Publicidad

Alejandro ‘Pichirilo’ Longa, leyenda viva del timbal salsero

Con 50 años de actividad en la música, ‘Pichirilo’ dirigió la orquesta que acompañó a Héctor Lavoe durante su estancia en Cali a comienzos de los 80. Se separó del Grupo Niche y formó una agrupación, Los Niches, que alcanzó grandes éxitos.

Sigue a El Espectador en Discover: los temas que te gustan, directo y al instante.
Michelle Serna Esquivel*
15 de diciembre de 2020 - 05:40 p. m.
Alejandro 'Pichirilo' Longa Potes ha integrado más de siete agrupaciones dedicadas a la música latina.
Alejandro 'Pichirilo' Longa Potes ha integrado más de siete agrupaciones dedicadas a la música latina.
Foto: Archivo Particular
Resume e infórmame rápido

Escucha este artículo

Audio generado con IA de Google

0:00

/

0:00

‘El Pichi’ conversó en Cuarentena Musical Pacífico y Caribe con el periodista musical de El Espectador, Juan Carlos Piedrahita, y el escritor del Caribe David Lara Ramos, sobre sus inicios en la música y algunos de los momentos más significativos de su carrera. (Le puede interesar: Systema Solar y Puerto Candelaria se quedan en “Kolombia”)

‘Pichirilo’, como muchos lo conocen, comenzó muy niño a tocar la batería y el timbal. A la edad de 6 años, aproximadamente, su padre tenía un bailadero llamado La Palmita en el barrio Popular en Cali, donde nació y creció.

Alejandro Longa Potes comenta que en aquella época en estos sitios se acostumbraba a amenizar la noche con un baterista al lado de la rocola. A él siempre le llamó la atención la situación del baterista. (Lea también: “Mi Buena Suerte”, el sencillo que lanza LaTenaz y Linda Habitante)

A pesar de que su padre, Óscar Marino Longa, tocaba, nunca le enseñó y él tampoco se lo pidió. Pero entre semana Longa sacaba la batería al patio e imitaba lo que veía hacer al baterista que trabajaba en el negocio de su padre.

Cuando su padre requirió de un nuevo baterista, ‘Pichirilo’ se ofreció a hacer el trabajo alegando que él podía tocar, lo que su padre no creyó. Al día siguiente, estando reunidos en el bailadero, habló con el baterista y le pidió que lo dejara tocar. (Además: Festival Nacional del Bullerengue de María La Baja 2020: detalles y ganadores)

“Cuando mi papá ve a su lado al baterista se sorprende muchísimo. El baterista le dice que es su hijo tocando. Mi papá ese día lloró de la felicidad y desde entonces me apoyó totalmente con la música”.

El apodo de Alejando Longa como ‘Pichirilo’, y para algunos otros como ‘El Pichi’, surge alrededor de 1962, mientras trabajaba en un sitio de Cali con un grupo llamado Los Sonorámicos en el Grill Rio Cali, cuando tenía 11 años. (Le recomendamos: Mauro Castillo: “me gusta llamar a nuevos talentos de la salsa”)

“Uno de los clientes del lugar tenía un carro muy bonito y pequeñito al que el dueño le decía pichirilo. Como yo era el más pequeño del grupo me empezaron a llamar de la misma forma”, recuerda Longa.

Alejandro creció escuchando, principalmente, música cubana como La Sonora Matancera y Benny Moré, entre otros, que era lo que sonaba en Cali y por lo que decidió dedicarse a la salsa.

Aquí puede revivir la conversación del músico con los periodistas:

Video Thumbnail

Durante su carrera trabajó con diferentes big bands y tuvo la suerte de escuchar y tocar variedad de ritmos musicales.

Fue a Bogotá, pues era el lugar donde se encontraban las mayores figuras musicales, sobre todo en percusión, como los Cuao, los Cervantes, entre otros; e hizo parte de orquestas muy famosas, entre ellas La Tropibomba.

En 1982, Longa llega al bar Juan Pachanga. Después de la inauguración del sitio, que fue con Eddie y Charlie Palmieri, su dueño, Larry Landa, lo invitó.

Landa consiguió traer a Alfredo de la Fé, quien le pidió que le ubicara un grupo en Cali. Larry Landa le dijo que el único que podía hacer un grupo para este tipo de música era ‘Pichirilo’, quien para ese momento tocaba en Las Ricuras haciendo jazz.

“Me retiré de Las Ricuras y me fui a tocar a Juan Pachanga. Armé el grupo para este lugar con Alfredo de la Fé en un principio. Y después se trajo a Héctor Lavoe, yo dirigía el grupo”.

El acompañamiento de Lavoe fue un momento muy importante de su carrera. Longa asegura que el reconocido
cantante era una persona muy generosa, humilde y tranquila.

“De él aprendí muchas cosas. Su trato con los músicos era excelente, de mucho respeto y facilidad para hacernos entender. Desde que llegó hasta que se fue de Cali, su trato con nosotros fue muy efectivo”.

Cuando estuvo en el Grupo Niche existieron dificultades administrativas con Jairo Varela que llevaron a su retiro y el de otros músicos el 25 de diciembre de 1987.

Con el precedente del Grupo Niche, en 1988 decidieron crear un nuevo colectivo. Así es como nace Orquesta Internacional Los Niches.

Video Thumbnail

Para los días en que crearon el grupo, un comisionado de Quintana Travels fue en busca del Grupo Niche pero, en palabras de Pichirilo, “al parecer no fue muy bien atendido en la oficina”. Ahí le informaron que varios del grupo se habían ido y formado uno nuevo.

Video Thumbnail

“Estábamos programados para un sitio en Juanchito, llamado Don José y el hombre fue a escucharnos. Arreglamos y con él fue nuestra primera salida internacional. Nos llevó a Europa”.

Al concretar la separación de Jairo Varela, debían buscar su identidad. Longa resalta que justo en esa época estaba sonando la salsa romántica.

Video Thumbnail

“El hermano de nuestro pianista nos compuso Si supieras. Para esa momento habíamos ingresado a Gustavo Rodríguez al grupo que terminó siendo un gran cantante. Y es así como seguimos la línea de la salsa romántica con Los Niches”.

Además de Si supieras, el grupo tuvo grandes éxitos como Qué es lo que tiene Cali, Ella no tiene la culpa y Me tienen vigilado, entre otras.

Aquí una interpretación clásica de Si supieras:

Video Thumbnail

Además de Lavoe, otra de las grandes figuras de la música con quien compartió Landa fue Petronio Álvarez, ícono de la música del Pacífico. Afirma que fue unos de los primeros percusionistas, teniendo 7 u 8 años, que tuvo la oportunidad de tocar Mi Buenaventura junto a este personaje.

Recuerda que un día ‘El Cuco’, como se le conocía a Álvarez, llegó buscando a su padre, pues estos se conocían desde jóvenes, ya que ambos eran de Buenaventura. “Mi papá estaba durmiendo cuando alguien lo llamaba, yo me asomé y vi a este hombre muy grande con su guitarra debajo del brazo. Entró y se pusieron a tomar y tocar y mostrarle lo que había compuesto”.

Su padre sacó la batería y Longa empezó a seguirlo. “Me mostró lo que le había compuesto a Buenaventura, sin yo saber nada de ese ritmo, solo siguiéndolo en el tiempo que tocaba”.

Alejandro Longa hizo parte de más de siete agrupaciones, y la percepción frente a la música en los diferentes roles siguió siendo la misma. Asegura que lo importante de la música es sentir y querer lo que se hace.

Afirma que de un grupo a otro siempre siguió existiendo el deseo de dar todo por el todo al ejecutar su instrumento en cualquiera de los géneros musicales. “Se trata de sentirlo y tener el concepto claro de cómo se debe tocar e interpretar cada género”.

Lo que muchos llaman “el golpe pichirilo” o “el golpe pichi” se caracteriza por ser un estilo muy tranquilo para tocar. Longa alega que a ejecutar el timbal y la batería lo intenta hacer de una forma muy digerible.

“Evito el estruendo en la percusión, soy cerrado. Me preocupo más por acompañar a que me acompañen. Tocar para la orquesta”. Y así de tranquilo se percibe el espíritu de “Pichirilo” Longa.

* De Fundación Color de Colombia para El Espectador.

Por Michelle Serna Esquivel*

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscríbete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.