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Dice el adagio popular que en las peleas de las comadres se conocen las verdades. Pues eso parece suceder en un nuevo capítulo del caso DMG. Esta vez con dos protagonistas de primer orden que tienen un denominador común: su cercanía con la Casa de Nariño. Son ellos el polémico abogado Óscar Iván Palacio y el ex consejero presidencial para los municipios Alfazar González.
Esta vez las diferencias entre los dos personajes dan como para alquilar balcón. Luego de que el primero reconociera sus nexos con DMG y el segundo tuviera que dejar su cargo por documentos y grabaciones que evidenciaron su relación con la comercializadora, ahora el agarrón mayor parece ser por la recepción de dineros de parte de la empresa de David Murcia.
Palacio sostuvo en privado que su otrora amigo asesoraba a DMG desde el año pasado y por ello recibía cuantiosos honorarios; Alfazar González negó tajantemente haber recibido dineros de la comercializadora, aunque reconoce que sí se relacionó con la intervenida firma.
Pero en medio de la controversia, El Espectador conoció una serie de comprometedores comprobantes de egreso que pueden evidenciar que por los bolsillos de González y de Palacio circularon varios millones de pesos en efectivo provenientes de DMG.
Se trata de cinco comprobantes de egreso a nombre de Alfazar González por un valor total de $30 millones que se llenaron, según se desprende de los propios recibos, por concepto de honorarios, asesoría jurídica, consultoría o consejería en relaciones públicas. Los dineros fueron girados en los meses de marzo, abril, mayo, junio y julio de 2008, en momentos en que DMG crecía ante la mirada indiferente de las autoridades.
Un testigo le relató a El Espectador el modus operandi tanto del abogado como del ex consejero presidencial para los municipios para recibir el dinero. Según explicó, Palacio llevó a González ante la mano derecha de Murcia, la abogada Margarita Pabón. En noviembre de 2007 González asistió a un encuentro de gobernadores en Corferias. Después, por medio de Palacio, se tramitó una cita para DMG en la Superintendencia de Industria y Comercio. Y luego, en marzo del año pasado, lo invitaron a dar una conferencia en Cartagena. Coincidencialmente, los comprobantes de pago tienen fecha de inicio de marzo.
Con otra perla que muestran los comprobantes. Desde esa fecha, relata el testigo, Palacio y González se veían. Este último lo presionaba por los pagos y justamente Palacio era quien le reclamaba los dineros en efectivo en la oficina de Margarita Pabón. Después el abogado se los entregaba en su oficina o en otros sitios del centro de la ciudad.
No obstante, del modus operandi quedó rastro y por eso los comprobantes aparecen a nombre de Alfazar González y la firma de recibido es la del abogado Óscar Iván Palacio. Ahora, después de conocerse el asunto de los comprobantes de egreso, se tratará de establecer si, como lo asegura el testigo, cerca de $45 millones de DMG financiaron la campaña a la alcaldía de Frontino de su actual mandatario, Balmore González, hermano del ex asesor presidencial.
Alfazar González niega categóricamente todo. Óscar Iván Palacio guarda silencio. Aunque esporádicamente hablan, ya no se tienen la misma confianza de hace varios años que les facilitaba a muchos recorrer a sus anchas los pasillos de la Casa de Nariño. Serán entonces las autoridades las que definan la validez de los comprobantes, cómo se recibió el dinero o si sólo, como en la fábula, se trata de una pelea entre comadres.