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El 20 de abril es una fecha triste para el mundo del humor. Ese día, hace 28 años, falleció el británico Alfred Hawthorn Hill, más conocido por el pseudónimo artístico Benny Hill. Un año después, en 1993, murió el mexicano Mario Fortino Alfonso Moreno Reyes, más conocido como Mario Moreno o por su personaje Cantinflas.
Estos dos comediantes, que tuvieron la fortuna (o infortunio) de ser reconocidos a nivel mundial por sus papeles, películas y shows, son recordados por algunos como las máximas figuras del entretenimiento. El mexicano porque utilizaba su humor inocente para criticar las políticas sociales, económicas y culturales de la sociedad. Hizo una hazaña para esa época: reivindicó la justicia social mediante la comedia. Por otro lado, el británico, que hizo reír a más de tres generaciones, se caracterizó por su humor negro y sexista. Al principio fue aceptado, pero, a medida que avanzaba el tiempo, no generaba la misma gracia en los ingleses.
Los dos, sin lugar a dudas, fueron grandes personajes. A uno le han hecho homenajes por todo México, incluso Google le dedicó Google su "doodle" por su 107 cumpleaños, mientras que el otro ha quedado retratado como una de las figuras más polémicas del humor del mundo británico.
Benny Hill
El 21 de enero de 1924 en Southampton, Inglaterra, nació Alfred Hawthorn Hill, más conocido como Benny Hill. Desde pequeño estuvo inmerso en el mundo de la comedía. Tal vez, porque no tenía amigos y se refugiaba en los cómics para explorar otros mundos donde era una persona extrovertida que sobresalía en la sociedad.Después de trabajar como lechero, chofer, operador y baterista, consiguió su primer trabajo como profesional en el teatro Windmill. En ese lugar afianzó su humor, sus chistes y su personalidad. Siguió trabajando, ya no se presentaba en teatros pequeños sino en grandes escenarios, de hecho, así fue como llegó a la televisión. Su primer papel, en 1949, fue en el programa "Hi There". Continuó actuando intermitentemente hasta que en 1955 su carrera se vio catapultada con "El show de Benny Hill" en la BBC.
En el show, que Hill presentó por más de tres décadas a los británicos, se convertía en una persona totalmente distinta a la realidad: era alguien divertido y con muchos amigos, pero cuando el telón bajaba volvía a estar acompañado por su soledad y su madre, esa persona con la que vivió la mayor parte de su vida hasta que murió.
No tenía amigos, era una persona de pocas palabras que prefería el trabajo. Nunca se casó, aunque propuso matrimonio a tres mujeres a lo largo de su vida (ninguna aceptó). Era descuidado con él mismo. Aunque ganaba millones de libras esterlinas, pues su programa llegó a más de 130 países, remendaba hasta no más poder su ropa y zapatos. Compraba comida en oferta, nunca tuvo un apartamento (mucho menos un carro), y siempre se negó a arreglar el techo de la casa de su madre porque era muy costoso.
El inglés estaba contento porque su popularidad aumentaba en la televisión, sin embargo, no era positiva. A finales de los años 70, en pleno auge del movimiento feminista, recibió grandes críticas por su contenido que, para muchos, fue clasificado como machista y sexista. Las mujeres que aparecían en su programa utilizaban trajes de baño que dejaban ver sus grandes atributos al público detrás de la pantalla.
En 1969 el programa fue trasladado de la BBC a la Thames Television, donde permaneció hasta 1989 cuando decidieron despedir a Hill.
El humorista tuvo un final triste y solitario. Su salud se declinó a principios de 1990. Pesaba más de 100kg y sufría problemas de obesidad. El 11 de febrero de 1992, tras un ataque al corazón, los médicos le recomendaron perder peso y hacerse un bypass coronario, a lo que se negó. Una semana más tarde se le diagnosticó una insuficiencia renal.
Dos meses después, el 20 de abril de 1992, Hill murió solo en su casa a raíz de una trombosis coronaria. Tuvieron que pasar cinco días para que encontraran su cuerpo.
Su vida hasta el día de hoy sigue siendo igual de polémica, muchos quisieran homenajear su carrera, pero otros solo quieren esconderla del mundo. Logró dejar una huella en la televisión mundial, por ejemplo, en 1971 marcó un récord máximo de audiencia con 21 millones de espectadores, conoció Michael Jackson y Charles Chaplin (grandes admiradores de él), pero murió solo. Su fortuna fue repartida entre sus sobrinos con los que apenas tenía contacto.
Cantinflas
“Entender a Cantinflas es entender lo que ha pasado en México en todo el siglo pasado. Había que ver el entorno en el que se desenvolvía, pues reflejaba la realidad de un país y sus problemas sociales, pero tratados de una manera única y llena de buen humor”, describe Gregorio Luke, exdirector ejecutivo del Muso de Arte Latinoamericano (MOLAA), a Cantinflas, el personaje creado por Mario Moreno.Mario Fortino Alfonso Moreno Reyes, más conocido como Mario Moreno o por su personaje de Cantinflas, nació el 12 de agosto de 1911 en Ciudad de México, México. (Lea: Flashback, cine en Cartagena: Cantinflas, el trabalenguas que visitó La Heroica)
Desde pequeño tuvo que rebuscarse la vida. Desempeñó diversos trabajaos, desde ayudante de zapatero hasta boxeador e incluso torero. Su cómica forma de ser lo llevó a las carpas y circos de donde pasó al teatro y al cine.
Conocía más que nadie al pueblo y sabía cómo hacerlo divertir. Cantinflas fue el personaje que creo, pero más que una creación, fue el reflejo de la sociedad. Moreno lo utilizó la retratar la figura del pueblo. Haya sido como barrendero, boxeador, fotógrafo o profesor, Cantinflas se nutre de las relaciones sociales de clase de la sociedad mexicana, y por extensión de la latinoamericana.
Su carrera humorística y teatral empezó a crecer de manera exponencial. Su debut en la gran pantalla fue en 1936 con la película “No te engañes corazón”. Sin embargo, su éxito llegó un año después con “Ahí está el detalle”. La frase que le dio su nombre a la película se convirtió en su principal frase por el resto de su carrera.
A lo largo de su carrera cinematográfica, Moreno retrató la figura del pueblo. En 1941 hizo un papel de oficial en “El gendarme desconocido”, donde ya no era el típico muchacho de un barrio de clase baja, sino que imponía las órdenes. Siguió en el cine hasta que el 30 de agosto de 1953 se dedicó al teatro con la obra “Yo, Colón”, que tenía lugar en el Teatro de los Insurgentes.
En la obra, Cantinflas interpretaba el personaje de Cristóbal Colón mientras descubría América. Durante la producción, Moreno empleaba un juego de palabras y doble sentido para atacar a los políticos. Su humor siempre reflejó la injusticia social del pueblo mexicano, y asimismo, el latinoamericano.
En 1956, hizo su debut en el cine estadounidense con “La vuelta al mundo en 80 días”, película que lo hizo ganar un Globo de Oro en la categoría de mejor actor de musical o comedia. En la cinta actuó junto al actor inglés David Niven.
Cantinflas, más que un nombre, se volvió verbo y adjetivo. Las palabras ‘cantinflear’ e incluso ‘cantinfleada’ se añadieron a la jerga mexicana. Incluso la Real Academia Española la admitió dentro de su diccionario en 1992.
Moreno murió el 20 de abril de 1993 tras haber sufrido un infarto al corazón. Su vida fue llevada a la gran pantalla en “Cantinflas”, una película dirigida por el cineasta mexicano Sebastián del Amo.