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Rubén Di Pietro: “la actuación es una linda mentira”

Un personaje admirado por aquellos que comen, sueñan y viven por el teatro y por los mundos que allí se pueden recrear. Desde 1984, cuando el dramaturgo argentino Rubén Di Pietro llegó a Colombia, ha cambiado con su dedicación y disciplina por este arte la forma en la que los colombianos perciben el teatro.

Sarah Gutiérrez
10 de febrero de 2023 - 02:00 a. m.
 Rubén Di Pietro ha realizado 400 montajes teatrales en 60 años de trayectoria. / Gustavo Torrijos
Rubén Di Pietro ha realizado 400 montajes teatrales en 60 años de trayectoria. / Gustavo Torrijos
Foto: GUSTAVO TORRIJOS

Este año el maestro conmemora 60 años de carrera artística. Desde temprana edad, estuvo involucrado con la formación musical que practicó hasta su adolescencia y que ha sido un pilar a la hora de proclamar y sentar las bases de su estoico método de enseñanza, donde la ley está regida por los signos de puntuación.

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Rubén Di Pietro llegó al país a enseñar teatro a los niños de la escuela Cerros del Sur, en el barrio Potosí de Ciudad Bolívar, esto, gracias a una convocatoria que conoció mientras vivía en Suecia, adonde arribó después de pasar un año bajo la dictadura argentina que comenzó en el 76. Ese año empezó a dar clases nocturnas en la Escuela Nacional de Arte Dramático, donde realizó su primera obra de teatro: “Matrimonio blanco”.

Di Pietro ha estado detrás de una gran variedad de montajes como “Vidas al borde”, “¡Brujas, brujas!” y “Cuentos dulces para niñas hipoglucémicas”, obras que tuvieron lugar en la que fue su casa actoral por muchos años, el Teatro de Cámara Rubén Di Pietro, donde actores como Ramiro Meneses, Róbinson Díaz, Alejandra Borrero, Andrés Sandoval, Fernando Arévalo, Mario Jurado, Tao Sierra, Claudio Cataño, Aldemar Correa, entre otros, afrontaron sus primeros encuentros con la actuación.

“Cuando empecé en la Escuela Nacional de Arte Dramático, mis talleres terminaban siempre en el montaje de una obra. Considerando que, en 1988, al abrir mi propio espacio, comencé a trabajar en turno mañana, en turno noche y en el taller de los sábados, y que los grupos estaban subdivididos a su vez en varios subgrupos, cada uno con su obra, calculo que he dirigido cerca de 400 montajes”, señaló el maestro en conversación para El Espectador.

“La mayoría de ellos, gracias a la rigurosidad y disciplina del método, y sobre todo a la entrega, alcanzaban un nivel profesional”. Este profesionalismo al que se refiere Di Pietro es también una de las características que sobresalen de sus alumnos, como lo fue en su momento la actriz Catalina Sandino, quien ha sido la primera colombiana, y única en esta categoría, en recibir una nominación a los Premios Óscar en 2005 a Mejor Actriz. Además, Sandino fue merecedora del Oso de Plata del Festival de Cine en Berlín y del Independent Spirit Award, premios otorgados a lo mejor del cine independiente.

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“El caso de Catalina, al que hemos denominado como un ‘Sandinazo’, además de haberse entendido como un paso adelante para el cine colombiano, también fue una muestra de que los sueños, no importan si son los más pequeños o grandes, sí tienen en el fondo algo verdadero, se pueden cumplir. Eso es lo más valioso”.

Inmerso en el mundo de los libretos, habla de uno de los cómplices que ha tenido durante décadas. “Un gran aliado en el teatro es la verdad orgánica. En las obras se interpreta algo que no es verdadero. Se está mintiendo, y hay que hacerlo como si fuera verdad, para que se crea en realidad. La actuación es una linda mentira”. Para él, “la falta de rigurosidad y el acelere de los tiempos” son los principales enemigos del teatro.

“Soy ciudadano europeo por mi nacionalidad sueca y puedo vivir en cualquier región de ese continente, y he considerado algunas veces en volver a Tucumán o a Buenos Aires, pero si me preguntan cuál es mi país, digo que es Colombia. He pasado más de la mitad de mi vida aquí”. Tal vez ahora ya me he convertido en un sedentario con los viajes, pero este es el país que amo”.

Para celebrar 60 años de trayectoria, Rubén Di Pietro y Jair Correa-Timaná inaugurarán la obra “Incendio en el fondo del mar”, una recopilación de los textos de Sarah Kane. Y todo se cocina en una isla. Desde 2018, Di Pietro dicta talleres en La Calera, un municipio aledaño a Bogotá. Allí, en la vereda Santa Isabel de Potosí, en el sector Media Loma, fundó Ítaka en honor a la isla a la que nunca pudo llegar Ulises.

Sarah Gutiérrez

Por Sarah Gutiérrez

Periodista de entretenimiento. Interés por la música, la cultura, la música, los libros y el cine.sgutierrez@elespectador.com

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