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Su nombre era Juliana. No se hacía llamar así, ni era un alias. Ella murió la mañana del 24 de septiembre de 2020 a causa de un disparo en un retén militar entre los pueblos de Miranda y Corinto, en el departamento del Cauca. Durante el juicio que inició esta semana, la defensa de Cristian Saavedra, soldado acusado como único responsable de los hechos, argumentó que Juliana ya estaba muerta antes de llegar al retén. Pero, tanto la Fiscalía como las Fuerzas Militares (FFMM) desmienten la hipótesis y aseguran que Juliana falleció como efecto de una operación militar. (Caso Poulos: fallas en traducción al inglés podrían llevar a la revictimización)
Juliana se desplazaba en un carro marca Mazda y de color blanco con su esposo, Francisco Larrañaga, y otras dos personas. Según los testimonios presentados por la Fiscalía, en el camino, se percataron de la presencia de soldados sobre la vía, pero como no llevaban los papeles del vehículo, decidieron que lo mejor era evadir el control de los militares e hicieron una maniobra de retorno. Ante esto, el soldado Cristian Saavedra, quien estaba cerca de terminar los 12 meses de su servicio militar, disparó y una de las balas entró por el parabrisas trasero e impactó en la cabeza de Juliana. (”Tal vez en otro momento lo sucedido a Juliana Giraldo hubiera quedado sepultado”)
El caso conmocionó al país. “¡Miren, no llevamos nada, me mataron a Juliana, ese man le pegó un tiro en la cabeza, parce, mire! ¡Ayúdeme, por favor!”, se escuchaba decir a Larrañaga en un video viral. Asimismo, hubo una indignación social debido a que las autoridades y algunos medios de comunicación se refirieron a Juliana como un hombre, pasando por encima de su identidad de género. De hecho, en un documento recientemente revelado por El País, se descubrió que al interior de las FFMM la ficha técnica de los eventos lleva el título de “Muerte Carlos Julio Giraldo Díaz, reconocida por el nombre JULIANA”.
Este caso avanzó en las justicia ordinaria. Con el objetivo de que no se venzan los términos, durante los próximos días se estarán adelantando las audiencias ante un juzgado de control de garantías de Popayán, en donde el juez debe determinar no solo si el disparo fue la causa de la muerte, sino si Saavedra es responsable del delito de homicidio en persona protegida, a razón de la identidad de género de Juliana, que es la acusación que hace la Fiscalía. Hay que añadir que este juicio fue aplazado por varias razones, entre ellas la solicitud de la defensa para obtener todas las copias de las pruebas que han estado en manos de un fiscal especializado de la unidad contra delitos relacionados con los derechos humanos. (Fiscalía dice que hay 11 imputados por violencia de género en el paro nacional)
Hasta el momento, públicamente se sabe que Saavedra terminó su servicio militar un mes y una semana después del homicidio de Juliana y nunca recibió sanciones disciplinarias. Además, el soldado se ha declarado inocente. En un principio, aseguró que el vehículo buscó evadir el control militar, le disparó a la llanta generando que la bala rebotó y terminó impactando a Juliana. Sin embargo, cara al juicio, su abogado defensor, José Luis Villafañe, ha asegurado que tienen las pruebas suficientes para argumentar que Juliana ya estaba muerta cuando llegó al retén.
Según una publicación de la Revista Semana, el acusado envió un documento a la Fiscalía defendiendo su inocencia y solicitando que se investigue nuevamente el caso, ante presuntas evidencias de balística que revelarían que el disparo de Saavedra no habría sido el responsable de la muerte debido a su trayectoria. En los fragmentos publicados se lee reiteradamente que se refieren a Juliana con pronombres masculinos y la tildan de “señor”. El Espectador consultó a las organizaciones LGBTIQ+ Caribe Afirmativo y Colombia Diversa, y ambas opinan que esto constituye una discriminación por prejuicio ya que intencionalmente deciden ignorar la identidad de género de Juliana. (En video: La Gata era ella, no él)
A pesar de los argumentos presentados por la defensa, la Fiscalía afirma que no tiene dudas de que Saavedra le quitó la vida a Juliana, ya que, a la fecha, ha recogido pruebas y más de 20 testimonios que lo señalan como único implicado. Además, como se establece en el reportaje de El País, “desde el principio los militares entendieron que la causa de la muerte fue el disparo, y no han señalado ninguna otra hipótesis”. Esta información está sustentada en la revisión de los más de 516.000 documentos filtrados en los Guacamaya Leaks.
Por ahora, se está a la espera que el juez de control de garantías de Popayán decida si acepta la petición de las autoridades de renovar la medida contra el soldado o acepta los argumentos presentados por la defensa.
Por Redacción género y diversidad
