En la época del crimen de Gómez Hurtado estaba en la Brigada XX y ya había pasado por inteligencia en Bucaramanga. Después marchó a Urabá y regresó a Bogotá, donde se le probó que participó en el secuestro y asesinato de Benjamín Koudhari.
Fue condenado a 40 años de prisión y se evadió en una guarnición militar en 2003. Un año más tarde, los periodistas Jorge González y Jairo Lozano, en su libro La censura del fuego, volvieron a reseñarlo como el señalado por un fallido testigo que intentó probar que fue la persona que maquinó con el paramilitarismo el asesinato del periodista Jaime Garzón.
Por El Espectador
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