El juicio contra el expresidente Álvaro Uribe Vélez por su presunta participación en los delitos de soborno, soborno en actuación penal y fraude procesal podría decirse que va a la mitad. La Fiscalía ya presentó en total a sus 37 testigos, dio a conocer grabaciones, imágenes, audios y documentos con los que busca probar ante el Juzgado 44 Penal de Bogotá que el líder natural del Centro Democrático ordenó comprar testimonios a su favor. Esto, dice el ente investigador, con el fin de que lo desvincularan de otros procesos en los que se le señalaba de estar ligado a grupos paramilitares.
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Durante los 32 días de audiencias de juicio, que comenzaron el pasado 6 de febrero, y que se vieron suspendidas en un par de ocasiones por las tutelas presentadas por la defensa del exmandatario contra la jueza que lleva el caso, la Fiscalía habló con investigadores, políticos y exparamilitares. En sus pruebas expuso audios de cómo, al parecer, el abogado Diego Cadena, quien fuera defensor de Uribe Vélez, habría sido clave para recolectar testimonios a su favor en diferentes cárceles del país. Según la teoría de la Fiscalía, el denominado “abogangster” ofreció dádivas a los presos para conseguir sus declaraciones.
Ahora el turno es para la defensa, la cual pondrá sobre la mesa al menos 70 testigos, incluidos el propio Uribe Vélez y el abogado Cadena. Para los abogados del exjefe de Estado, el proceso responde a una persecución política y buscan tumbar de tajo la idea de que el exmandatario intentó, a través de emisarios, comprar testimonios. Este lunes 5 de mayo será la defensa quien llame a su primer testigo al estrado, que será el propio Uribe. Pero antes, y dada la etapa en la que se encuentra el proceso, el senador Iván Cepeda Castro, víctima acreditada en el proceso, habló con El Espectador sobre lo que ha sido el caso hasta hoy, las pruebas expuestas por la Fiscalía y entregó un balance sobre el expediente. Esta entrevista hace parte de una entrega de dos conversaciones, pues este diario también dialogó con Jaime Granados Peña, abogado titular del expresidente Álvaro Uribe.
Ahora que terminan los testigos de la Fiscalía, ¿qué sensación le deja esta primera tanda de declaraciones?
Para mí lo más relevante es el trabajo hecho por la fiscal, Marlenne Orjuela, que ha sido riguroso y eficaz, y ha probado, a mí modo de ver, la teoría que presentó la Fiscalía sobre la responsabilidad penal del acusado Álvaro Uribe Vélez. Tanto como determinador del aparato que ha funcionado para generar toda esta sucesión de acciones de fraude procesal, como también de presentar un número muy considerable de falsos testigos ante la justicia. Ese objetivo lo ha logrado la fiscal, pues ha puesto en evidencia no solo los falsos testimonios y las contradicciones de algunos de ellos, sino también la falta de credibilidad en cada uno de los siete hechos jurídicamente relevantes de las personas que ha presentado el expresidente Uribe, que son, en su gran mayoría y hay que decirlo, paramilitares desmovilizados, paramilitares en ejercicio y narcotraficantes.
Así lo denunciamos oportunamente con relación a Ramiro de Jesús Henao, alias Simón, que hoy estaría liderando una estructura del Clan del Golfo en el oriente antioqueño. Y también narcotraficantes que no han sido personas de segundo nivel, sino jefes del narcotráfico, como es el caso de Juan Carlos Sierra, alias El Tuso, o también como Hernán Darío Giraldo, alias Cesarín, y otros que veremos seguir desfilando en este juicio cuando aparezcan en defensa del expresidente Uribe.
Por otra parte, los testimonios que son propiamente de la Fiscalía, pues nosotros no hemos presentado testigos a consideración de la justicia, han sido muy relevantes en el caso, como el de Juan Guillermo Monsalve, el de su compañera al momento de los hechos, Deyanira Gómez, el de Pablo Hernán Sierra, el de Carlos Enrique Vélez —alias Víctor—, quien se ha retractado y ha puesto en evidencia los sobornos que le fueron entregados. También resaltamos las declaraciones que entregaron Salvatore Mancuso, Iván Velásquez y la hermana y madre del señor Vélez. Y para nosotros es muy importante la carga de documentos, imágenes y grabaciones que ha recogido en distintos momentos tanto la Fiscalía como la Corte Suprema de Justicia. Con esto queda en evidencia no solo las contradicciones de los testigos en favor de Uribe, sino también el modus operandi bajo el cual se ha fraguado esto.
Es decir, la manera en cómo el expresidente Uribe, teniendo unos excelentes abogados a su servicio, contrató inexplicablemente a un defensor que actúa con un muy amplio espectro de acciones y así lo dice abiertamente, como cuando se determina “aboganster”, estamos hablando de Diego Cadena y su socio Juan José Salazar. Las visitas y presiones que ellos le hicieron a los exparamilitares es un panorama muy apretado y somero, pero bueno, como digo, cada uno de estos hechos se podría mostrar con lujo de detalles y de elementos probatorios en lo que ha sido presentado.
¿El material probatorio, como audios de conversaciones, grabaciones en las prisiones y otras imágenes, puede desmentir algunos testimonios entregados hasta el momento?
Yo creo que eso es evidente. Aquí, además, estamos ante un muy variado panorama jurídico, hay que recordar que otras siete personas están en juicio actualmente en calidad de cómplices del expresidente Uribe: los abogados Diego Cadena, Juan José Salazar, Samuel Sánchez, y los señores Álvaro Hernán Prada, Enrique Pardo Hache, entre otros. Y, por otra parte, hay una multiplicidad de testigos que ya tienen compulsa de copias por parte de la Corte Suprema de Justicia. Lo que nosotros hemos venido haciendo es reforzar las investigaciones que ya se han hecho desde la Corte y la Fiscalía con lo que hemos escuchado en el juicio.
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Usted solicitó que se impute por falso testimonio a Euridice Cortés Velasco, alias Diana, ¿cuáles son las consideraciones que se tuvieron en cuenta para hacer esa solicitud?
Ella, durante el juicio, revela que el abogado Diego Cadena le entregó $2.000.000 que no estaban en la contabilidad inicial de lo que se tenía presupuestado como soborno en las investigaciones de la justicia. A ella no se le estaba invitando a ningún lugar extraño, sino a rendir una declaración ante la Corte Suprema de Justicia en favor del acusado, en septiembre de 2019. La entrega de esa plata no es una acción normal que uno pudiera decir que tiene que ver con los gastos que se sufragan por parte de un abogado a un testigo. Ahí había una clara finalidad y un propósito, que era contribuir a que ella rindiera ese testimonio falaz ante el alto tribunal.
Ella dice que esa plata se le entregó para viajar a Bogotá en avión, aunque asegura que no tomó un vuelo…
Ella dice que era con ese fin, pero le dio otra destinación. Y la pregunta obvia es: ¿quién nos dice que era efectivamente para el transporte y que no se estaban entregando esos dineros con la clara conciencia que se iban a utilizar en otra en otra actividad? En la solicitud que hicimos a la Fiscalía también tuvimos en cuenta la evidencia que muestra que ella fue utilizada como intermediaria con otros falsos testigos, la manera en que tipifica su relación con Pablo Hernán Sierra y el papel que le asigna en la organización paramilitar. Ella reconoce que Sierra estaba involucrado en el Cartel de la Gasolina, que no funcionaba en cualquier lugar, pues la principal fuente de extracción de gasolina era el oleoducto que atravesaba la Hacienda Guacharacas.
También solicitó a la Fiscalía que se impute a Giovanny Cadavid (alias Cadavid), Elmo José Mármol (alias El Poli) y Máximo Cuesta (alias Sinaí), quienes hablaron sobre las cartas enviadas a la Corte Suprema, ¿cuáles son las imprecisiones en las que, según sus revisiones, incurrieron los “exparas”?
Eso es un festival de mentiras, porque sus versiones no corresponden a lo que han dicho anteriormente. Por ejemplo, en algunos momentos dicen que no conocían a Diego Cadena y otras veces dicen que sí, pero que solo se reunieron con él en un corto tiempo. También han dicho, sobre las reuniones que sostuvieron con él, que el abogado participó de forma accidental, y luego dicen que él sí fue clave en la redacción de las cartas que ellos entregaron a la Corte Suprema. Mejor dicho, todo indica que allí había un libreto. La señora Ángela María López también tiene un papel muy poco claro sobre cómo se gestionaron varias reuniones en la cárcel de Cómbita. Incluso nos señalan al periodista Daniel Coronell y a mí de estar urdiendo un falso testimonio contra Uribe.
¿Cree que puede haber riesgo de prescripción?
Contrario a lo que se pensaba, creo que hemos avanzado. Lo que hemos visto en estos días desde que inició el juicio, descontando los días en los que hubo una suspensión por las acciones emprendidas por la defensa de Uribe, es un vertiginoso desarrollo del proceso, y ya a estas alturas se da la necesidad de que sea la defensa del exmandatario quien tome el relevo. Esta nueva etapa tendrá, por supuesto, que llevarse con todas las garantías para que Uribe ejerza su defensa, pero hay que recordar que tiene el doble del tiempo si uno mira de aquí a hasta septiembre. La juez le ha impreso a este proceso, además de celeridad, el método de un juicio concentrado.
¿Qué esperar de los testigos de la defensa del exmandatario? ¿Cómo ve ese camino?
Es muy posible que Álvaro Uribe y sus abogados intenten construir un imaginario de un complot contra él. Pero, a estas alturas, yo veo muy difícil que esa estrategia tenga algún tipo de eficacia, por la sencilla razón de que estamos ante un escenario probatorio que no se puede controvertir con esa clase de relatos forzados. La idea de que los magistrados de la Corte, bajo mi supervisión o iniciativa, junto al señor Monsalve, el señor Sierra y la señora Deyanira Gómez, hemos fraguado, con los doctores Eduardo Montealegre y Jorge Fernando Perdomo, un plan para involucrar a Álvaro Uribe y su hermano Santiago en una serie de delitos, a mí modo de ver, choca con todo lo que hemos visto, escuchado y constatado en estos días de juicio. Eso no tiene ninguna posibilidad de prosperar.
Las audiencias han sido públicas y la ciudadanía ha podido seguir el juicio día a día. ¿Cree que eso le imprime transparencia al proceso?
Creo que es muy importante que el país tenga la posibilidad, por efectos de la transmisión en vivo, de constatar lo que está ocurriendo y cómo es realmente el trasfondo de este asunto. Eso elimina cualquier interpretación de carácter político o subjetivo. Ahí están las grabaciones de cada audiencia y cada quien puede remitirse a algún testimonio en particular, o a todos si se quiere. Ya no estamos en el terreno de la especulación ni de la posible filtración de piezas del expediente, estamos ante la realidad, la cual es absolutamente clara y contundente.
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