
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Un poco de la historia del té de menta
El té de menta es una bebida sencilla y aromática que puedes preparar en pocos minutos, perfecta para disfrutar caliente o fría. Su frescura herbal lo convierte en un clásico atemporal que acompaña muy bien cualquier momento del día. Con solo hojas de menta y agua caliente, obtienes una infusión versátil que combina delicioso con limón o miel.
Además de su sabor vibrante, la menta es conocida por aportar una sensación de ligereza digestiva y frescura respiratoria. Sus aceites esenciales liberados durante la infusión ayudan a calmar el estómago después de las comidas, pueden aliviar tensiones y aportan una sensación refrescante. Es una opción natural, ligera y reconfortante.
La menta ha acompañado a distintas culturas por siglos. Los egipcios la utilizaban en aplicaciones medicinales y se han hallado rastros de la hierba en tumbas del siglo I a. C. En la Grecia antigua simbolizaba hospitalidad y frescura, y los romanos la empleaban para perfumar banquetes. Con el tiempo, su cultivo se extendió por Europa y América, convirtiéndose en una de las hierbas más apreciadas del mundo.
Gastronomía: Saludable .
También puedes congelarlo para conservarlo más tiempo
- Tiempo de preparación: 5 minutos.
- Tiempo de cocción: 5 minutos.
- Porciones: 1.
Ingredientes
- 1 taza de hojas de menta fresca
- 4 tazas de agua
Preparación
Lleva el agua a hervir unos 3-5 minutos.
Frota las hojas de menta entre tus manos para activar su esencia.
Transfiere la menta a un frasco resistente al calor y vierte el agua hirviendo sobre ella. Cubre con una tapa o un plato pequeño y deja reposar por 5 minutos.
Si te gusta la cocina y eres de los que crea recetas en busca de nuevos sabores, escríbenos al correo de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com) para conocer tu propuesta gastronómica. 😊🥦🥩🥧