El Juzgado Segundo Penal del Circuito de Bogotá declaró culpable al empresario Andrés Jaramillo por los delitos de cohecho -es decir, soborno- e interés indebido en la celebración de contratos. La Fiscalía probó que Jaramillo entregó millonarias coimas (casi $2.000 millones) a tres concejales y a Iván Hernández Daza, exdirector de la Unidad de Mantenimiento Vial (UMV), a cambio de un contrato para reparar la malla vial bogotana en 2010.
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Así también, la Fiscalía aseguró que Jaramillo se interesó indebidamente en el contrato, y gozó de beneficios para que su empresa fuera seleccionada. El exdirector de la UMV apoyó la Unión Temporal Vías Patria, permitió la revisión de su oferta y su corrección, antes del cierre de la licitación. Ante la decisión del Juez, el ente acusador pidió una pena de 10 años y nueve meses de prisión.
Según el ente acusador, Jaramillo logró que se realizaran 78 modificaciones en la licitación pública para la fase III del Transmilenio, que terminaron favoreciendo a su empresa Sociedad Futura. Con esta nueva condena, se suman más de 25 en contra de personas vinculadas al llamado Carrusel de la Contratación de Bogotá.
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Para la Fiscalía, Jaramillo era consciente del incumplimiento del grupo Nule en la construcción de un tramo de la troncal de Transmilenio de la calle 26 y aún así constituyó el grupo Vías de Bogotá SAS, en el que Conalvías, empresa de la que era director, tenía una participación de 96 por ciento.
Al dar su decisión, el Juez manifestó que, “la corrupción administrativa por estos pactos y acuerdos no solamente desde el punto de vista de la administración central del entonces alcalde Samuel Moreno, sino en connivencia con concejales como si fuera un mercado persa las instituciones distritales y las secretarías del distrito a grupos políticos”.
A su vez, el juez indicó que los testigos presentados por parte de la Fiscalía fueron concordantes en las declaraciones entregadas bajo juramento para develar los hechos de corrupción investigados. Aún así, durante el proceso, Jaramillo insistía en declararse inocente de los delitos que se le imputaban. A pesar de esto, el juez ordenó su captura inmediata.