Entre el 25 y el 29 de noviembre del año pasado, en el coliseo Salomón Armel Londoño de Pereira, se llevó a cabo la IX Exposición Mundial Equina Confepaso 2009. Casi 900 ejemplares participaron en las modalidades de paso fino, trocha y galope, y el gran ganador fue el caballo Tormento de la Guajira, del criadero La Soja, ubicado en Guaymaral. Diez meses después, por el presunto dopaje del equino triunfador, el gremio de los caballistas está a punto de cisma y el caso derivó en una tutela en defensa del buen nombre del caballo y sus propietarios.
Al evento acudieron más de 60 mil personas y participaron caballos y entrenadores profesionales de Estados Unidos, Puerto Rico, Venezuela, República Dominicana, Aruba y Colombia. El momento estelar fue la final en la competencia de paso fino, donde padre e hijo se trenzaron en una estética disputa. Pero Tormento de la Guajira derrotó a su padre Tormento de la Virginia. La celebración fue en grande en el criadero y, entre los honores al reproductor, avaluado en US$3 millones, se estrenó una canción vallenata escrita en su nombre.
La dicha duró dos meses, porque en la última semana de enero la Federación Nacional de Asociaciones Equinas reportó que varios caballos habían resultado dopados en la Exposición Mundial y que uno de los señalados era Tormento de la Guajira. En efecto, el primero de febrero, el presidente de la Confederación Internacional de Criadores de Caballos de Paso, Víctor Manuel Chavarro, notificó al propietario del equino que los análisis químicos que le habían sido practicados dieron positivo para las sustancias cafeína y teofilina.
Una semana después el mismo presidente de Confepaso comunicó oficialmente a todos los afiliados que en el Mundial de Pereira eran cuatro los ejemplares que habían resultado positivos en las pruebas de doping y que se iban a adelantar los respectivos procesos disciplinarios. Pero más se demoró el dirigente en informar lo sucedido que en armarse la pelea por internet. Sobre todo cuando uno de los socios escribió que otros 39 caballos habían dado positivo y no se habían adoptado decisiones de fondo frente al escándalo.
“Es una vergüenza lo acontecido con el dopaje del mundial en Pereira (...) Cómo es posible que 43 caballos den positivo a sustancias prohibidas y tres meses después no se hayan tomado acciones al respecto. Parecería que los principios de honestidad y buen juicio fueron comprados y silenciados por unos pocos (...) Para qué necesitamos a Confepaso para que nos embarren con sus trampas y cochinadas. Es hora de decirles adiós, búscate otro bobo para que te mantenga, porque no te necesito”, escribió un socio desde Puerto Rico.
La explicación llegó por cuenta de otro socio afirmando que si bien los resultados del laboratorio Quasfar M&F S.A. habían reportado positivo de cafeína o teofilina en 43 ejemplares, el caso se reducía a cuatro caballos que sobrepasaron los límites de valoración en ambas sustancias. Para el 17 de marzo el asunto ya era de dominio internacional y Carlos López, representante de la firma Pasofinotv, envió una carta pública a los directores de asociaciones de caballistas, para que se aclarara cuáles iban a ser las consecuencias del dopaje.
El 21 de abril, la presidencia de Confepaso respondió a todos los delegados de 11 países informando que el propietario de Tormento de la Guajira ya había hecho sus descargos y que en el mes de julio se tomarían las determinaciones del caso. Y de nuevo, vía internet, se reeditó la polémica. “Como dice el refrán: colorín colorado, el cuento se ha acabado”, escribió un socio en tono irónico. Y de inmediato llegó la réplica: “El que hizo la ley hizo la trampa, y aquí la trampa estaba hecha hace meses, desde que se las arreglaron para jalar el mundial para allá contra viento y marea”.
El tema subió de tono, las acusaciones apuntaron a presuntos intereses para beneficiar a Colombia, hasta que uno de los socios escribió con tono conciliatorio: “Hermanos del foro, lamentablemente no importa el país. Esto es feo y bochornoso, aquí hubo agendas individuales y mala intención (...) le están haciendo mucho mal a nuestro país y exponiéndolo al mundo entero. Hermanos caballistas, no pierdan la confianza, esperamos encontrar gente que dignamente represente nuestros caballos”.
Después de la tormenta, el 5 de julio, desde San Juan de Puerto Rico, la presidencia de Confepaso informó su decisión de sancionar a los cuatro ejemplares que habían resultado positivos en el mundial de Pereira. Y, como era de esperarse, el representante legal del caballo Tormento de la Guajira, el gran ganador en la modalidad de paso, salió a defender al equino. El abogado Mauricio Fonseca argumentó que conoce al caballo desde que tenía diez meses y que también puede dar fe de quien fue su propietario hasta el mes de febrero.
Se refirió a Miguel Rodríguez Fadul, de quien exaltó su reconocida honorabilidad en distintos recintos feriales. Luego volvió al caballo, al que calificó como “el mejor del mundo”. Y agregó: “Por esta situación siempre fue sangrado, tanto en las exposiciones que ganó como en las que fue retirado por indocilidad debido a su falta de madurez”. Después dijo que el chalán del caballo, Gabriel Martínez, cuando terminó la competencia entregó el ejemplar y el veterinario de prepista no le hizo requerimientos.
Sin embargo, según Mauricio Fonseca, el veterinario Diego García observó que en el protocolo de muestras se omitió un paso significativo: la impresión de la firma y cédula en el formato de identificación de muestras del responsable del ejemplar. Dicho formato lo firmó después la señora Rina Victoria Navarro, esposa de Fonseca. Lo extraño es que este documento nunca apareció. Fonseca dice que o fue sustraído o se encuentra perdido y existe prueba testimonial de que este hecho ocurrió realmente.
Además, el representante legal del caballo sostuvo que con el propósito de contestar los cargos, en las propias oficinas del laboratorio Quasfar y en presencia de delegados del evento y del chalán del caballo, se abrió la contramuestra sacándola de la bolsa de seguridad registrada en el anexo al pliego de cargos. Pero curiosamente, insiste Fonseca, el adhesivo no estaba firmado ni registrado con número de cédula. Es decir, que se pudo haber roto la cadena de custodia. Sólo tenía una raya y ninguna anotación del veterinario.
A pesar de la argumentación y reclamos del abogado Fonseca, el pasado 19 de julio, en un documento de 13 páginas, el Consejo Directivo de la Confederación Internacional de Criadores de Caballos de paso decidió sancionar al caballo Tormento de la Guajira prohibiéndole participar por un año en cualquier evento del organismo y asociaciones afiliadas. De paso sancionó también al criadero y al chalán con seis meses de prohibición y multa de cien dólares. Y lo peor, despojaron del título al caballo y al propietario del premio económico.
Los dueños del caballo saben que su apelación no tendrá efecto. Por eso, a través del abogado Abelardo de la Espriella, por vía de tutela, van a reclamar por la violación de los derechos a la igualdad, honra, buen nombre y debido proceso. Su pelea está centrada en que hubo trato discriminatorio por la “escogencia subjetiva y parcializada de las muestras y contramuestras”, que se está sembrando un manto de duda frente a los propietarios y que el mejor caballo de paso del mundo, colombiano, es hoy un equino en entredicho.
Argumentos de la defensa en el caso
Al considerar que hay graves irregularidades en la aplicación de los procedimientos antidoping por parte de Confepaso en el caso de Tormento de la Guajira y al observar similar conducta en el caso del ejemplar Ponderosa Estrategia, el abogado penalista Abelardo de la Espriella interpondrá acciones de tutela.
El asunto radica, según el jurista, en que hay selección subjetiva y parcializada de muestras y contramuestras de los ejemplares que participan en eventos organizados por las dos entidades: “Lo que tiene como propósito sancionar o ignorar los resultados positivos de acuerdo con sus intereses particulares”.
Sin embargo, el caso plantea un interesante debate jurídico sobre la competencia que existe para entablar estas acciones, como en el caso Confepaso, que agremia a asociaciones en el ámbito internacional. Al respecto, De la Espriella asegura que hay jurisprudencia que permite hacerlo.
Tradición que se afecta con el 'doping'
En diferentes modalidades se considera a Don Danilo, Tupac Amaru, Amadeus, Resorte IV o Tormento de la Virginia como algunos de los mejores ejemplares en la historia hípica de Colombia. Sin embargo, Tormento de la Guajira parece estar rompiendo todos los récords en razón a que en cuatro ocasiones ha sido campeón mundial. Su genealogía muestra a Tormento de la Virginia y a la yegua Guajira como sus padres. Hace pocos meses cambió de dueños y por él se pagó una importante cifra. Por salto a una yegua se paga hasta 10 millones. Con el equino sancionado por ‘doping’ y sin posibilidad de participar, la generación de ingresos se anula.
Al interpretar la sanción impuesta al ejemplar, sustancias como la cafeína y teofilina hacen que el Tormento de la Guajira camine más rápido y se ponga más alerta a los movimientos a su alrededor, es decir, más despierto. En consideración de Confepaso este elemento constituye ‘doping’, igual lo considera Fedequinas.