Cada día es más común oír sobre sostenibilidad ambiental y economía circular como elementos esenciales de la vida humana, de los gobiernos y de las organizaciones.
Por eso, los Titanes que trabajan por la protección del medioambiente, asegurando la supervivencia de territorios específicos que se encuentren en amenaza, fortaleciendo áreas para facilitar la preservación de especies de fauna y flora, creando emprendimientos de nuevos modelos de economía, entre otros, son claves para formar el país que soñamos.
Como Alexander Durán, ganador de la categoría Sostenibilidad Ambiental y Economía Circular, un Titán que inspira a transformar el mundo.
“Nací en un pueblo al sur de Córdoba que se llama Monte Líbano, mi infancia y adolescencia estuvieron rodeadas del paisaje de ese pueblo en el que muchos no teníamos agua, ni luz”, cuenta el Titán Alexander Durán.
“Pero tuve la oportunidad de ir a la universidad y allí fue cuando me encontré con esos dos extremos de la vida, donde unos tienen que salir a buscar agua, mientras otros no crecen con ese tipo de dificultades. Ahí fue donde decidí que quería enfocar mis estudios en cosas que realmente impactaran a la sociedad”, complementa el diseñador industrial y gráfico.
Entonces, luego de trabajar en otras organizaciones, creó en 2015, junto con un grupo de personas que también estaban buscando ese camino de hacer proyectos sociales, la Fundación Tierra Grata, el mismo nombre del barrio donde creció Alexander Durán que, según cuenta, simboliza esa búsqueda de oportunidades y de bienestar de cada persona que está buscando salir adelante.
“Partimos de que dentro de la naturaleza se encuentran todos los recursos que uno requiere para sobrevivir: el agua que cae del cielo, la luz que se convierte en energía... y eso se conectaba con el propósito que teníamos en la organización: generar soluciones como alternativas amigables con el medioambiente y crear oportunidades”, comenta Alexander.
El propósito del cordobés, dedicado a enfocar sus esfuerzos, conocimientos profesionales y capacidad creativa para materializar proyectos de beneficio colectivo, es solucionar rápido y a bajo costo las carencias de servicios básicos en comunidades vulnerables y en su mayoría distantes de los centros urbanos.
Sus alternativas de desarrollo mejoran la calidad de vida y se aplican en tres frentes: energía, agua y saneamiento.