1. Más realismo y menos idealización
Si bien la publicidad se ha encargado de construir arquetipos estéticos alejados de la realidad, es el momento para que las marcas se acerquen a las personas en su día a día, pero ya no como un público externo al mensaje, sino como parte del mismo, es ahora cuando las personas están más propensas a recibir mensajes que no sean perfectos necesariamente, que sean más como cada uno de ellos, de esta manera la gente se sentirá identificada con las marcas que reconocen los mismos miedos e inseguridades a los que nos enfrentamos todos en la vida diaria. Y esto solo se logra con mensajes poderosos que derrumben los estereotipos que se han transmitido por años de generación en generación y que empoderen a las personas a ser únicas y celebrar su autenticidad en el mundo, así las marcas tendrán un espacio real en el corazón de las personas y se acercarán a sus vidas de una forma más relevante y oportuna.
2. Proyectos y mensajes diversos
En un momento donde todos estamos conectados, donde cada vez hay más ventanas y cercanía con las otras culturas en el mundo, es necesario que las marcas se acerquen a esa diversidad que nos caracteriza, en un país donde hay 50 millones de formas de ser colombiano, no podemos hablar de colombianidad como una sola, es el momento de vivir eso que va mucho más allá de un comercial con niños o adultos de diferentes colores, es el momento de pensar en esas diferentes culturas que convivimos en un solo país, en esas necesidades de una comunidad lejana, de una etnia o una población ajena a la nuestra. Solo en el momento que las marcas le den la relevancia a conservar nuestra identidad, a rescatar lo diversos y diferentes que somos, en ese momento van a lograr acercarse realmente a las personas con mensajes oportunos para cada uno.
3. Incluyentes en todo momento
Es difícil poner fin a las diferencias entre las personas, pero las marcas pueden hacer lo posible para que todos podamos convivir, para crear espacios aptos para que todos vivamos en un mismo lugar a pesar de ser y pensar muy diferente. Esos espacios son momentos que pueden ser iniciativa de cada marca, espacios que ya no solo se limitan a lugares físicos, también lugares virtuales donde comuniquemos las diferencias que nos enriquecen y aportan como seres humanos. En el momento que abramos como marcas esos espacios que llevan a las personas a reflexionar, a ponerse en el lugar del otro, las personas lo van a agradecer, y van a construir esa afinidad que las marcas siempre andan buscando, y no por subirse a una tendencia o por crear una cercanía con una minoría, sino por acercar a las demás personas a esos que siempre hemos visto tan ajenos a la vida de cada uno de nosotros.
4. Disminuir la desigualdad
En un país donde las brechas sociales y económicas son cada vez más grandes, donde las grandes oportunidades están concentradas en un porcentaje muy pequeño de la población, las marcas deben generar oportunidades que sirvan como puente, que conecten a las personas menos favorecidas con esas opciones para salir adelante, con esos programas que les permitan prepararse y acceder a mejores oportunidades en la vida de cada uno, solo en ese momento las marcas van a lograr acercarse al corazón de personas que realmente los necesitan, y que estarían dispuestas a crecer con ellas.