Ataque del ELN en Norte de Santander: un nuevo golpe a la “paz total”

Columnistas, reporteros y comentaristas, siguen dándole cuerda a los enemigos de la paz.

los elenos, las auto defensas gaitanistas, los fedeganes, paramilitares, disidencias, clan del golfo uribista hasta los tuetanos, solo viven en funcion de la masacre, la guerra, la muerte de colombianos inermes, para fortalecer y extender sus negocios del narco latifundio, y cocaina al por mayor.

Al ministro nunca le ha importado el Ejército, y Petro se la pasa justificando cualquier acción terrorista del ELN, con tal de medio sostener su desastre de paz total, que está pegada con babas. No hay gobierno ni a nadie que le importe la libertad y el orden, bajo la mentira del socialismo del siglo XXI.

Considero que hablar de “paz total” no es más que una quimera, un concepto utópico que se pierde en el discurso. No se ha aplicado a cabalidad la constitución del 91 y ahora se pretende hacer que un país herido de tantas injusticias se reponga, la problemática es muy profunda y conlleva ir más allá del papel, de las palabras bonitas. ¿Por qué no comenzar con un proceso educativo serio si es lo único que podrá gestar una pequeña partícula de paz?

Elenos y disidentes creen que la población todavía tiene la visión romántica de la guerrilla del cura Camilo y del Che. Ligados además con los paracos al narcotráfico, minería ilegal, extorsión y otros delitos, cada vez nos recuerdan más a celebres chusmeros como Desquite, Sangrenegra, Efraín González y otras bandas de asaltantes que de despredieron de las guerrillas liberales de Guadalupe Salcedo. Ya no los ven como "liberadores" del pueblo sino como plagas de Depredadores.