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Olga Morales: “Quiero que el lector sea un voyerista”

El detonante de “Siete días de pasión” es una infidelidad que amenaza la salud emocional de Amanda, la protagonista de la novela erótica que se desarrolla en Bogotá, Miami y Nueva York.

23 de marzo de 2021 - 02:00 a. m.
Sobre la inequidad en la literatura, Olga Morales dice: "Cedimos durante siglos nuestro derecho a plasmar la forma de pensar y ver el mundo por temor a que la cultura patriarcal nos juzgara". / Cortesía Planeta
Sobre la inequidad en la literatura, Olga Morales dice: "Cedimos durante siglos nuestro derecho a plasmar la forma de pensar y ver el mundo por temor a que la cultura patriarcal nos juzgara". / Cortesía Planeta

¿Qué tiene Amanda de Olga Morales y viceversa?

Amanda es mi álter ego. Antes de casarme pillé a varios de mis exnovios en sus infidelidades. Mi actitud fue la típica. Encerrarme a comer, llorar y ver películas sobre el desamor. Hubiera querido salir corriendo y sacarme el clavo con otro hombre, pero nunca tuve el valor de hacerlo. Amanda tiene exactamente la dosis de valentía que hubiera querido tener para afrontar el dolor que deja una infidelidad.

En “Siete días de pasión” el lector se enfrenta a uno de los miedos más grandes y cotidianos de las relaciones de pareja: la infidelidad. ¿Por qué decidió explorarlo y escribir una historia que replantea la visión que tenemos sobre la traición sentimental?

La infidelidad es una realidad en las relaciones de pareja en Colombia. Los extranjeros se aterran al llegar al país y encontrar a tantas madres solteras sin padres responsables y, además, un sinnúmero de hombres casados con un “porfuerazo” manejado sin ningún tipo de escrúpulos. Tener una “querida” es casi que una tradición colombiana. Mi novela es un reflejo social de la realidad que viven tanto hombres como mujeres en cuanto a sus relaciones de pareja. Hablar de infidelidad es reconocer que somos una sociedad enferma a la hora de amar.

¿Considera que para realizar un viaje profundo como el de Amanda es necesario vivir una fractura emocional?

Cuando uno viaja, el corazón de cera se vuelve más fuerte. Cada travesía es un recorrido dentro de uno mismo, donde el autoconocimiento es una explosión de actitudes y gustos que solo se desarrollan con el camino recorrido. Sin duda, viajar es el mejor pretexto del peregrino para expandir el ser. Viajar es una necesidad del alma efectiva en cualquier circunstancia.

“Siete días de pasión” transcurre en tres ciudades. ¿Por qué Bogotá, Miami y Nueva York?

Bogotá es la ciudad que me vio crecer y que me ha dado las mejores oportunidades laborales y profesionales. En Miami estudié y trabajé tres años, y es la ciudad de mis sueños. En cuanto a Nueva York, la he visitado en varias oportunidades y es el escenario perfecto para la lujuria, los excesos y el amor.

¿Cuáles son los retos que enfrentó al momento de escribir esta historia?

Desnudar la intimidad de las relaciones de pareja era una necesidad. Encuentro en la literatura convencional cierto pudor a la hora de describir las relaciones sexuales. Mi reto fue lograr que el lector sea un voyerista y se siente en la cama a ver cómo vive el placer un hombre con sus amantes.

¿Quiénes son sus autoras favoritas?

La primera mujer con la que me sentí identificada fue Virginia Woolf, con su obra Una habitación propia. Luego llegó Almudena Grandes con Castillos de cartón y descubrí un erotismo sincero que me sació en su momento. Emma Reyes, en su libro Memorias por correspondencia, me impactó con la sencillez y profundidad de su narración. Pero con la escritora que más me he identificado últimamente es con Pilar Quintana, a quien he seguido desde el principio de su carrera y admiro profundamente por la sinceridad de sus letras.

¿Cuál es la verdad que esconden las páginas de su novela?

Que el sufrimiento se supera y la esperanza de que llegue un buen amor no nos puede abandonar. Jamás. Mi novela no es un manual de comportamiento ni un llamado a la venganza frente a la infidelidad. Es la revelación de cómo son las relaciones sexo-afectivas, tan fáciles de disolver como de afianzar.

¿Por qué el lector y la lectora deberían darse la posibilidad de leer la historia de Amanda?

El lector va a correr el velo para navegar en la más profunda intimidad de los personajes de la novela y conocer la dulzura del amor y la inmensidad del dolor que trae una infidelidad.

En la industria editorial, lamentablemente, las escritoras no tienen la misma visibilidad que sus colegas hombres, ¿cuál es su visión sobre el machismo al que también las mujeres se enfrentan en la industria cultural?

Cedimos durante siglos nuestro derecho a plasmar la forma de pensar y ver el mundo por temor a que la cultura patriarcal nos juzgara. Sin embargo, nos llegó el momento de conquistar estos espacios culturales y luchar por la igualdad de oportunidades.

¿Qué consejo les daría a las escritoras inéditas que están por enfrentarse a los techos de cristal de la industria?

Es el momento de plasmar nuestras ideas y ser fieles a nuestra identidad femenina. No podemos seguir postradas y anquilosadas esperando a que nos den la razón. Es hora de que nos descubramos, así la sociedad se desgarre las vestiduras al escuchar nuestra verdad. Ya escuchamos la de los hombres, ahora nuestro turno llegó.

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Berta(2263)23 de marzo de 2021 - 07:30 p. m.
No creo que en Colombia haya muchas más madres solteras que en otros países; lo que si hay son muchas madres adolescentes. Tampoco creo que los colombianos sean más infieles que los europeos; todo eso son mitos. Siempre se habla de la infidelidad masculina y muy poco sobre la femenina. Todo tiene sus bemoles.
-(-)23 de marzo de 2021 - 01:36 p. m.
Este comentario fue borrado.
-(-)23 de marzo de 2021 - 01:35 p. m.
Este comentario fue borrado.
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