A pesar de que el estudio muestra que el incremento de ventas de líneas celulares está relacionado con el aumento del mercado del usado, para Rodrigo Lara Restrepo, presidente de Asomovil, esta es una conexión equivocada. Dice que la venta libre de líneas móviles ha sido un factor de desarrollo e inclusión de los estratos más pobres.
¿Cree que la venta de simcards tiene relación con el hurto de celulares?
Vender simcards baratas generó que el 80% de los usuarios sean de estratos 1, 2 y 3, generando impacto social. No creo que esto fomente el robo. Celulares roban en todo el mundo. En Colombia matan por un celular o por unos tenis.
Pero, ¿a qué costo ha sido toda esa masificación de líneas?
No veo el problema de vender simcards en cualquier establecimiento. El objeto de las compañías es vender líneas y no pueden dejar de hacerlo porque hay robos. Es como decirle a un fabricante de navajas suizas que no venda, porque con ellas están atracando. Si las tarjetas no se vendieran de esta forma, no se hubiera masificado el servicio en los estratos pobres. Además, ¿cuál es el pecado de vender? ¿Cómo pueden asociar la venta de simcards con el crimen? Se está planteando que los pobres que compran muchas simcards alimentan el mercado del teléfono robado o usado, es un error.
Pero una persona que compra una línea sin equipo acude al mercado del usado, que se alimenta de celulares robados.
… Y? ¿Entonces dejamos de vender? ¿Decirle a la gente que no puede comprar una línea porque podría comprarse un celular robado? Están asociando cosas sin relación. Los miembros de una familia pobre pueden tener cuatro simcards y un solo equipo celular, que se lo prestan. La multipropiedad de tarjetas es la forma de darles comunicación a los estratos bajos.
¿Definitivamente para los operadores no existe ninguna relación entre estos temas?
Acá los teléfonos se los roban porque hay delincuencia. El robo de celulares no es culpa del operador. Para el operador lo que deja ganancias es la venta de líneas, no de equipos. A los operadores les da igual que cualquiera pueda venderlos o que la restrinjan. El negocio de vender equipos es secundario.
¿Tratar de desligar estos fenómenos no es darle la espalda a esta situación?
¿La sugerencia entonces es no vender? ¿Decirle a la gente pobre que no tiene con qué comprar un teléfono que no se le vende una tarjeta sim porque existe el riesgo de que compre un terminal hurtado? Eso sería frenar el crecimiento de las líneas por un asunto de hurto de celulares y ahí no reside el problema.
¿Cómo ve las medidas que implementa el Gobierno para tratar de frenar esta situación?
Esperamos de corazón que sean medidas exitosas. Hemos advertido los problemas técnicos que se pueden presentar y hemos advertido la necesidad de que el Gobierno pueda sellar acuerdos para compartir las bases de datos negativas con otros países. Sin embargo, esto son medidas de policía, aduaneras y orientadas a controlar los puntos de ventas de terminales. Es un asunto del Gobierno.