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La Feria del Libro de Manizales viene de una edición que se desarrolló virtualmente debido a la pandemia. ¿Cuáles son las principales dificultades?
La primera dificultad fue decidir si nos arriesgábamos a hacer una feria presencial o si seguíamos en el formato virtual. No fue una decisión fácil. Como todos se pueden imaginar, tanto para la Universidad de Caldas como para quienes estamos organizando la Feria hubiera sido mucho más entretenido y satisfactorio organizarla presencial, pero dado las limitaciones de aforo es muy complicado pedirles a los editores que se trasladen a Manizales e inviertan recursos en personal y en comunicaciones para que entren pocas personas y las ventas sean muy bajas.
¿Por qué optaron por hacerla virtual y no presencial?
Aunque a principios del año creíamos que la situación de pandemia iba a estar mejor a estas alturas, realmente estamos en una meseta alta, todavía hay muchísimo contagio, la vacunación no alcanza unos porcentajes que realmente sean importantes, entonces nos resignamos a que sea virtual y esperamos que la gente nos quiera volver a acompañar. Sabemos que hay cansancio con las pantallas, pero tenemos una programación que creemos atractiva y esperamos que motive no solo a los manizaleños, sino a muchas otras personas a asistir. La virtualidad tiene esa ventaja: mientras en las ferias presenciales esencialmente les servíamos a los manizaleños, las virtuales permiten que cualquier persona del mundo se conecte.
Este año tiene una fuerte conexión con el momento social y político que vive el país. Su lema es “Lecturas para la nueva Colombia”, ¿qué significa?
Nosotros nos planteamos varias posibilidades para la Feria, pero este 2021 ha sido muy agitado. Es un año donde realmente se están planteando una serie de alternativas para lo que el país es y sobre todo para lo que el país quiere ser. Entonces en lugar de pensar en un país invitado o tener una gran cantidad de invitados internacionales, que los hay, pensamos en que era más interesante contribuir a ese debate. Por eso nos centramos en libros que tengan que ver con la situación del país, en personajes que puedan iluminar un poco las décadas futuras, en discusiones que tengan que ver con la democracia que es Colombia y como esa democracia puede ser mejor.
Entre las novedades de este año se encuentran la “Franja de conflicto y paz”, y la celebración del centenario del periódico de Manizales, La Patria. ¿Qué se podrá encontrar en estos espacios?
Si bien en otras oportunidades la Feria ha tenido franjas, no han sido tan relacionadas con la realidad inmediata, entonces centrarnos en este momento en la “Franja de conflicto y paz” era un riesgo, pero es un reto con el que estamos muy contentos porque vamos a tener personas de todas las corrientes. Estarán Humberto de la Calle, el fotógrafo Federico Ríos, el cronista Juan Miguel Álvarez, la escritora de literatura infantil Pilar Lozano, Jesús Abad Colorado, entre muchos otros invitados.
¿Qué otras novedades tendrá la Feria del Libro de Manizales?
La Universidad de Caldas, como todas las instituciones del país y del mundo, ha sido afectada por el COVID-19 y hace unas semanas murió una compañera nuestra, Paula Andrea Valencia, una enamorada de los libros y que se había convertido en una de las grandes protagonistas del evento. Ella junto con su esposo, también profesor, Orlando Londoño, venían realizando unas entrevistas por su propia iniciativa a filósofos, escritores e intelectuales. Paula Andrea murió de COVID-19 y por ello decidimos que habría una franja con una selección de estas entrevistas que es además una programación estupenda y que probablemente muchas personas no conocían.
La “Franja de “conflicto y paz” es apoyada por un proyecto de la Universidad de Caldas, La Penúltima Verdad, ¿cuál cree que es el aporte de la Feria al proyecto?
Lo que se presenta es una sinergia. Hay un proyecto de la Universidad de Caldas que se va a extender en el tiempo, en el cual se van a rastrear las señas, las huellas y los testimonios de lo que ha ocurrido con el conflicto armado en el Eje Cafetero y también esas esperanzas que significan muchas experiencias que tienen que ver con la paz. Pero, en estos días de la Feria, esta iniciativa se convierte en algo que se proyecta hacia la comunidad, en algo que además va a invitar a quienes nos escuchan y tengan su experiencia y su testimonio a participar en el proyecto.
* Comunicadora social y periodista de la Universidad de Manizales.