El director de cine checo Jiri Menzel, ganador de un Óscar por su película Trenes rigurosamente vigilados, falleció el pasado sábado a los 82 años.
Menzel, uno de los pioneros de la corriente Nueva Ola Checoslovaca en la década de 1960, murió en la capital checa, su ciudad natal, rodeado de su familia y tras una larga enfermedad, escribió su esposa Olga Menzelova en redes.
Nacido el 23 de febrero de 1938, Menzel rodó una treintena de películas, entre ellas Alondras en el alambre (1969), Tijeretazos (1981), Mi dulce pueblecito (1986) o Yo serví al rey de Inglaterra (2006). (Lea también: Murió Chadwick Boseman, protagonista de “Black Panther”)
El cineasta tenía 29 años cuando su primer largometraje (Trenes rigurosamente vigilados) recibió en 1967 el Oscar a la mejor película en lengua no inglesa.
El filme se basa en la novela homónima del escritor checo Bohumil Hrabal (1914-1997) -con quien luego colaboró en numerosos proyectos- y está ambientada en la Checoslovaquia ocupada por el Tercer Reich de Adolf Hitler durante la Segunda Guerra Mundial.
Cuenta la historia de un aprendiz de guarda en una estación ferroviaria que, hundido en fracasos amorosos, intenta suicidarse antes de convertirse en un héroe de la resistencia contra el nazismo.
En una entrevista a Efe en 2017, poco antes de que una enfermedad lo alejara de la vida pública, Menzel atribuyó el éxito de su opera prima a la generación de cineastas checos de la época, que cosecharon varios galardones en Hollywood y en los festivales de Berlín, Cannes y San Sebastián. (Además: Murió Joe Ruby, creador de “Scooby-Doo”)
“No lo hubiera conseguido si no fuera por gente como Milos Forman, Vera Chytilova y Jan Nemec, que dieron un lustre insospechado al cine checo”, y tenían en común ser una “reacción natural a la falta de honradez de las películas ideológicas anteriores”, declaró entonces.
Las obras de cine convencionales estaban hechas “por buenos autores, que, sin embargo, debían acomodar su creación a lo que quería el jefe bolchevique”, explicó.
En agosto de 1968, la invasión de las tropas soviéticas en Checoslovaquia, que aplastaron las protestas de la Primavera de Praga, puso fin a la libertad artística para los cineastas checos. Después de que el régimen comunista prohibiera la proyección de su filme Alondras en el alambre, basado asimismo en una obra de Hrabal, Menzel, no volvió a dirigir hasta 1974.
Su película vetada se estrenó finalmente en 1990, tras la caída del comunismo, y ese año ganó el Oso de Oro del Festival Internacional de Cine de Berlín.
En la década de 1980 rodó varios filmes basados en obras de Hrabal, como Mi dulce pueblecito, que fue nominada al Oscar a la mejor película de habla no inglesa.
Además de dirigir, Menzel actuó en numerosas películas y fue también director de Teatro. El cineasta serbio Emir Kusturica fue uno de sus discípulos en la Academia de Cine de Praga.