El 22 de diciembre de 2013 Diomedes Díaz murió tras sufrir un paro cardiorrespiratorio cuando se encontraba descansando en su casa.
El artista, de 56 años, era considerado como uno de los máximos exponentes de la música vallenata, a pesar de generar polémicas por su adicción a las drogas, padecer del Síndrome de Guillain-Barré y tener una vida llena de altibajos. (Archivo: El largo y triste final de ‘El Cacique de La Junta’).
Nacido el 26 de mayo de 1957 en una familia campesina en La Junta, una zona rural de San Juan del Cesar, en el departamento de La Guajira, Diomedes Dionisio Díaz Maestre trabajó desde la infancia en el campo, y en la adolescencia se trasladó a Valledupar, la capital del vecino departamento del Cesar y considerada la meca del vallenato.
Fue en Valledupar, la ciudad donde falleció de un paro cardiorrespiratorio, que Diomedes empezó a mostrar su vena artística a mediados de los años 70, pero la fama le llegaría en 1978 con el disco “La locura”, con su eterno amigo Juancho Rois en el acordeón.
En noviembre de 1994 sufrió un gran golpe personal al morir Juancho Rois en un accidente de avión cerca de El Tigre (Venezuela), donde Diomedes iba a hacer una presentación, pero el cantante se salvó porque, según se dijo entonces, perdió el vuelo por llegar tarde al aeropuerto por su vida disipada. (Archivo: Los líos judiciales de Diomedes).
Además de Juancho Rois, Diomedes grabó en compañía de otros grandes acordeoneros colombianos como Náfer Durán, Elberto López, Nicolás “Colacho” Mendoza, Gonzalo “El Cocha” Molina, Álvaro López e Iván Zuleta, entre otros.
Sus canciones podían estar dedicadas al amor, las mujeres, la vida, el dinero, la bebida o la infidelidad, pero también a la Virgen del Carmen, a sus hijos, sus seguidores o a su historia personal y siempre acababan convertidas en éxitos.
Dos semanas antes de su fallecimiento, Diomedes Díaz había estrenado “No llores mama”, primer sencillo del álbum “La vida del artista”, una producción musical en la que conjuga un retorno a las raíces del folclor vallenato por medio de un repertorio de 13 canciones.
Ese fue el último álbum del artista, un compositor empírico que se preocupaba por las letras y por los arreglos. (Puede leer: 10 frases para recordar a Diomedes Díaz).
Era considerado una especie de “rey midas” musical y, según se dice en la industria musical, todos querían entregarle la mejor canción. Acostumbraba a participar en todo lo que grababa y cuando entraba a estudio ya tenía claro cómo quería que sonara el trabajo.
Quienes trabajaron con él dicen que grababa “pistas”, que eran el registro en bloque de un tema con un corista que pudiera dar el tono de Diomedes –o el mismo Diomedes– como guía para luego grabar instrumento por instrumento.
“Cuando grabábamos cada disco debíamos preparar un operativo y logística con seguridad privada para rodear el estudio con vallas que protegieran de las aglomeraciones. Todo el mundo tenía que dejar celulares afuera del estudio para evitar filtraciones. Usábamos incluso varias camionetas para distraer a la gente”, recuerda Guillermo Mazorra, director de A&R en Sony Music Andes.
Esto era el preámbulo de lo que venía con cada lanzamiento discográfico. Más de un mes podía tardar el proceso de grabación, postproducción, mezcla y máster, pero Colombia ya estaba sumida en la locura que generaba un lanzamiento de este calibre.
Diomedes Díaz consolidó su carrera en la época que no había redes o celulares y la audiencia estaba entre quienes veían televisión, escuchaban radio o asistían a ferias y fiestas regionales. Él no necesitó los ‘likes’ de los nuevos medios para estar en cada rincón del territorio nacional. (Recordar: Se repite la tragedia: en accidente de tránsito fallece otro hijo de Diomedes Díaz).
Incluso, su música traspasó fronteras y demostró que el vallenato no sólo era folclor, sino también tropical. Sus canciones permearon países como Panamá, Ecuador y Argentina, sumando legiones fervientes de fanáticos en países como Venezuela o México, en donde Monterrey no se queda atrás de Valledupar.
Siete años después de su muerte, Diomedes Díaz sigue presente en conteos y listados musicales, así como en las fiestas. Por eso, su disquera, Sony Music, potencializa sus canales en las plataformas musicales para que los fanáticos puedan seguir cantando temas como “Amarte más no pude”, “Sin medir distancias” y “Tú eres la reina”, las canciones más escuchadas de Díaz en Colombia.
Por otra parte, el canal de YouTube, así como el Canal Oficial Vallenato se convierten entonces en archivos invaluables de la tradición que significa este grande del género, compilando clásicos de siempre como “Ilusiones”, “Bonita”, “Mi muchacho”, “La suerte está echada” o “Fantasía”, entre otras.