El dilema al que todo estudiante se enfrenta

La familia, amigos e intereses propios afectan en la decisión de elegir carrera.

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¿Qué carrera estudiar? Esa es la gran pregunta a la que se enfrentan millones de personas y en su mayoría jóvenes que están decidiendo qué rama elegir y prepararse para una vida laboral. No es una decisión fácil ya que son varios factores que influyen en el proceso como las orientaciones de los padres, los anhelos de los amigos, los intereses personales y el entorno en que cada uno se mueve.

Por eso, uno de los primeros aspectos que se deben tener en cuenta es una reflexión personal y autoconocimiento para que cada uno pueda identificar sus fortalezas, debilidades, áreas de interés y las expectativas frente al tema. Es un proceso de introspección que permitirá hacer una mejor elección y emprender ese camino académico que, con la pandemia ocasionada por el coronavirus, se destaca por el constante cambio.

En este contexto y para darle herramientas a las personas a la hora de tomar esta decisión en entrevista para El Espectador, Carlos Arturo Calderón, director de Promoción y Divulgación Fundación Universitaria Konrad Lorenz, habló de pasión, rentabilidad y esas carreras clave en la nueva normalidad.

¿Qué se debe tener en cuenta a la hora de elegir carrera?

Lo ideal es conocer muy bien el perfil ocupacional de la carrera, sus distintos campos de desempeño, roles y cargos típicos, pues corresponden a lo que el estudiante se dedicaría toda la vida; para hallar información de manera fácil y rápida sobre éstos nada como los buscadores de empleos para profesionales.

Luego se debe explorar los diferentes enfoques y perfiles profesionales que, para la misma carrera, ofrecen las universidades en las que se podría estudiar, éstos deben guardar consonancia con las áreas de desempeño laboral que le atraen al estudiante.

Es clave conocer y comparar varias versiones de la carrera y en lo posible diferenciarlas respecto de carreras afines o muy similares.

¿Cuándo hablan de vocación, a qué hacen referencia y que más influye para elegir carrera?

Lo vocación se refiere a un conjunto de variables asociadas al potencial que tiene una persona para una actividad u oficio, en primer lugar, está la inclinación o atracción que se siente hacia éste, la cual habitualmente se asocia con qué tanto siente uno que se le facilita; normalmente nos atrae aquello, en lo que creemos que nos ira bien.

¿Se deben tener habilidades específicas para las carreras o se pueden desarrollar en el camino?

Creo que hay de parte y parte. Hay oficios como la composición musical o muchos otros, que en teoría todos estamos en capacidad de aprender y ejercer, pero definitivamente hay personas que tienen una serie de habilidades que hacen que, en igualdad de condiciones, se les facilite más aprenderlos y practicarlos. Pero, las ‘habilidades innatas’ por sí solas, sin un interés legítimo y una disciplina para desarrollarlas, se quedan sin desplegar su potencial pleno; por lo que es habitual que una persona, sin tanto de ese regalo de la genética, pero una gran dedicación, consiga ser mucho más competente y tener un desempeño sobresaliente.

Por supuesto, la combinación ideal es que, teniendo el talento innato para una actividad, uno se dedique con tesón y disciplina a desarrollarlo. Esa es la cantera de dónde proceden los más grandes exponentes de todo género de profesiones y oficios.

¿Qué carreras podrían ser la mejor elección en este tiempo que denominan la “nueva normalidad”?

En realidad acudiría a los grandes pensadores y visionarios de la actualidad y muchos de ellos parecen coincidir en que las carreras que se asocien con la denominada Revolución 4.0 o revolución basada en las tecnologías, son algunas de las que mayor demanda tendrán en las próximas décadas; entre ellas están la ingeniería de sistemas y las matemáticas aplicadas, la ingeniería industrial y en particular subcampos de éstas como la inteligencia artificial, la automatización industrial y la analítica de datos. Entramos en una era de oro para las ciencias y las ingenierías.

¿Cuál es el otro extremo?

En el otro extremo, los expertos hablan de la gran importancia de las humanidades, en una época en que las tecnologías ‘nos deshumanizan’, pues nos llevan a interactuar cada vez más mediante dispositivos, alejándonos del calor y la edificante experiencia del contacto personal y de las relaciones socioafectivas, tan necesarias en nuestro sano desarrollo.

Esto da lugar a la proliferación de gran variedad de problemáticas personales e interpersonales, que abren un gran espacio para la demanda de profesionales en psicología, sociología, pedagogía y en general profesionales que ayuden al ser humano a relacionarse, comportarse, aprender y adaptarse a unos nuevos y cada vez más demandantes entornos familiares, educativos y laborales.

¿Con la pandemia generada por el coronavirus, creen que haya nuevos aspectos para tener en cuenta para elegir carrera, explíquenos?

Debido a la infinidad de cambios que ha generado la pandemia del Covid-19 en el ser humano, se presume que los adolescentes se sentirán más atraídos por buscar y elegir carreras que desde su perspectiva, les permitan aportar a la consolidación de un mundo más equilibrado, más enfocado en lo fundamental, menos consumista, más eco-responsable, más incluyente, que se valga de las tecnologías para escalar soluciones con mayor cobertura y alcance poblacional.

Los padres, familiares y amigos cercanos siempre influyen en la decisión de qué estudiar cómo manejar el tema y no dejarse presionar.

Lo mejor es llenarse de argumentos sólidos y éstos solo son posibles si se dispone de información objetiva, confiable y suficiente. La mayoría de consejos y advertencias de nuestros allegados sobre la conveniencia o no de elegir una carrera, se basan en opiniones infundadas y desinformadas y contra su influencia nada como disponer de datos reales sobre sus áreas de especialidad, demanda laboral comparativa, sus asignaciones salariales promedio por áreas de desempeño y niveles de cargos, etc. información toda de libre acceso y disponible en escenarios como los citados buscadores de empleo, las páginas web de gremios o asociaciones de profesionales y las de las universidades que las ofrecen, entre otras.

En la balanza siempre está la pasión y la rentabilidad, ¿en este tiempo se puede estudiar lo que a uno le gusta y ser rentable?

Cuando se persigue el dinero antes que otros valores más trascendentales y estables como amar lo que se hace, se corre el riesgo de no conseguirlo o de conseguirlo con cierta dosis de insatisfacción que nos acompañará toda la vida. Si por el contrario uno elige un oficio o profesión que le apasiona, le será fácil ser excelente en lo que hace y ser notado sin mayor esfuerzo; la rentabilidad del trabajo llegará por añadidura y mejor aún, llegará acompañada de altas dosis de logros y satisfacción (rentabilidad emocional).