Boyacoman: “El marco de la improvisación es la risa”

El personaje Boyacoman nació hace 19 años. / Cortesía

¿Cuándo nació su show “Los años maravillosos”?

Nace cuando juego con mis hijos, que ya no juegan como lo hacía yo, porque ahora todas actividades de entretenimiento son en línea, entonces les decía que saliéramos a la calle a correr, y así recordé que a esa edad me divertía mucho jugando en los parques y en las calles.

¿Cuánto tiempo pasó desde que nació la idea hasta que creó la rutina humorística?

Pasaron dos años desde que reflexioné sobre las actividades que realizan mis hijos para entretenerse. Todo nace en una reunión de padres de familia en la que hablamos acerca de las fiestas de ahora y los regalos de los niños que son dispositivos tecnológicos, en cambio, en mi época eran carritos y balones.

¿Lo que narra en “Los años maravillosos” le sucedió a usted?

La mayoría de experiencias de mi rutina hicieron parte de mi infancia, pero me reuní con amigos para recodar anécdotas de la niñez y de esas conversaciones salieron varias cosas que están en Los años maravillosos, por ejemplo, hablamos de los piojos, de juegos como Escondidas y Stop, que nos ayudaban a tener gran imaginación.

¿Usted escribió toda la rutina?

Sí, toda. Un monologo tiene colaboración de mucha gente y correcciones, además el humor es muy raro, porque es ensayo y error, ya que hay cosas que no les causa risa a todas las personas. 

¿Se le complicó en algún momento el proceso de escritura de la rutina?

El show es una recopilación de las mejores rutinas que he realizado en Sábados Felices, en las que hacia comparaciones sobre cosas que pasaban antes y las de ahora con el objetivo de mirar la acogida que tenía en el público y me di cuenta de que la gente añora la infancia.

¿Ya le presentó al público “Los años maravillosos”?

Hicimos un piloto en Villavicencio para mirar lo que le gustaba a la gente. Esa ciudad me ha dado suerte para lanzar mis rutinas.

¿Cómo se prepara para presentar su rutina al público?

Práctico en el espejo. No me gusta mostrarle las rutinas a mí familia, porque uno está ensayando.

¿Tiene varios espacios para improvisar en “Los años maravillosos”?

Me gusta improvisar mucho. Siempre he creído que el marco de la improvisación es la risa, porque la gente ayuda cuando están muy metidos en la rutina.

¿Quién es su referente en el humor?

Cantinflas, me parece maravilloso, porque siempre lo consideré un superhéroe, ya que reunía a la familia y lograba hacer reír o llorar, además manejaba un humor familiar.

¿Qué tipo de humor usa en su rutina?

Uso un humor blanquito en el que hay doble sentido. El show no es mojigato, porque tiene el doble sentido característico de los colombianos, pero es un evento dirigido para toda la familia, grandes y chicos.

¿Por su admiración a Cantinflas usted decide ser humorista?

Siempre soñé con ser un humorista de esa clase de humor. Cantinflas fue muy popular, porque sus personajes eran de barrenderos, profesores, policías, entonces creo que todos nos identificamos con él.

¿Cómo une los temas de los que habla en su rutina?

Siempre están unidos a través de una línea de tiempo y siempre empezamos con la ropa, porque los niños de ahora se visten muy bonito, en cambio en mi época mi mamá siempre me escogía lo que yo tenía que ponerme y uno no se fijaba en eso, pero los niños en la actualidad están pendientes de la vestimenta. Además, tengo una guerra con la tecnología, que no voy a poder ganar, ya que uno la usa todo el tiempo, pero se perdió esa época bonita en la que los niños hacían otras actividades.

¿Por qué presenta "Los años maravillosos" solo una vez en Bogotá?

Solo hacemos una función de lanzamiento este sábado 24 de noviembre y el otro año miraremos si hacemos más. La idea es mostrarla al público para ver cómo nos va.

¿Hará otra película?

Sí, estamos haciendo el guión para la segunda película de aventura y seguiremos con el humor familiar.