¿Cómo mejorar la seguridad de los periodistas? ¿Y cómo evitar que sus comunicaciones sean interceptadas? Buscando aportar soluciones a esos interrogantes, la Fundación para la Libertad de Prensa (Flip) se embarcó en el desarrollo de una nueva aplicación para teléfonos móviles. Los primeros avances de esta herramienta, llamada Hancel, fueron realizados por algunos periodistas mexicanos que buscaban evitar ser víctimas de la oleada de violencia que enfrenta su país. La Knight Foundation financió el primer prototipo, que tuvo un costo aproximado de US$50.000.
Pero en México el proyecto se estancó y, un año después, la Flip lo retomó en Colombia con una inyección de capital cercana a los US$30.000. El desarrollo de ese segundo intento estuvo a cargo de la Fundación Karisma, una organización que promueve el uso de tecnologías en perspectiva de la seguridad informática y la protección de los derechos humanos. Hancel, cuyo nombre es una fusión entre la palabra “celular” y el nombre del tradicional personaje de los Hermanos Grimm —ese que deja rastro en el bosque para poder regresar a casa—, ofrece tres opciones para blindar las comunicaciones de los periodistas y mejorar su seguridad física.
La primera es una alerta de pánico, que permite suministrar información sobre la ubicación de los comunicadores cuando su vida corra peligro. Por ejemplo, durante los viajes de trabajo a regiones en las que el conflicto siga latente o a la hora de realizar entrevistas con personajes que se encuentren en la clandestinidad. La idea es que en un eventual caso de secuestro, retención ilegal u otro tipo de agresión, los periodistas puedan enviar un mensaje de alerta desde la pantalla de inicio de la aplicación u oprimiendo repetidamente el botón de encendido de su teléfono celular. El mensaje, a su vez, le llega a una serie de contactos que han sido previamente agrupados haciendo uso de una opción denominada “anillos”.
Los usuarios pueden crear distintos “anillos”, bajo las categorías que consideren convenientes. Por ejemplo, seleccionando los contactos por grupo familiar, medio de comunicación o círculo de amigos. La alerta, que es enviada vía mensaje de texto o correo electrónico, contiene la ubicación geográfica aproximada desde la que fue enviado el mensaje y el nivel de batería del teléfono. Con esa información, los contactos podrían acudir a las autoridades para emprender eventuales tareas de búsqueda y localización.
Las otras dos opciones buscan garantizar la seguridad de las comunicaciones, teniendo en cuenta el carácter sensible de algunos de los datos que circulan entre periodistas. Por ello, los desarrolladores cifraron las comunicaciones vía chat y voz IP, que se pueden realizar entre los usuarios de Hancel gracias a la integración del primer prototipo con un software llamado Linphone. El uso de ambos desarrollos, que son de uso libre, también constituye una garantía de seguridad, toda vez que sus códigos pueden descargarse y estudiarse para detectar posibles “huecos” por donde personas inescrupulosas puedan extraer información.
En un país como Colombia, en el que, por cuenta del espionaje desatado por los organismos de inteligencia, los periodistas y defensores de DD.HH. buscan proteger la privacidad de sus comunicaciones, aplicaciones como Hancel y otros desarrollos de seguridad informática podrían contribuir a proteger el derecho de los ciudadanos a ser informados. A la par, la Flip busca que los comunicadores cuenten con mecanismos de defensa frente a aquellos personajes que ven en el periodismo una seria amenaza para sus intereses políticos y económicos.