra manera. Encontrarla es lo difícil, pero lo logramos. Suena ridículo, pero es así: amor al cine”.
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De la primera edición, su director agrega “El primer día del festival fue en abril de 1984 y recuerdo la respuesta del público nacional y el impacto a nivel internacional en quienes hacen películas. Cada vez que presentamos una película o un documental explosivos, polémicos, cuando vemos a los ciegos disfrutar el cine colombiano que les presentamos y el final de cada Festival donde nos miramos y decimos ‘Lo hicimos’.”
