Después de suspender circulación de libro sobre pederastia, su autor gana batalla jurídica

El juez promiscuo de San Rafael (Antioquia), Rafael Vásquez Gómez, rechazó una tutela que buscaba proteger varios derechos de un hombre que salió mencionado en las denuncias recopiladas en el libro "Dejad que los niños vengan a mí", del periodista Juan Pablo Barrientos. Este mismo funcionario judicial fue quien, la semana pasada, suspendió la venta del libro.

Redacción Judicial
05 de noviembre de 2019 - 05:14 p. m.
Según el libro de Barrientos, cuatro sacerdotes, un seminarista y un coordinador de acólitos habrían abusado sexualmente de un niño en la parroquia San Rafael Arcángel en el municipio de San Rafael, en el oriente antioqueño.
Según el libro de Barrientos, cuatro sacerdotes, un seminarista y un coordinador de acólitos habrían abusado sexualmente de un niño en la parroquia San Rafael Arcángel en el municipio de San Rafael, en el oriente antioqueño.

El periodista Juan Pablo Barrientos estrenó oficialmente su libro Dejad que los niños vengan a mí el pasado 31 de octubre en el Paraninfo de la Universidad de Antioquia. Lo hizo, pese a una oleada de recursos judiciales que amenazaban con frenar sus planes de lanzar el texto que, se sabía desde el comienzo, iba a avivar la controversia pues su temática son denuncias de pederastia contra la iglesia católica colombiana. Y hoy, Barrientos ganó otra batalla clave: un juez promiscuo de San Rafael (Antioquia) rechazó una tutela que buscaba proteger varios derechos de un hombre que salió mencionado en las denuncias recopiladas en el texto.

(En contexto: Juez de Antioquia suspende circulación de libro con denuncias por pederastia)

Se trata del juez Rafael Vásquez Gómez, el mismo que suspendió la venta del libro hace una semana por solicitud del tutelante, como medida provisional. Su decisión que le echó más leña al fuego de la controversia pues, abogados de Dejusticia -que han apoyado a Barrientos- la calificaron como una medida de censura previa y el tema se discutió así mismo en distintos medios de comunicación. En su nueva decisión, el togado hizo una escueta referencia a su determinación previa, aclarando que ya fue revocada. Ahora, el juez explica que rechazó la tutela porque no se logró comprobar que, con el libro Dejad que los niños vengan a mí, el derecho al buen nombre, honra, intimidad, verdad, dignidad humana y debido proceso del tutelante se hayan violado.

“Como el libro en estudio ya se encuentra distribuido, mal haría este Juzgado en impedir su circulación sin encontrar prueba alguna de mala intención o dolo en cabeza de su autor, si el señor (tutelante) quiere destruir su veracidad, acreditando que los hechos investigados son contrarios a la realidad, tendrá otro escenario procesal para confirmar tales hechos y solicitar la indemnización de perjuicios por posibles daños”, explicó el juez Vásquez Gómez. En el fallo también se aclaró que el producto escrito “no advierte tener una intención tendenciosa o dolosa, sino un trabajo investigativo serio y posiblemente veraz”.

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En esta decisión, el juez optó por proteger el nombre del tutelante, decisión que no tomó en la suspensión de la circulación del libro. Se sabe que el hombre que se declara afectado con el libro es un abogado y que, en la época de la denuncia, era coordinador de acólitos de la misma parroquia y en la misma época donde ocurrieron los abusos denunciados. Los hechos, cuenta Barrientos, sucedieron en San Rafael, en el oriente antioqueño, en la parroquia de San Rafael Arcángel. Allí, habría sido abusado un niño menor de edad, cuyo relato está publicado en texto, en el que además relató que uno de los perpetradores de los vejámenes que vivió fue el coordinado de acólitos. El mismo que buscó con una tutela, frenar la lectura del libro.

El juez Vásquez Gómez aclaró que, si bien la tutela no es la vía para desvirtuar lo dicho en el texto, al tutelante todavía le quedan otras vías, como la penal, para lograrlo. En la batalla campal por defender su investigación en terreno judicial, a Juan Pablo Barrientos lo acompaña los abogados de la Fundación para la Libertad de Prensa y los juristas e investigadores del Centro de Estudios de Derecho, Justicia y Sociedad (Dejusticia). Ambos han participado de los litigios que buscan frenar la distribución del libro y, hasta ahora, han salido victoriosos de todas.

Por Redacción Judicial

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