Las relaciones financieras de la comercializadora DMG con diversos sectores de la economía siguen causando estragos. Esta vez una empresa de la industria del entretenimiento resultó ser la afectada. Este martes la Comisión Nacional de Televisión (CNTV) declaró la caducidad del contrato para la operación y explotación del servicio de televisión satelital que le otorgó a la empresa Elite Entertainment Televisión S.A.
La decisión del organismo regulador se produce dos semanas después de la publicación de una investigación de El Espectador que demostró los nexos de la concesionaria con la firma DMG a través de la empresa Inversiones Sánchez Rivera y Cía. S.A., conocida como Supermercados el Gran Trigal, eje de la operación de DMG en el país.
La concesión había sido otorgada el 28 de agosto de 2007, por decisión mayoritaria tomada por los comisionados Carolina Hoyos, Ricardo Galán, Juan Andrés Carreño y Fernando Álvarez, y en contra de Eduardo Noriega, quien se opuso enfáticamente a la determinación, argumentando que Elite era una empresa de papel.
Luego de una prórroga, la concesión debía entrar en operación esta semana. Pero una inspección a la compañía realizada el viernes demostró diversos incumplimientos, al punto que en Madrid (Cundinamarca), sitio en donde se suponía se recibirían y retransmitirían las señales satelitales, alguna de las oficinas también se utilizaba en servicios de perrera, cuarto de san Alejo, lavandería y tendedero de ropa.
En otra de las sedes de la compañía, ubicada al norte de Bogotá, se detectó como infraestructura cinco escritorios vacíos. Desde el punto de vista técnico y contractual, la visita inspectiva determinó que la empresa no contaba con los equipos técnicos para desarrollar su actividad, no había empezado a emitir señales de prueba, no contaba con contratos con programadores internacionales y no había registro de usuarios.
Con base en estos hallazgos la CNTV declaró la caducidad del contrato. La determinación implica además que Elite no puede volver a contratar con el Estado en los próximos cinco años, debe pagar la totalidad de la licencia y una multa equivalente al 20% del valor total de la concesión.
La historia de la empresa Elite y sus vínculos con DMG se originó cuando El Espectador publicó una lista de empresas relacionadas con la comercializadora en donde apareció Elite. Posteriormente, en una nueva publicación, se evidenció que en la USB de Margarita Pabón, mano derecha de David Murcia, existían varias comunicaciones en donde se mencionaba el funcionamiento de la concesionaria a través de su asesor clave, Fernando Grisales.
Precisamente, una tercera entrega explicó cómo Grisales recibió cinco giros en efectivo y en cheques por $1.680 millones, provenientes de Inversiones Sánchez Rivera y Cía. S.A. (El Gran Trigal), empresa que manejó multimillonarios recursos de DMG y que fue intervenida recientemente por el Estado.
Con la decisión de la CNTV permanecen en el mercado de la televisión satelital las compañías Telefónica de España y DirectTV.
El socio mayoritario y los giros
El accionista mayoritario de Elite S.A. es Rafael Roberto Valenciano Valderrama, un estudiante de ingeniería de la Universidad Sergio Arboleda, de 28 años de edad. Posee el 81,5% de la empresa. La compañía Plus TV y otros seis socios forman parte de la empresa.
Sin embargo, el ‘cerebro’ de la compañía es Fernando Grisales, hermano de la diva Amparo Grisales. Éste recibió $1.680 millones de la empresa vinculada con DMG.
Millonarios giros con que se pagó la licencia a la CNTV fueron en efectivo.