El pasado lunes 21 de enero, a las 9:40 de la noche, se produjo un extraño accidente en el río Medellín. Un camión recolector de basuras de las Empresas Varias de Medellín (Emvarias) se precipitó a ese río. El conductor y su ayudante sufrieron contusiones y fueron dados de alta al día siguiente por médicos del hospital de Barbosa. El vehículo regresaba de descargar residuos del relleno sanitario La Pradera, ubicado en el municipio de Don Matías.
Esa misma noche y durante los días siguientes, agentes de Tránsito y del Cuerpo Técnico de Investigaciones (CTI) de la Fiscalía empezaron a indagar sobre lo sucedido. Las pesquisas preliminares del accidente mostraron que el vehículo transitaba despacio, a una velocidad de 45 kilómetros por hora, que su conductor no estaba en estado de embriaguez, que el camión circulaba en perfectas condiciones mecánicas y que la curva por donde transitaba antes de precipitarse al río no requería mayor pericia.
Con los resultados preliminares de la investigación, conocidos por El Espectador, hoy ronda la duda de si se trató de un sabotaje por parte de personas que se muestran en contra del proceso que busca alquilar 50 camiones de basura para hacer eficaz el servicio de recolección en la capital antioqueña. Desde hace dos meses muladar es un término que usan con mayor frecuencia los paisas al ver las calles de Medellín a diario.
Es un camino con algunos pasos similares al que inició Bogotá hace unos meses y que tiene con un pie en la calle al alcalde Gustavo Petro. La diferencia allí es que en vez de comprar los vehículos, la empresa Emvarias busca a través de la figura del renting (arriendo) tener disponibles 50 nuevos camiones compactadores con motor de gas natural para su recolección las 24 horas.
Todo es a través de una jugosa licitación por $50.114 millones que tiene interesados, por ahora, a 15 empresas nacionales y extranjeras. Un proceso que causa ampolla desde el pasado 15 de enero cuando se abrió y que no dejará de ser polémico el próximo 25 de junio cuando se adjudique. Es que recoger 1.450 toneladas de basura que los medellinenses producen a diario es un asunto entre difícil y rentable.
Pero la tesis del sabotaje al proceso no sólo se fundamenta por el incidente del camión que cayó al río Medellín. Los registros de la subdirección de operaciones de Emvarias dan cuenta de inusitados períodos de producción de basura llegando a las 3.000 toneladas. Aunque la dotación de carros no es suficiente, es claro que una vez pasan los recolectores en al menos diez sectores aparecen “brigadas” que botan residuos en las calles y envían fotografías de los desperdicios por diversos medios Una situación que se agudizó en diciembre y enero.
En los talleres de la empresa el panorama tampoco es alentador. La oficina de Control Interno de Emvarias adelanta varios proceso contra funcionarios por manejos indebidos de inventarios y combustible. Iván Vanegas, presidente del Sindicato, ha señalado que el problema es que no hay carros suficientes, se retrasan los turnos y por eso se acumula la basura en las calles de la ciudad.
El columnista Pascual Gaviria ha sido más directo sobre el tema y ha denunciado que de por medio están los concejales de la ciudad. En su columna, “La guachafita del Concejo de Medellín”, ha señalado que varios ediles de la capital paisa tienen intereses burocráticos en Emvarias y de negocios con el manejo de mantenimiento, gasolina y repuestos de los vehículos, y por eso están bloqueando el proceso.
Por su parte, los concejales han ripostado con todo. En diciembre pasado, los 21 cabildantes que integran la corporación firmaron una petición de moción de observación contra el gerente de Emvarias, Javier Ignacio Hurtado, y le pidieron la renuncia. Uno de ellos, el combativo Bernardo Alejandro Guerra, ha sido enfático en manifestar que el renting de los camiones es el camino a la privatización de la empresa. O Luis Bernardo Vélez, quien ha expresado que entregar a terceros el transporte pone en riesgo el patrimonio de la ciudad de un modelo público que ha sido exitoso en términos financieros y de servicio.
Un reciente negocio con el alquiler de otros 15 camiones a la compañía Interaseo ESP, del empresario William Vélez, también es objeto de polémica. Según uno de los cabildantes, no se entiende cómo hacen un millonario contrato con Vélez para prestar el servicio cuando fue excluido de la prestación del servicio de basuras en Bogotá durante la administración del alcalde Gustavo Petro. Emvarias responde que fue una invitación y que: “Se llegó a un acuerdo para llevar 400 toneladas al día a la Estación de Transferencia del Sur en Sabaneta, lo que supone un ahorro de tiempo en las rutas”.
Ante el debate suscitado por el arrendamiento de los camiones, Javier Hurtado, gerente de Emvarias, señaló que: “Estamos comprometidos con un proceso de modernización que nos volverá líderes en la recolección de basuras en el país. En ese proceso vamos a renovar la manera como veníamos haciendo las cosas desde hace 50 años. Los cambios, obviamente, generan incertidumbre y hasta resistencia en algunos sectores, eso es normal, hasta que comprenden las bondades y los beneficios del nuevo modelo. Estamos explicando el modelo y lo vamos a seguir explicando cuantas veces sea necesario”.
El proceso sigue subiendo de tono. Luego de la polémica experiencia de Bogotá y la destitución del alcalde Petro, desde la segunda semana de enero aparecieron en escena los funcionarios de la Procuraduría Delegada para la Vigilancia Preventiva de la Función Pública. Están acompañando y vigilando la millonaria licitación de los camiones. Entre dudas y certezas ya se empiezan a observar las actuaciones del alcalde Aníbal Gaviria, como ya se hizo con dos funcionarios, a quienes una noche su camión navegó en el río Medellín.
Un reciente informe de seguimiento
En diciembre pasado Juan Carlos Peláez Serna, contralor de Medellín, presentó un informe de seguimiento a la gestión y mantenimiento de los vehículos recolectores de basura en la capital antioqueña encontrando que su desempeño en términos generales fue eficiente. Sin embargo, el organismo de control fiscal mostró reparos en lo que tiene que ver con el mantenimiento de los mismos. Precisó que las reparaciones tienen problemas en cuanto a la oportunidad y planteó otros escenarios de competencia. Un proceso similar al renting se había intentado realizar durante la administración del alcalde Alonso Salazar Jaramillo, pero el sindicato de Emvarias y el Concejo se opusieron. La empresa genera 270 empleos y 1.800 contratistas entre escobitas, conductores y ayudantes.Las metas con el nuevo proceso
La entrada de Emvarias al grupo EPM está ligada con construir ciudades y sociedades sostenibles. Un componente de una ciudad atractiva y competitiva es que haga un correcto manejo de sus basuras y con innovación. Con las plantas de tratamiento de aguas residuales la empresa señala que tiene un componente en la generación de biosólidos, que es complementario al negocio de residuos sólidos. Indica que con todo el proyecto que se tiene de saneamiento del río Medellín, se está generando una cantidad de biosólidos que con los residuos orgánicos que tiene Emvarias pueden enriquecer y mejorar y van a llevar en un futuro al compostaje y a producir abonos orgánicos de muy alta calidad. Para la empresa, “vivimos en un país que está llevando más del 90% de los residuos sólidos a rellenos sanitarios y por eso vemos una oportunidad en ayudar a esa transformación, como en Suecia y Holanda, donde menos de 10% de residuos se están llevando a rellenos sanitarios”.Los casos de Medellín y Bogotá
MEDELLÍN
EPM tiene desde 1998 en sus objetivos la prestación del servicio de aseo.
El Concejo de Medellín apoyó de forma unánime la transformación de Emvarias y su compra por parte de EPM.
La compra de Emvarias por parte del Grupo EPM corresponde a un plan claramente estructurado entre las entidades y el Municipio de Medellín
El grupo EPM aporta experiencia y gestión administrativa, financiera, social y ambiental.
Emvarias se constituye como empresa filial del Grupo EPM, por lo tanto su experiencia y el talento humano se mantienen. Emvarias tiene experiencia de 49 años en la prestación del servicio público de aseo.
Emvarias se consolida 100% pública, con manejo empresarial.
Emvarias es una empresa sostenible con empleados y contratistas comprometidos y capacitados y con usuarios satisfechos.
En Medellín hay libre prestación del servicio de aseo y a pesar de ello nunca se ha entregado el servicio de aseo a operadores privados y se ha contado con el apoyo del Concejo para evitar estas situaciones.
Emvarias es dueño y opera el relleno sanitario La Pradera, el cual tiene licencia ambiental por más de 15 años y con capacidad disponible para otros 20 años.
En Medellín siempre se ha cumplido con la recolección en los horarios y frecuencias establecidos.
BOGOTÁ
En Bogotá se tenía contratada la prestación del servicio de aseo con privados desde 1993, luego de la liquidación de la EDIS.
La UAESP no logró concretar la licitación de aseo entre 2010 y 2012 por decisión de la Corte Constitucional.
La Corte, mediante el Auto 275 de 2011, el cual solicita el cumplimiento de la Sentencia T 724 de 2003, determina la obligatoriedad de incluir a los recicladores organizados en la prestación del servicio de aseo
La decisión administrativa y operativa de Bogotá fue la siguiente:
Cambió los estatutos de la Empresa de Acueducto de Bogotá y le incluyó en su objeto la prestación del servicio público de aseo.
Sacó una licitación para comprar más de 200 vehículos para prestar el servicio de manera directa.
Terminó los contratos con los operadores privados hasta el 17 de diciembre de 2012.
Comenzó a prestar el servicio de aseo de manera directa el 18 de diciembre de 2012.
Por diferencias en el tiempo de la llegada de los compactadores fue necesario prestar el servicio con volquetas.
Para la operación incluyó personal nuevo y sin experiencia, lo cual generó dificultades en la prestación del servicio.
La operación del relleno Doña Juana se realiza a través de un operador especializado y no directamente.
En la actualidad tiene contratada la operación en un 48% (aprox.) con empresas privadas (Aseo Capital y Ciudad Limpia).
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@norbeyquevedo