Este domingo, el general Helder Fernán Giraldo Bonilla le envió una comunicación a los comandantes del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea en la que se les dio directrices, en 26 puntos, para reforzar los protocolos operacionales y así evitar que se repitan “hechos tan penosos y desafortunados como los de Tierralta, Córdoba, y Cumbitara, Nariño”. Al respecto, el alto oficial puso el énfasis en que “ninguna acción que vaya en contra de nuestras directrices, principios y valores puede ser tolerada”.
El general le ordenó a los comandantes realizar revisiones exhaustivas de sus respectivas unidades para garantizar que estén actuando de acuerdo con las normas éticas, morales y jurídicas de las Fuerzas Armadas. Para mantener la integridad de las operaciones, se solicitó un estricto control sobre lo que están haciendo los uniformados en todos los niveles. “Requiero una revisión a fondo de la organización de todas nuestras unidades militares. Esta revisión debe incluir una representación clara de su estructura, roles, tareas y responsabilidades”, indicó Giraldo Bonilla.
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“De ahora en adelante, es obligatorio generar matrices de riesgo en el planeamiento de cada operación. Además, observar de cerca cómo se desarrollan las operaciones de todas nuestras unidades subordinadas”, continúan las instrucciones a los comandantes, en las que también se prohíbe el uso de celulares para grabar operaciones de combate. “De esta forma, podemos mantener un control seguro y efectivo de la información”. El uso de prendas diferentes al uniforme también está prohibido.
El alto funcionario también recordó la importancia de trabajar estrechamente con los equipos de inteligencia en la fase de planeación y desarrollo de las operaciones. Y fue enfático en que los reglamentos y la doctrina debe ser comprendidos en su totalidad por todos los comandantes: “Estos reglamentos y manuales están puestos en marcha para asegurar nuestra cohesión y efectividad como organización y cualquier incumplimiento o desvío de ellos puede comprometer nuestras operaciones y la seguridad de nuestro personal”.
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En el comunicado también se hace referencia a cómo se ve afectada la imagen y la credibilidad de la institución con escándalos mediáticos como los hechos de violencia cometidos en Tierralata contra la población civil. “No podemos permitir más escándalos mediáticos que afecten a nuestra institución ni a nuestro país. [...] Nuestra imagen y credibilidad institucional se ven directamente afectadas por cualquier acción que incumpla la ley, la ética y la moral”, se lee en el documento.
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