La fiscal general de la Nación, Luz Adriana Camargo, y el director de la Policía, el general Carlos Fernando Triana, entregaron nuevos detalles de las investigaciones que se adelantan para dar con los autores intelectuales del atentado contra el senador Miguel Uribe Turbay. Desde Medellín (Antioquia) dieron a conocer no solo el anuncio de una recompensa de $300 millones por información que permita llegar a Elder José Arteaga, alias “El Chipi” o “El Costeño”, uno de los cerebros del ataque, sino también los hallazgos en el celular del menor y nuevas líneas de investigación.
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La titular del búnker fue enfática en que, si bien la Fiscalía respeta el derecho que tiene la ciudadanía a permanecer informada sobre los avances las investigaciones, sin hacer tampoco mayor ruido, pues hay detalles reservados sobre el caso, también es necesario evitar información que pueda afectar el desarrollo de las pesquisas. Por ello, la fiscal Camargo aclaró un asunto que venía siendo rumor desde la semana pasada: las supuestas fotos de ella y del alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, en el celular del menor de 15 años que disparó contra el senador y precandidato del Centro Democrático.
La jefa del ente investigador, basándose en informes técnicos e informáticos, determinó que las fotos encontradas en el celular no corresponderían a una acción deliberada del sicario. Es decir, no se ha probado si existen indicios de que esas fotografías estuvieran alojadas en la galería por decisión del menor por algún motivo en particular. En su explicación, la funcionaria manifestó que los forenses encontraron que esas fotos son de “noticias recientes, que quedan guardadas en una memoria interna rápida o memoria caché“. Y, además, precisó que estas fotografías se habrían guardado de forma automática desde la aplicación de noticias del buscador del celular.
Según los investigadores forenses, esa herramienta descarga y guarda temporalmente fotos y links de noticias recientes en una memoria rápida. El objetivo de este proceso es que estas publicaciones aparezcan cuando se abre la herramienta y sirva de sugerencia para los usuarios. “La inspección hecha respecto a la fecha de las imágenes, que corresponde a abril y mayo del presente año, indica que el poseedor, el adolescente en este caso, no realizó búsquedas asociadas con las personas referidas (...) y no hay indicios de conversaciones o interacciones con otras personas, en las que se mencionara o se hablara del alcalde de Bogotá o la fiscal general”, aclaró el ente investigador.
Ante los micrófonos de la prensa, la fiscal Camargo agregó: “Nosotros estamos revisando una serie de elementos transversales a esta información que nos suministran los técnicos en informática forense. El primero de ellos es si al lado de estas fotografías del alcalde mayor de Bogotá y la fotografía mía aparecen otras fotografías de noticias. Es decir, si el mismo ejercicio de almacenamiento corresponde a un patrón de consulta de información, porque también sabemos que la inteligencia artificial le entrega a los usuarios aquello que ellos normalmente consultan”.
Frente a este punto, tanto la fiscal como el director de la Policía confirmaron que, tras las cuatro capturas que se han realizado hasta el momento, se han incautado ocho celulares, uno de ellos perteneciente al menor de 15 años. Ese móvil, dice la Fiscalía, no es el que se le ve al sicario en diferentes grabaciones de seguridad. De hecho, su teléfono personal fue hallado en su lugar de residencia durante un allanamiento, donde también se encontró un computador y un cuaderno con anotaciones. La Fiscalía, por el momento, continúa revisando chats, contactos y redes sociales del menor para encontrar pistas clave para dar con los cerebros del atentado. De todas maneras, la fiscal Camargo confirmó que tanto su esquema de seguridad, así como el del alcalde Galán, fueron fortalecidos tras la noticia.
Por qué se habla de Caquetá
Durante su presentación sobre los avances del caso, la fiscal Camargo se refirió a un asunto que también está en carpeta de los investigadores. Se trata del departamento de Caquetá, donde fue capturada Katerine Martínez Martínez, alias “Gabriela”, quien le habría entregado el arma al menor de 15 años para cometer el crimen. Las autoridades dieron con su paradero hace más de una semana en Florencia, capital de ese departamento, mientras se encontraba en vía pública. En esa misma ciudad residía Carlos Eduardo Mora González, conductor del carro modelo Spark en el que se movilizaron “Gabriela” y “El Costeño” el día del atentado, y donde el sicario obtuvo el arma y se cambió de prendas.
Pero el hecho de que las autoridades pusieran sus ojos sobre el Caquetá se dio también debido a las declaraciones de “Gabriela” durante las audiencias de imputación y medida de aseguramiento en su contra. Allí, la ahora procesada le contó a los investigadores que, seis días después del ataque, recibió una llamada de “El Chipi” para ofrecerle ir a Florencia y esconderse. Según “Gabriela”, él le dijo que ya tenía todo cuadrado para recibirla y que también habría personas de la guerrilla que la protegerían. Sin embargo, Katerine Martínez asegura que nunca habló con sus supuestos protectores.
“Me dijo que cogiera un bus para Florencia, que no me metiera al terminal, sino que lo cogiera afuera, y que cuando llegara me hospedara en un hotel cualquiera, que en unas ocho o 10 horas me contactaba”, dijo en un primer momento. Y añadió que “El Chipi” le dijo que allí podría hacer cursos con las disidencias. “Le pregunté que qué podía estudiar allá y él me dijo que un curso de drones o de francotirador. Él no mencionó qué grupo de guerrillas, si eran las Farc o cuál, pero dijo que tenía un contacto con la guerrilla allá, que él conocía personas y que no me iba a faltar nada”.
Frente a este asunto, la fiscal mencionó lo que sería la “pista Caquetá”. De acuerdo con la funcionaria, es justamente a ese departamento “a donde nos llevan los autores materiales”. “Esa es la evidencia que tenemos y que es la que estamos desarrollando para poder identificar, y es a donde a donde queremos y debemos dirigir la investigación. Lo que queremos identificar es: ¿quién habría contratado a este grupo, a esta organización sicarial para llevar a cabo este plan? un plan que fue muy bien realizado y planeado y que no fue algo que se hizo en unas pocas horas”. Ante esto, la fiscal aclaró que se investiga cuál facción de las disidencias puede estar vinculada al atentado, pues a alias “El Costeño” o “El Chipi” ya se le había relacionado anteriormente con disidencias de las Farc.
La Fiscalía también indaga el por qué las labores de inteligencia para cometer el atentado se realizaron con al menos dos días de anticipación si, en todo caso, los anuncios oficiales para convocar al evento se hicieron ese mismo sábado. El ente investigador tiene todas sus líneas de investigación abiertas para determinar a los autores intelectuales del atentado que, además, mencionó que no se descarta que sea por motivaciones en contra de Uribe Turbay en su rol como político. Aun en sigilo, pero con avances, la Fiscalía y la Policía trabajan de la mano para alcanzar a quienes se habrían ideado todo un plan con la intención de acabar con la vida del congresista del Centro Democrático.
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