Una caravana humanitaria liderada por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), en el que participó la Defensoría del Pueblo, la Iglesia Católica, la Misión de Apoyo al Proceso de Paz de la OEA, la Misión de Verificación de la ONU y la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, fue interceptada por grupos armados en Arauca.
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La caravana, según información entregada por la Defensoría del Pueblo, tenía como objetivo rescatar a ocho personas que estaban en poder de las disidencias de las FARC. Pero minutos después de ser liberados fueron interceptados por hombres armados que se identificaron como integrantes del ELN, quienes se los llevaron con rumbo desconocido.
Fuerzas Militares le confirmaron a El Espectador que estas ocho personas serían ocho guerrilleros del ELN que fueron retenidos por las disidencias luego de combates que se presentaron a inicios de este mes en ese departamento.
“Este tipo de hecho no tiene antecedentes en la historia reciente de nuestro país, además contraría claramente del derecho internacional humanitario, pero aún más grave, un acto abiertamente desconocedor de las reglas mínimas que deben respetarse en un conflicto. Además de ser una violación del cese al fuego pactado con el gobierno nacional, se convierte en un mal precedente para quienes dicen estar dispuestos a negociar un proceso de paz”, recalcó.
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La Defensoría agregó que el respeto a las misiones humanitarias es una regla básica inquebrantable del conflicto armado no internacional, que permite que entidades como el Comité internacional de la Cruz Roja y la Defensoría del Pueblo puedan trabajar para la protección de los heridos, los secuestrados y retenidos.
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