Un poco de la historia del pan
El pan sin gluten es un fenómeno relativamente nuevo y muchos lo han comparado con otras dietas de moda. ¿Por qué la panadería sin gluten solo ha sido popular en las últimas décadas cuando el trigo existe desde hace milenios?
El cultivo de trigo se remonta desde las primeras civilizaciones. Sin embargo, fue en la época de la revolución industrial que las fábricas empezaron a producir pan en grandes cantidades, por lo que se vieron obligadas a modificar el cultivo y el procesamiento del trigo para producir a gran escala y a mayor velocidad.
Con el aumento de la riqueza de las naciones occidentales hubo un aumento en la cantidad de alimentos disponibles. La prevalencia de las dietas a base de trigo condujo a los primeros casos de la enfermedad celíaca y esta empezó a ser diagnosticada por profesionales médicos. Es posible que el aumento en el consumo de este trigo modificado en las últimas décadas se correlacione con el aumento de la enfermedad celíaca y la intolerancia al gluten en todo el mundo.
Fue hasta mitad de los noventa que el pan libre de gluten se empezó a producir, reemplazando el trigo por harinas de granos enteros y cereales como el arroz, la avena, quinoa, entre otros. El pan de la receta de hoy son unos pancitos hechos a base de harina de almendras y su textura esponjosa es gracias al psyllium husk y al polvo de hornear.
Come en estos pancitos al desayuno, para acompañar sopas, cremas o para preparar mini hamburguesitas.
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Ingredientes para 4 ó 5 pancitos:
1 taza de harina de almendras (o ½ taza de harina de arroz y ½ taza de harina de almendras)
2 cucharadas de psyllium husk en polvo
1 cucharadita de polvo de hornear
1 cucharada de chía
½ cucharadita de sal marina o rosada
½ cucharadita de ajo en polvo
2 huevos
1 cucharada de vinagre de manzana
3 cucharadas de aceite de coco o mantequilla clarificada
3 cucharadas de agua tibia (45 mililitros)
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Preparación
Precalienta el horno a 180C/350F.
En un tazón mezcla los ingredientes secos con un batidor de mano: 1 taza de harina de almendras, 2 cucharadas de psyllium husk en polvo, 1 cucharadita de polvo de hornear, 1 cucharada de chía, ½ cucharadita de sal marina o rosada, ½ cucharadita de ajo en polvo.
En un recipiente aparte mezcla los ingredientes húmedos: 2 huevos, 1 cucharada de vinagre de manzana, 3 cucharadas de aceite de coco o mantequilla clarificada
Vierte los ingredientes húmedos en los ingredientes secos y mezcla con una espátula de silicona.
Añade lentamente el agua hirviendo y continúa mezclando. La masa se espesará a medida que pase el tiempo (alrededor de 1 minuto).
Separa la masa en 4 ó 5 partes y forma las bolitas con las manos (la masa es bastante pegajosa). Puedes rociarte un poco de mantequilla clarificada o aceite de coco en las manos para que no se te pegue la masa. Simplemente, enrolla la masa en la palma de sus manos para lograr bolitas perfectas.
Ubica las bolas sobre un papel parafinado previamente engrasado en una bandeja para hornear y hornea por 25 minutos.
Saca del horno y deja enfriar sobre una rejilla de hornear.
¡Trucos de la abuela!
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