Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Alias “Pini” y alias “Pacho”. Esos fueron los alias con los que el subteniente de la Sijín de Bogotá, Fredy Alexander Gómez, habría confundido a una fiscal capitalina para poder chuzar a dos amigos cercanos de la empleada doméstica Marelbys Meza, ex niñera del hijo de la ahora directora de Prosperidad Social, Laura Sarabia. Al parecer, con información falsa, el uniformado quiso infiltrar las conversaciones de dos personas que no tenían un pelo de criminales y, por esas maniobras irregulares, ahora el subteniente está imputado por fraude procesal.
Lea también: Caso Laura Sarabia: revelan video de prueba del polígrafo practicada a exniñera
El expediente contra el subteniente Gómez se enmarca en el escándalo que representó la salida de Sarabia como jefe de Gabinete del presidente Gustavo Petro, en razón a los presuntos maltratos recibidos por la niñera Meza, a quien Sarabia señaló por el robo de un maletín con dólares en enero pasado. La empleada doméstica fue sometida a la prueba del polígrafo y, como se está desarrollando en un expediente paralelo, su línea telefónica fue interceptada bajo el pretexto de que se trataría de una cocinera del Clan del Golfo.
Pero el caso del subteniente Gómez es diferente, pues a él se le imputa haber maniobrado para chuzar a dos de los amigos de la niñera Meza: Jhonson Pineda y Lucelia Robles. Según la imputación, cuando a Sarabia se le perdió el maletín con los dólares, de inmediato se avisó al Grupo de Hurto a Residencias de la Sijín de Bogotá. El 1 de febrero pasado, los uniformados solicitaron permiso a la Fiscalía para interceptar varias personas, entre ellas Meza, la encargada de seguridad de Sarabia y más empleados de la casa de esta última funcionaria. Como la Fiscalía les respondió que no tenían motivos fundados para interceptar a los trabajadores, el subteniente Gómez se habría ideado un plan.
Podría interesarle: Así fue como policías habrían chuzado a la exniñera de Laura Sarabia
Y esa estrategia consistió, según la imputación, en solicitarle a la Fiscalía ya no chuzar a Meza, sino a un tal alias “Pini” y a un tal alias “Pacho”. Esto “genera la inducción en error de la Fiscal 101 adscrita al grupo de hurtos de Bogotá, quien finalmente ordena la interceptación el 3 de febrero de 2023″, explicó la fiscal del caso. Para soportar esta nueva solicitud, el subteniente Gómez habría dicho que se necesitaba interceptar los números de ambos criminales, quienes en realidad eran Jhonson Pineda y Lucelia Robles, amigos de Meza, dado que un confiable informante de la Policía así lo había determinado. Ahí es cuando entra en escena Rafael Ricardo Santos, también imputado.
Según la teoría del caso, Rafael Ricardo Santos es un exmiembro de la Policía que, a la par, desde 2018 trabajaba como informante del subteniente Gómez. La fiscal explicó que, como el informante Santos llevaba años recolectando información delicada para la Policía, resultaba creíble que diera los abonados celulares de esos tales “Pini” y “Pacho” como objetos de investigación. De hecho, Santos dijo que se habría reunido con “Pini” una semana antes del 1 de febrero de 2023 en inmediaciones del Portal de Suba en Bogotá. Una mentira.
Conozca más: “No hay ningún impedimento”: abogado de Laura Sarabia sobre su regreso al Gobierno
Por esta hipótesis, el subteniente Gómez y el informante Santos fueron imputados por el delito de fraude procesal. La audiencia de solicitud de medida de aseguramiento seguirá este miércoles 6 de septiembre. La Fiscalía solicitó cárcel para ambos. Todavía resta conocer la valoración de la Procuraduría, así como de los defensores de los imputados. Sobre Jhonson Pineda, amigo de Meza, este diario conoció que, además, se publicó información falsa en su contra en la cual fue vinculado como miembro de un grupo delincuencial.
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.