Sucre, agobiado por candidatos cuestionados

En disputa por la Gobernación y la Alcaldía de Sincelejo se encuentran aspirantes que cargan a cuestas investigaciones y supuestos vínculos con compra de votos, parapolítica, una masacre y corrupción. Así pinta el panorama.

Javier González Penagos - Laura Angélica Ospina Herrera/ @Currinche - @LaurisOspina
25 de octubre de 2019 - 12:00 p. m.
De izquierda a derecha: Yahir Acuña y Héctor Olimpo Espinosa, candidatos a la Gobernación de Sucre; Andrés Gómez y Mario Fernández Alcocer, candidatos a la Alcaldía de Sincelejo. / Archivo particular.
De izquierda a derecha: Yahir Acuña y Héctor Olimpo Espinosa, candidatos a la Gobernación de Sucre; Andrés Gómez y Mario Fernández Alcocer, candidatos a la Alcaldía de Sincelejo. / Archivo particular.

 Sucre vive una campaña turbulenta, tanto por sus formas electorales como por sus cuestionados candidatos. A solo dos días de que los más de 700.000 habitantes habilitados para votar asistan a las urnas, el panorama da cuenta de 12 hechos de violencia contra líderes políticos, sociales y comunales; 58 reportes de delitos electorales; seis de sus 26 municipios en alerta por presunta trashumancia y diez catalogados en alto riesgo por la Procuraduría. Detrás de todo ello, coinciden analistas y conocedores de la política regional, están barones electorales, estructuras y maquinarias que –a punta de millonarios recursos, corrupción, presiones y amenazas– buscan hacerse al control del departamento.

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Si bien para la Gobernación son cinco los aspirantes (en el tarjetón figurarán seis, pero uno de ellos desistió), es un secreto a voces que la disputa será entre el excongresista Yahir Acuña (quien apostó por firmas para avalar su candidatura) y Héctor Olimpo Espinosa (con aval del Partido Liberal), quien fue viceministro del Interior durante la presidencia de Juan Manuel Santos. Acuña, quien montó el movimiento ‘Cien por ciento con Sucre’, es un controvertido político cuyo nombre ha figurado en investigaciones por parapolítica, compra de votos y fue detenido en la contienda regional de 2015 con alrededor de $500 millones en efectivo. Ese episodio ocurrió a solo días de las elecciones de ese entonces, en las que participaba su esposa, la hoy representante Milene Jarava.

Por si fuera poco, el exrepresentante ha estado vinculado a oscuros personajes de la política local, como el exgobernador Salvador Arana –condenado a 40 años de prisión por el homicidio del alcalde de El Roble, Eudaldo Díaz–; la empresaria del chance Enilce López, más conocida como ‘La Gata’ y hoy en casa por cárcel por sus nexos con el paramilitarismo; y el exsenador Álvaro ‘el Gordo’ García, también condenado por parapolítica como coautor en la masacre de Macayepo. Aunque hay versiones de que en algún momento existió una rivalidad entre Acuña y García, ya nadie duda de que trabajan juntos. Sobre sus peleas se dice que se originaron cuando el exsenador quiso poner como candidata a la Gobernación a su hermana, la exsenadora Teresita García, pero que al final quien se impuso fue Acuña.

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Fuentes consultadas aseguraron que Yahir Acuña cuenta con el respaldo político y burocrático del actual alcalde de Sincelejo, Jacobo Quessep, y el de su primo, el representante de Cambio Radical Salim Villamil Quessep. Todos ellos, unidos además alrededor de la candidatura de Andrés Gómez a la Alcaldía de Sincelejo, configurando la llave Acuña-Gómez. Con todo, un viejo elector del departamento le aseguró a El Espectador que aún no está decantado el panorama a favor de Yahir Acuña, pues “tiene demasiadas investigaciones y produce mucha incertidumbre. El poder capitalino no lo resiste, le parece demasiado plebe”, manifestó.

El contendor de Acuña es Héctor Olimpo Espinosa, durante muchos años secretario general del Partido Liberal y quien gozaría de los apoyos de la senadora Ana María Castañeda y el representante a la Cámara Héctor Javier Vergara. Hace apenas unos días, logró otro espaldarazo decisivo con la adhesión del también candidato Eduardo Pérez Santos, que estaba apoyado por el Partido Conservador, Cambio Radical y el Centro Democrático, quien declinó para sumarse a su favor. De hecho, Cambio Radical calificó su comportamiento como “indigno” y le abrió un proceso interno por doble militancia. A su vez, la senadora uribista María del Rosario Guerra, calificó esa movida como un "irrespeto" y una "traición" a la confianza del Cetro Democrático, anunciando que votará en blanco. 

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La apuesta de Olimpo Espinosa en la Alcaldía de Sincelejo, decisiva en cualquier elección, es Mario Fernández Alcocer, avalado por los liberales, quien es investigado ante la Corte Suprema de Justicia por presuntos nexos con grupos paramilitares, según reseña la Fundación Paz y Reconciliación. En medio de la incertidumbre y en un escenario cada vez más azaroso figuran como alternativas la candidata Sonia Gómez Taboada –respaldada por Colombia Renaciente, Colombia Humana y la Unión Patriótica y quien además cuenta con el guiño del senador Gustavo Petro–, así como Juan David Díaz (avalado por el Polo Democrático y la Alianza Verde), quien es el hijo de Díaz, el asesinado alcalde de El Roble.

El panorama en Sincelejo

El nuevo alcalde de Sincelejo está casi que cantado. El municipio tiene un capítulo propio en el mundo de los escándalos de corrupción, parapolítica y delitos electorales, en los que los poderosos se han sucedido uno a uno para captar los votos de sus 289.900 habitantes. Desde hace décadas atrás, una seguidilla de apellidos que se suceden, se repiten y se mezclan mantiene el poder de la capital departamental. Para estos comicios son seis candidatos los que esperan reemplazar a Jacobo Quessep Espinosa en el cargo, pero las posibilidades reales las tienen dos de ellos. Se trata de Mario Fernández Alcocer y Andrés Gómez Martínez. Eso sí, ninguno de ellos está exento de cuestionamientos y alrededor de sus campañas se han estacionado las figuras políticas de la región, expertos en el negocio electoral y la repartija burocrática.

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Fernández Alcocer es el candidato liberal y, según las fuentes consultadas, la casa Char le está metiendo el combustible económico. Además de matrimonio, comparte la base electoral con Ana María Castañeda, senadora por Cambio Radical y célebre por incumplir el mandato de su partido de negar las objeciones presidenciales a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP). Fernández Alcocer es una cara conocida: fue congresista hasta el año pasado, pero renunció para buscar la Alcaldía. Y hace parte del grupo político de su tío, Jairo Fernández Alcocer, quien, a su vez, es primo del alcalde Jacobo Quessep. Un entramado familiar que no está exento de rivalidades.

Es la fórmula de Héctor Olimpo Espinosa y lo respaldan los mismos que van con el aspirante a gobernador, excepto Héctor Vergara, representante de Cambio Radical. Del candidato sucreño dicen que se ha visto involucrado en investigaciones sobre el cartel de la toga, Odebrecht y parapolítica, pero hasta ahora no hay pruebas que le impidan poner su nombre en el tarjetón. Sin embargo, hace más de un mes, cuatro exparamilitares testificaron en su contra. Lo acusan de comprar su silencio para no involucrarlo en el negocio del éxtasis y para que negaran la presunta reunión entre él y alias ‘Rodrigo Cadena’ en Ralito en 2002. También enfrenta una denuncia radicada en la Fiscalía por entregar unas porterías de fútbol en el corregimiento del Chocho a cambio de votos y un transformador de energía eléctrica. “El compromiso es colocar un voto por cada vivienda de ese barrio”, expresó un conocedor de la movida electoral. Acusaciones todas que él ha negado.

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Su competidor es Andrés Gómez Martínez, quien se lanzó por firmas, pero lo acompañan el Partido de la U, Cambio Radical y el Centro Democrático. Gómez militó por muchos años en la U, fue concejal por esa colectividad en dos periodos e intentó llegar a la Cámara de Representantes en las elecciones pasadas, pero se quemó. Entre sus mayores acusaciones está el haber participado, junto a su tío William Martínez, exdirector de la caja de compensación familiar Comfasucre, de la masacre en La Guaripa. En el hecho, ocurrido el 25 de enero de 2018, asesinaron a tres personas de una misma familia, dueña de un predio del que, presuntamente, quería hacerse Martínez. En junio de ese año, su tío fue capturado como autor intelectual del crimen, pero un mes después fue enviado a casa por cárcel. Sin embargo, el candidato no está vinculado formalmente en las investigaciones.

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En 2015, Gómez fue detenido por llevar varios millones, una lista de nombres y cédulas para, al parecer, comprar votos en los comicios regionales de ese año, hecho registrado y reiterado por la Misión de Observación Electoral (MOE). En su defensa, Nicolás Guerrero, presidente del Directorio de la U en Sucre, dijo que el candidato “es una persona sobre la que no ha habido ninguna duda para otorgarle el coaval. Por otra parte, los señalamientos se le hacen de manera errada y falsa, la situación que enfrenta su tío no tiene nada que ver con él. Y eso lo dirá la justicia”. Un panorama que deja en evidencia que la política sucreña está pasada por las aguas turbias de maquinarias políticas y potentes estructuras familiares.

Por Javier González Penagos - Laura Angélica Ospina Herrera/ @Currinche - @LaurisOspina

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