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En medio de un panorama de recuperación, el 2021 representa un año de muchos contrastes, de transición, adaptación y, para muchos, la oportunidad para retomar los sueños que quedaron pausados por la pandemia del Covid-19. Sin embargo, hoy tenemos señales de esperanza con los planes de vacunación y lo cual trae mayor claridad, en comparación con algunos meses atrás. En este contexto, consideramos sumamente importante seguir acompañando a los colombianos en el cumplimiento de sus sueños, con un foco importante en la educación financiera, guiando a las personas para entender y aplicar la relevancia de darle un uso correcto a recursos tan importantes como lo son las cesantías.
Hoy los colombianos somos más conscientes sobre la importancia de prepararnos para los imprevistos del futuro, valoramos y entendemos cuán importante es el ahorro. Igualmente, la coyuntura ha ratificado la relevancia que tienen las prestaciones sociales, especialmente las cesantías, pues además de ser ese seguro frente al desempleo y un ahorro para alcanzar sueños como la vivienda y la educación, en 2020 con la habilitación de retiro por disminución de ingresos se convirtieron en ese “salvavidas” que les ha permitido a miles de trabajadores colombianos, atender parte de sus necesidades en la contingencia económica que generó la pandemia.
Precisamente se acerca uno de los hechos económicos con mayor importancia en el país, la temporada en la que los empleadores consignan estos recursos a sus empleados y en la que los colombianos suelen retirar sus cesantías. Así que hoy, más que nunca, quienes administramos estos recursos tenemos el deber de asesorar a los trabajadores para que no solamente conozcan cómo se pueden usar las cesantías, sino que debemos trascender a acompañarlos durante todas las etapas de sus vidas para que tomen decisiones acertadas y responsables que les permitan estar cerca del cumplimiento de sus metas.
Durante 2020, reafirmamos que las cesantías fueron un salvavidas para los colombianos que perdieron sus empleos: el 43% de retiros en Protección se debieron a esta causa. Si se tiene en cuenta que, antes de la pandemia, en promedio y en Colombia, un trabajador se tardaba entre seis y ocho meses para conseguir empleo nuevamente, y teniendo en cuenta la complejidad de la coyuntura actual, cobra aún mayor relevancia el hecho de poder contar con este respaldo económico. Por otro lado, durante 2020, el 35% de los afiliados de Protección emplearon las cesantías para compra o remodelación de vivienda, cifra que demuestra que esta sigue siendo una de las principales metas para los colombianos.
De otro lado, la educación propia o de la familia también encuentra un aliado en las cesantías, pues el año pasado, el 8,7% de los afiliados a cesantías en Protección retiraron sus ahorros para aquel fin. Por ello, se han fortalecido los convenios con cientos de instituciones educativas en todo el país, para que el proceso sea 100% online. Las cifras anteriores ratifican la necesidad de acompañar a los colombianos para que cada vez sean más conscientes de la importancia de ahorrar y usar adecuadamente sus cesantías, como un seguro frente a los imprevistos.
Además de reconocer la fortaleza del país al contar con un mecanismo como las cesantías para momentos coyunturales como el actual, en Protección reiteramos nuestra invitación a elevar la cultura de ahorro en Colombia, como el mejor mecanismo para afrontar contingencias como las actuales. Por eso, como parte del acompañamiento a nuestros clientes, continuamos fortaleciendo #TomaElControl, una plataforma pedagógica de Finanzas Personales para orientar con herramientas, facilidades de ahorro, simuladores y contenido a miles de colombianos que quieren y necesitan mejorar su relación con el dinero y el endeudamiento e incorporar pequeños hábitos que les permitan elevar su nivel de ahorro.
El 15 de febrero, por ser la fecha límite para que los empleadores cumplan con la consignación de las cesantías, se considera como uno de los hechos económicos de mayor importancia en el país. Estimamos que la consignación de estos recursos tenga una dinámica similar a la que ha tenido el empleo en Colombia y que a cerca de 8,6 millones de colombianos les sea consignado este ahorro como impulso para el cumplimiento de sus proyectos de vivienda y educación y, sobre todo, como seguro de desempleo.
Así que nuestra invitación permanece para que las personas acudan a los expertos para recibir asesoría profesional que les permita llevar unas finanzas personales en orden y, de esta manera, contribuir a su bienestar personal y emocional, incluyendo la práctica de un uso adecuado de las cesantías, recursos pensados para permanecer ahorrados mientras no se necesiten, para que puedan continuar generando rentabilidades y convertirse así en el salvavidas para enfrentar situaciones imprevistas o coyunturales como lo es la pérdida del empleo o la disminución de los ingresos.