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Un poco de la historia de este plato
Aunque no se conoce con exactitud la historia de la harina de coco, se sabe que se originó en Tahití y La Polinesia. Surgió como derivado de la leche de coco, resultante de la pulpa que quedaba en su proceso de preparación. Una vez que se extraía la leche, se tomaba la pulpa y se secaba en un horno tradicional llamado “Ahima’a”.
Después de su descubrimiento, la harina de coco fue particularmente común en países como Filipinas, Malasia y Nueva Zelanda. Hoy en día la harina de coco se ha popularizado por ser libre de gluten y por ser recomendada en la dieta “Paleo”.
Te invitamos a prepararla en casa, es mucho más económica que la que encuentras en los supermercados y, además, te aseguras de que esté libre de conservantes.
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Ingredientes para 80 g de harina:
300 gramos de coco fresco
agua (la cantidad de agua depende de si quieres preparar leche o crema de coco)
Preparación
Prepara leche o crema de coco.
Después de preparar la leche o crema de coco, aparta la pulpa de coco en una bandeja y lleva al horno a 120 °C por aproximadamente 4 horas.
Saca del horno y deja reposar.
Lleva la pulpa seca a una licuadora o procesador de alimentos. Licua hasta que te quede como una harina.
Lleva la harina a un recipiente de vidrio. Se conserva en un lugar fresco hasta 30 días.
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Montaje
Usa esta harina para preparar deliciosos postres saludables. También puedes utilizarla para apanar pescados.
¡Trucos de la abuela!
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