El exjefe paramilitar Ramio Vanoy Ramírez, conocido como El Cuco Vanoy, quien hoy paga una condena de 24 años de prisión en Estados Unidos por delitos relacionados con el narcotráfico en ese país, está rogando para que la Corte del Distrito Sur de Florida (Estados Unidos) le conceda la “libertad por compasión”, debido a su deteriorado estado de salud. Vanoy, quien está en silla de ruedas y padece diabetes, le solicitó a la justicia de ese país su libertad desde 2020 sin obtener, hasta el momento, alguna respuesta concreta.
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En enero de este año, la defensa del exjefe paramilitar presentó una carta al la Corte del Distrito Sur de Florida en la que señala que la solicitud de Vanoy para ser dejado en libertad ya se encuentra lista para ser resuelta. Además, dentro del documento, los abogados de Cuco Vanoy dejan constancia de que esta petición se presentó inicialmente el 23 de octubre de 2020, sin que hasta ahora tenga una respuesta satisfactoria para el condenado paramilitar y narcotraficante.
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Asimismo, el documento señala que “hasta el momento no se ha convocado ni celebrado ninguna audiencia sobre este asunto”. Con esto así, Vanoy, postrado en una silla de ruedas por un problema de circulación que amenaza con amputarle las piernas, le pide al alto tribunal estadounidense que atiendan su caso, pues, según consta en dicho papel, “este asunto sigue pendiente y está maduro para su resolución”, a más de un año de haber hecho la solicitud.
Cuco Vanoy, quien fue condenado el 24 de febrero de 2020 a 24 años y cinco meses de prisión por la Corte del Distrito Sur de Florida, ha hecho la petición de su “libertad por compasión”, ya que está contemplada en la legislación de Estados Unidos y fue reforzada en 2018 con la ley First Step (Primer paso) para reducir la población carcelaria en prisiones federales, entre otras medidas. Según las constancias médicas que presentó la defensa del exjefe paramilitar, él corre un riesgo alto de un accidente cardiovascular.
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Con esos documentos, en octubre del año pasado, el bufete de abogados Markos/Moss, quienes llevan la defensa del condenado Vanoy, dijeron al alto tribunal que la aspiración de su prohijado es “evadir el destino de morir en la cárcel”. Según los defensores del exparamilitar, su cliente de 73 años, aunque no sufre una enfermedad terminal, sí tiene algunos agravantes que incluyen hipertensión, diabetes y glaucoma, los cuales, además de su aparente remordimiento y estar pagando su pena en prisión, son garantía de que el hombre no es un peligro para la sociedad.
Las peticiones a la Corte estadounidense han incluido la intervención de la familia de Vanoy, pues hasta los hijos del exjefe paramilitar le enviaron en los últimos dos años una carta al alto tribunal en la que se referían al arrepentimiento de su padre, argumentando que además Cuco “se ha caracterizado siempre por su innegable amor y entrega a su familia como padre, abuelo, hermano y tío”. A pesar de estas acciones, la fiscalía norteamericana no se ha creído la versión, pues siguen insistiendo que a pesar de su salud y su edad, estaría ignorando que es un hombre que para matar solo tenía que dar una orden.
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La postura de la fiscalía de Estados Unidos sobre el tema de Vanoy se ve fundamentada en que, según ellos, el expara mintió bajo juramento cuando firmó una declaración jurada a favor de José Bayron Piedrahíta, antiguo aliado del cartel de Cali, a quien ese país estuvo buscando a los mediados de los años 90. Este último hombre burló a la justicia estadounidense sobornando a un agente federal con dinero, comidas caras y trabajadoras sexuales, entre otras movidas, hasta que finalmente fue capturado en 2017 por soborno.
Sobre este caso, la defensa del Cuco Vanoy asegura que el documento firmado por su cliente a favor del Piedrahíta, quien se encuentra en libertad desde noviembre de 2019, cuando fue deportado a Colombia, se le presentó al exjefe paramilitar cuando no contaba con la asesoría legal suficiente. Aún así, el ente investigador estadounidense asegura que lo que hizo el condenado Vanoy fue mentir sobre Piedrahíta, asegurando que lo describió como un “próspero ganadero que empleaba legítimamente a muchos habitantes locales”.
Aunque Cuco Vanoy ha entregado información valiosa sobre el narcotráfico para la justicia estadounidense, las autoridades siguen manteniéndose firmes en su postura de que los argumentos de la defensa del exjefe paramilitar no son suficientes para concederle la libertad que pide. El trasegar criminal de Vanoy incluye la asociación con Gonzalo y Henry de Jesús Pérez, promotores del paramilitarismo en el Magdalena Medio, de donde salió para el Bajo Cauca antioqueño, donde se convirtió en un fuerte aliado del paramilitar Fidel Castaño.
Además de la condena de la cual busca librarse en este momento, Cuco Vanoy tiene pendiente una sentencia de Justicia y Paz, por la cual ya fue condenado en dos ocasiones a ocho años de prisión por los múltiples crímenes que cometió el bloque Mineros de las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc), del cual fue comandante hasta 2006. En su paso por la organización paramilitar, el hoy postrado Vanoy dejó no menos de 7.000 víctimas en el Bajo Cauca Antioqueño.
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