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Era el 10 de marzo de 2001. En horas de la madrugada, cerca de 500 miembros de los frentes 6 y 31 de la entonces guerrilla de las Farc atacaron la base de comunicaciones que la Armada Nacional tenía en el cerro Tokio, en el corregimiento de El Queremal en Dagua, Valle del Cauca. El hecho dejó al menos 16 militares muertos y múltiples heridos. El Consejo de Estado acaba de condenar a la Nación por la muerte de un civil en dicha incursión armada.
Se trata de Segundo Cristóbal Rosero Cerón, quien fue contratado en noviembre de 2000 para realizar trabajos de adecuación el puesto militar junto con otra persona que perdió un ojo en la toma. Según el expediente, que recoge informes de prensa de la época, había reportes de inteligencia que señalaba que esa base era objetivo estratégico de la guerrilla, por lo que el ataque era previsible.