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La batalla legal de Johnny Depp y Amber Heard, quienes se casaron en febrero de 2015 e hicieron oficial su divorcio en enero de 2017, estaba lejos de acabar cuando firmaron el acuerdo legal que incluía además una cláusula de confidencialidad firmada por ambas partes y cuyo objetivo era, en un principio, evitar comentarios de su vida matrimonial.
Pese a ello, a lo largo de los últimos meses ambos se han pronunciado de manera directa o indirecta acerca de su ruptura y de las acusaciones de violencia física y emocional que la actriz asegura haber sufrido a manos del protagonista de "Piratas del Caribe ", lo que ahora ha llevado a este último a presentar una demanda por difamación contra su exesposa en respuesta al artículo que ella escribió el pasado mes de diciembre acerca de su experiencia como víctima de malos tratos y de las represalias que sufrió a nivel laboral por atreverse a romper su silencio al respecto. (Contexto "Durante toda nuestra relación, Johnny me ha agredido verbal y físicamente": Amber Heard).
En los documentos presentados ante la justicia, Johnny Depp afirma contar con los testimonios de cuatro empleados y un vecino que habrían declarado bajo juramento que la intérprete no mostraba ninguna lesión visible en los días posteriores al 21 de mayo de 2016, cuando ella sostiene que el famoso actor la golpeó durante una acalorada discusión.
Trinity Esparaza, la dueña del servicio de conserjes que manejaría el edificio donde residía la pareja en ese momento, habría desvelado que solo vio a Amber Heard con marcas y cortes en el rostro a partir del 27 de ese mismo mes, es decir, después de que solicitara la orden de alejamiento contra su entonces aún marido. Ese detalle le llevó a revisar las cámaras de seguridad del edificio en busca de pruebas de que la joven estaba mintiendo y la conclusión a la que habría llegado es que la cronología de la supuesta agresión no encajaba, ya que ella se había cruzado con la actriz en varias ocasiones antes sin apreciar ningún signo de violencia. (Puede leer: Amber Heard recibió amenazas de muerte tras separarse de Johnny Depp).
Un guardia de seguridad llamado Alex Romero habría ofrecido una declaración en esa misma línea, sosteniendo que esa semana él había coincidido en varias ocasiones con Amber Heard y no había visto nada que pudiera sugerir que había recibido recientemente un puño o un golpe similar en la cara. Otros dos empleados del inmueble también afirman haber visto a la actriz sin marcas evidentes en el rostro esos mismos días.
Los representantes legales de Johnny Depp han recalcado además que dos agentes de policía ya afirmaron bajo juramento que no apreciaron ninguna herida en ella cuando la examinaron cuidadosamente el mismo 21 de mayo. En la demanda se han incluido 87 nuevos videos tomados por las cámaras de seguridad del edificio para respaldar su versión de los hechos, según la cual Amber Heard no fue víctima de violencia doméstica, sino la responsable de infligirla, poniendo como ejemplo un incidente que habría tenido lugar al poco de que se casaran, durante el que ella le habría arrojado una botella de vodka a Depp que le cortó los dedos y le obligó a recibir puntos de sutura. (Puede ver: Exesposa de Johnny Depp lidera campaña contra violencia de género).
En resumen, la estrella de Hollywood le reclama a Heard 50 millones de dólares en concepto de indemnización por haber elaborado toda una farsa en torno a su persona solo para ganar notoriedad e impulsar su carrera. Ella ha respondido a través de sus abogados insistiendo en que Depp solo está tratando de silenciarla al ser incapaz de aceptar su propio comportamiento abusivo. Sobre lo que no ha querido pronunciarse, sin embargo, han sido las acusaciones de que ella le había sido infiel a Johnny Depp con Elon Musk -su exnovio- durante la duración de su matrimonio, como sostiene el intérprete en la demanda que ha presentado, detallando que la supuesta aventura habría comenzado semanas después de su enlace.
El actor asegura que Amber Heard habría invitado al empresario y fundador de Tesla al hogar que ellos dos compartían en Los Ángeles en marzo de 2015, mientras él se encontraba ausente por motivos de trabajo, y que contaría con las declaraciones del personal del inmueble para respaldar su relato.
Elon Musk, por su parte, desmintió esta historia. "Elon y Amber no empezaron a verse hasta mayo de 2016, e incluso entonces lo hacían de manera poco frecuente. Su relación como tal no adquirió un cariz romántico hasta tiempo más tarde", ha aclarado un representante de Musk.