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El presidente del Consejo de Estado, Danilo Rojas Betancourt advirió que las demoras en los fallos de la justicia son el "caldo de cultivo" perfecto para que los corruptos sigan haciendo sus actividades ilegales sin temor a serias represalias. Los perores actos de corrupción, indicó, se presentan en la celebración de contratos.
"Una de las más conocidas formas de la corrupción está representada en el proceso de planeación, adjudicación, ejecución y terminación de los contratos en los que el Estado hace parte, en especial en los casos de obras públicas. El caso Odebrecht es la punta del iceberg", precisó el magistrado al hacer referencia a los hechos conocidos en las últimas semanas.
Señaló que nuevamente el país se encuentra en un escenario de corrupción administrativa, mientras las autoridades anuncian adelantar investigaciones. "Ahora que el país, de nuevo, se vio de cara con la corrupción, ahora que se han iniciado por enésima vez tantas investigaciones exhaustivas y hasta las últimas consecuencias, no está de más recordar brevemente el papel que en el contexto ha puesto el Consejo de Estado al poner una alerta amarilla".
Rojas advirtió que en muchos casos llegan a los tribunales judiciales que deben tomar decisiones de fondo en los mismos. Pero hay un problema. Debodo a la complejidad del tema y la congestión que se presentan en la mayoría de los despachos los casos tardan entre 15 y 20 años en resolverse, en este tiempo la corrupción ha seguido su marcha.
Las controversias contractuales se resuelven mucho tiempo después de presentada la irregularidad. Los implicados salieron ya de los cargos públicos y le dejaron la carga a sus sucesores. "Si bien se logra la indemnización a la que haya lugar la sentencia no cumple los otros propositos", precisó el presidente del máximo contencioso administrativo.
Por Redacción Judicial
