Una atractiva mujer cercana al círculo de poder del gobierno Uribe. El zar de los medios comunitarios y su compañera. Y la cónyuge de un comisionado de televisión son los nuevos protagonistas de un episodio más en la historia de la Comisión Nacional de Televisión (CNTV), que busca elegir en su junta directiva al representante de los gremios del sector.
Un asunto que se comenzó a calentar el pasado 30 de diciembre, cuando el Ministerio de Comunicaciones expidió un decreto mediante el cual fijó el procedimiento para elegir el reemplazo del comisionado Fernando Álvarez, quien durante dos períodos representó en la CNTV a los actores, directores, libretistas, productores, técnicos, periodistas y críticos de televisión.
Mientras las caras conocidas de la industria descansaban por las vacaciones de comienzo de año, el asunto pasó inadvertido, pero en las dos últimas semanas de enero se despertó un inusitado interés por la elección. Comenzaron entonces las reuniones, los pactos y las estrategias de los interesados y, finalmente, los gremios de la industria pusieron las cartas sobre la mesa. Por eso, el miércoles, la Registraduría admitió 192 asociaciones del sector y aceptó la inscripción de 22 aspirantes al cargo de comisionado.
Un listado con precandidatos tan diversos algunos como desconocidos otros, y en los que confluyen intereses de representantes del Gobierno, la propia CNTV, la clase política, los canales comunitarios, los técnicos, los periodistas y el entorno íntimo de varios poderosos del sector. Un proceso que desde ya se centra en una encrucijada electoral en donde sobresalen cuatro candidatos que definirán su suerte el próximo 5 de marzo.
El círculo Uribe
Era junio de 1995 cuando Adriana María Saldarriaga, una joven abogada de la Universidad de Medellín, llegó a Bogotá. Con la convicción de salir adelante para complementar sus estudios y con los contactos propios de su familia que conocía al entonces congresista Mario Uribe empezó a trasegar por varios cargos en la administración pública.
Pasó por la Procuraduría, por el Congreso de la República, el Ministerio de Comunicaciones y la Comisión Nacional de Televisión. Cuando Mario Uribe asumió la presidencia del Senado retornó allí y se convirtió en su mano derecha, era su secretaria privada y la directora administrativa del Congreso. Un papel que repitió con la fórmula de Mario Uribe, el congresista William Vélez, quien también la nombró como directora administrativa cuando fue presidente de la Cámara de Representantes.
La abogada Saldarriaga no les falló y el paso tanto de Uribe como de Vélez por la presidencia de las cámaras alta y baja no dejó dudas sobre los manejos administrativos. No obstante, para ella el costo fue alto y nada pudo hacer su defensor, el abogado Juan Carlos Moncada Zapata, hombre de confianza del ex senador Mario Uribe, porque en 2004 la Procuraduría la sancionó dos veces con multa por manejos contractuales indebidos en el Senado.
Luego de la sanción pasó por la Contaduría General de la Nación. Y desde 2005 sus contactos la llevaron a ocupar el cargo de asesora de la junta directiva de la CNTV. Allí se convirtió en ficha clave. En sólo tres años y medio ha pasado por seis cargos asesores y directivos. Algunos expertos consultados por El Espectador coinciden en que es una mujer trabajadora, con experiencia en el sector de las telecomunicaciones y bien relacionada, pero con algunas deficiencias conceptuales en asuntos jurídicos.
Actualmente es la subdirectora de asuntos legales de la CNTV. Y sus conceptos a veces causan polémica. Por ejemplo, el año pasado fue la artífice de la polémica integración de Telmex con otras compañías de cable.
Agradece la oportunidad que le brindó el ex senador Mario Uribe y cuando el año pasado éste estuvo preso por el caso de la parapolítica, Saldarriaga lo visitó en la cárcel La Picota.
No quería aspirar a ser comisionada, pero hace pocos días un ex ministro de Estado y varios funcionarios de la CNTV la convencieron para que se postulara. Aceptó y hoy aspira al cargo en representación de los directores y libretistas de televisión.
Sabe que la elección es difícil, ya tiene algunos votos y en los últimos días en nombre suyo un funcionario de la CNTV habló con el consejero presidencial José Obdulio Gaviria para lograr más apoyo del Gobierno.
Rival y subordinada
Zulma Constanza Casas García es funcionaria de la Comisión Nacional de Televisión. Está nombrada en el cargo de Tecnóloga adscrita a la oficina de asuntos legales de la entidad. Su jefa es Adriana Saldarriaga.
Tiene 30 años de edad y hace cerca de tres que ingresó a la Comisión de la mano del comisionado Fernando Álvarez. Allí ha laborado en asuntos secretariales y de auxiliar administrativo. Tiene estudios de derecho.
Su vida laboral es variada. En 1996 fue productora satélite en un programa de televisión. Luego se desempeñó como auxiliar de una abogada externa del Fondo Nacional de Ahorro. En 2001 trabajó en eventos del Parque Tecnológico Maloka. En 2002 y 2003 hizo la logística para el Reinado Nacional de la Belleza, en Cartagena.
Posteriormente se le apuntó a mercadear y hacer las relaciones públicas al taller de actuación de Alfonso Ortiz y antes de ingresar a la Comisión Nacional de Televisión trabajó en la sala de ventas del edificio Torre Legoddt.
En el ente regulador de la televisión conoció al comisionado Fernando Álvarez y hoy es su compañera. Con el vencimiento del período de Álvarez, hace unas semanas, éste empezó a promocionarla como su sucesor.
Aceptó y esta semana se inscribió en representación de las asociaciones de periodistas y críticos de televisión. El Espectador conoció que, por ahora, tiene el respaldo de 34 de las 46 asociaciones que representan a los comunicadores y es inminente su elección por este sector.
El zar y su amiga
A sus 60 años, Alberto Pico Arenas es el hombre más polémico de la televisión comunitaria en Colombia. Cuando apenas cumplía los 20 años, hacia 1969 empezó a incursionar en el negocio de la televisión. Trabajó y creó varias empresas del sector. Por 1987 empezó cuando apenas nacía la televisión por cable a través de antenas comunales. Creó el Grupo Comunicar y se dedicó a asesorar y a prestar asistencia jurídica y técnica a los microempresarios comunitarios de la televisión.
Ayudó a legalizar varios gremios de la industria en el ámbito comunitario. En los últimos años ha creado cerca de 600 asociaciones de televisión comunitaria. Ha participado en las últimas dos elecciones para comisionado de televisión, pero ha retirado su postulación.
Se le cuestiona porque supuestamente hizo asociaciones comunitarias de ‘papel’ en municipios alejados con parentesco familiar para que participaran en anteriores elecciones. Y posteriormente fue cuestionado por la Procuraduría por presuntamente violar el régimen de inhabilidades. “Siempre ha sido evidente el hecho de que las dos elecciones en que participó el señor Alberto Pico Arenas se encuentran igualmente viciadas de nulidad”, señaló el Ministerio Público en 2005.
No obstante, Pico se presentó y se inscribió esta semana y nuevamente es precandidato en representación de los directores y libretistas de TV.
Sin embargo, si el empresario Pico no gana tiene un plan B. Se trata de su novia, la abogada Tatiana Josefa López Manrique. Es una abogada de 35 años egresada de la Universidad Rafael Núñez, de Cartagena, que en la pasada elección dio el voto por el hoy comisionado Alberto Guzmán, quien la nombró en su despacho.
Durante 11 años trabajó en una empresa de televisión comunitaria en Barranquilla antes de llegar a la CNTV. Hoy aspira a ser comisionada en representación de los técnicos de televisión y ya tiene la mayoría de la votación en su sector.
La elección se definirá en un mes. Y por ahora lo único claro es que tres funcionarias de la Comisión Nacional de Televisión manejan los hilos del poder y van adelante en un proceso que nunca dejará de ser polémico.
Conceptos de los precandidatos
Adriana Saldarriaga
Precandidata a la CNTV
“No desconozco haber trabajado con Mario Uribe y que me ayudó a formar. Los conozco a él y a William Vélez, pero mi trayectoria indica que he hecho las cosas más por mérito que por apoyos políticos. Siempre se quejan de la falta de perfil de los comisionados y esta vez creo que tengo un buen perfil para desempeñar el cargo”.
Alberto Pico Arenas
Empresario y precandidato a la CNTV
“Llevo 35 años en este sector y estoy en él mucho antes que naciera la Ley 182 de televisión. Me duele que el Gobierno me estigmatice. Con la expedición del decreto el Gobierno le metió la mano a la elección, ya que no les permitieron votar a cerca de 120 asociaciones. Ellos buscan que sea elegido en la CNTV alguien cercano”.