Desde el pasado 7 de junio, día en que el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay fue atacado con un arma de fuego, en medio de un evento político en la localidad de Fontibón (Bogotá), la Policía Nacional y la Fiscalía General de la Nación adelantan una exhaustiva investigación para dar con los responsables del atentando.
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Hasta ahora, cuatro personas han sido capturadas, incluido el menor de 15 años que, según los registros de video, disparó una pistola Glock nueve milímetros contra el congresista del Centro Democrático. Luego de tres semanas de investigación, la siguiente pista que tienen las autoridades es la de José Elder Arteaga Hernández, alias el Chipi o el Costeño, presunto cerebro logístico del crimen y a quien todavía no han podido hallar.
Este hombre, de acuerdo con las versiones que han entregado los primeros cuatro capturados, los habría contactado y financiado para participar en el atentado contra el senador. El menor de edad que disparo el arma; Carlos Eduardo Mora, alias el Venezolano; Katherine Martínez, alias Gabriela; y William Fernando González Cruz, alias el Hermano, hacen parte de una cadena que las autoridades buscan seguir ampliando hasta llegar a los determinadores del crimen contra Uribe Turbay. El Espectador recopiló la información oficial que se conoce hasta ahora de las cinco personas involucradas en el caso.
José Elder Arteaga Hernández, alias el Chipi o el Costeño
Este hombre sería el cerebro logístico del atentando ocurrido en la tarde del sábado 7 de junio. De acuerdo con las declaraciones de Katerine Martínez, alias Gabriela, una de las personas que asistió a las inmediaciones de la zona el día del ataque, durante sus audiencias de imputación, alias el Costeño la contactó el 6 de junio para ofrecerle participar en el crimen.
Ese mismo día también habría hablado con Carlos Eduardo Mora, alias el Venezolano y otro de los asistentes al mitín político, y con el menor que dispararía contra el senador Uribe Turbay. El día antes del atentado, las cuatro personas fueron hasta el parque El Golfito, en el barrio Modelia, en la localidad de Fontibón. Según alias Gabriela, querían hacer un reconocimiento del lugar.
El 7 de junio el Costeño la volvió a contactar y quedaron de encontrarse en el parque El Golfito a las 3:00 p.m. El Costeño llegó por ella en un carro Spark gris, en el que también iba alias el Venezolano y que luego fue abordado durante unos minutos por el menor. Al interior del vehículo el joven recibió el arma, después se bajó y caminó rumbo al parque.
El Costeño y Gabriela se bajaron segundos después y siguieron al joven hasta llegar a un costado de la tarima donde estaba Miguel Uribe. Antes de las 5:30 p.m., según quedó grabado en las cámaras de seguridad, el menor ubicado de espaldas al senador disparó al arma. Tras el hecho, el Costeño y Gabriela abandonaron el lugar caminando hacia la vía del ferrocarril, hasta la Avenida Ciudad de Cali. Allí fueron recogidos por un carro azul conducido, al parecer, por William González, alias el Hermano.
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El menor de 15 años y presunto sicario
Decenas de cámaras, desde diferentes ángulos, registraron el momento exacto en que el joven de 15 años desenfundó su arma y descargó al menos tres disparos contra Uribe Turbay. Uno de los escoltas del esquema de seguridad accionó su arma de dotación y lo hirió en una de sus piernas. El menor intentó huir, pero a solo un par de cuadras del parque fue alcanzado, reducido en el piso, aprehendido por la Policía y llevado a la Clínica Colombia.
Según el relato de alias Gabriela, supuestamente una moto estaría esperándolo para ayudarle a escarpar, pero el Costeño le confesó que esto era falso. “Me contó que había una moto en una esquina donde nos había dejado el carro Spark, pero que esta era de fachada, ya que la moto no lo iba a recoger, que esta era una vuelta suicida”, señaló la mujer.
Alias Gabriela también aseguró que el Costeño había conocido al menor a través de unas personas en Cali (Valle del Cauca) y que ya estaba entrenado para este tipo de actos. Tras legalizar la aprehensión del menor, fue responsabilizado por los delitos de porte ilegal de armas y tentativa de homicidio; cargos que no aceptó.
Durante un allanamiento realizado en su lugar de residencia el domingo 8 de junio, fue incautado el celular personal del menor y también se encontró un computador y un cuaderno con anotaciones. El joven, quien se encuentra en el búnker de la Fiscalía, ha estado entregando información a la justicia; su familia y él podrían entrar al programa de protección de testigos.
Cabe señalar que la divulgación del nombre y la imagen del menor involucrado constituye una violación al artículo 47 de la Ley 1098 de 2006, del Código de Infancia y Adolescencia. De acuerdo con la normativa, cuando un menor de edad es señalado como presunto autor de un delito, los medios de comunicación tiene un responsabilidad en abstenerse de divulgar cualquier dato que permita su identificación.
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Carlos Eduardo Mora, alias el Venezolano
Otro de los implicados que ya están procesados por la justicia es Carlos Eduardo Mora González, alias Venezolano. Según lo que han podido reconstruir las autoridades, el 6 de junio Mora recogió a alias el Costeño en el barrio Hogares Soacha.
“Ese día, en el carro, me dijo que si iba a hacer una operación de meterle plomo a alguien. Que si yo le servía de patrulla, me daba cinco millones. Me dijo que era a las 4:30 p. m. en Modelia”, afirmó Mora en su audiencia de imputación. El hombre accedió y llegó hasta el lugar, en el que también fue captado por cámaras de seguridad e identificado como el conductor del vehículo involucrado en el crimen.
Tras el atentando, el Venezolano abandonó el lugar en el carro Spark gris, y recogió a Elder Arteaga y a Katerine Martínez horas más tarde. Según las declaraciones de alias Gabriela, el Costeño le preguntó dónde estaba el celular que se le vio al menor de edad en el atentando. El Venezolano “le señaló el asiento del copiloto y le dijo que ese era el celular”, relató la mujer.
Agregó que el Costeño a le dijo al Venezolano que lo reseteara y lo vendiera o botara. Cinco días después del atentando, el 12 de junio, Carlos Eduardo Mora fue capturado e imputado por su responsabilidad en los delitos de tentativa de homicidio agravado, porte ilegal de armas y uso de menores de edad en la comisión de delitos. No aceptó ninguno de los cargos.
Katerine Martínez, alias Gabriela
La tercera capturada es la de Katerine Martínez, ocurrida el sábado 14 de junio en Florencia (Caquetá). Alias Gabriela, de 19 años y oriunda de Barranquilla (Atlántico), llevaba solo un par de meses viviendo en Bogotá cuando fue contratada por el Costeño para el atentado. La mujer relató a la Fiscalía que el día antes del crimen, además de acompañar estar en el carro para hacer el reconocimiento del parque El Golfito, había recibido la orden de recoger el arma Glock, usada en el atentado.
Por medio de un servicio de transporte llegó al barrio Recreo, en la localidad de Bosa, donde un hombre en una moto le entregó la pistola envuelta en una bolsa y ella partió nuevamente hasta su casa a esperar nuevas órdenes del Costeño.
Según lo reconstruido por la Fiscalía, alias Gabriela fue también quien pagó mediante una plataforma digital el servicio de moto en el que llegó el menor de 15 años hasta el barrio Modelia. Además estaba a bordo del carro Spark gris al que llegó el joven, y donde le entregó el arma color negro con la que le disparó a Uribe Turbay.
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En las audiencias de imputación, alias Gabriela señaló que, tras el hecho, no volvió a contactarse con el Costeño hasta el viernes 13 de junio. Ese día, el hombre le prometió que la ayudaría a esconderse de las autoridades y que tenía unos contactos en Florencia con los que podría hacer algunos cursos sobre drones o de francotirador con la guerrilla.
Antes de viajar, Gabriela aseguró que recibió órdenes del Costeño de ir hasta la cárcel La Picota y entregar su celular. “Se estacionó enfrente mío, estaba encapuchado, me pasó un celular Samsung y me pidió el celular que me había dado Élder. Yo le pasé el celular, lo reseteé y eliminé todo”, aseguró.
Luego de entregar el celular, la mujer viajó hasta Florencia, donde iba a buscar a la persona que le recomendó el Costeño. Decidió no asistir a ese encuentro, argumentando estar “cansada”, y optó por salir a tomar algo. Fue en ese momento cuando agentes de la Policía la detuvieron, en la tarde del sábado 14 de junio. Gabriela se habría cambiado el color del cabello y en el momento de su arresto llevaba consigo más de 1 millón en efectivo.
Al día siguiente, Katerine Martínez fue trasladada hasta el búnker de la Fiscalía en Bogotá y fue imputada por los delitos de tentativa de homicidio agravado; fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones; y uso de menores de edad en la comisión de delitos. Tampoco aceptó los cargos.
William Fernando González Cruz, alias el Hermano
La captura más reciente se registró el pasado 19 de junio. Se trata de William Fernando González Cruz, a quien la Fiscalía señala de haber colaborado en la fuga del Costeño y de Gabriela tras el ataque ocurrido en el parque El Golfito.
Según las autoridades, González —conocido con el alias del Hermano— tenía la misión de esperar al Costeño y a Gabriela en el barrio Hayuelos, después de que ambos descendieran del Spark gris que conducía el Venezolano. Desde allí siguieron al menor de 15 años hasta el sitio donde se desarrollaba el evento político, y tras el atentado, fueron recogidos por el Hermano en un vehículo azul.
La ruta de escape finalizó en una cantina del barrio Santa Fe donde, en presencia de Katerine Martínez, William González y Elder Arteaga, discutieron la venta del celular del último. De acuerdo con Gabriela, fue el costeño quien extrajo la tarjeta SIM del dispositivo y procedió a formatearlo, presuntamente con la intención de borrar cualquier evidencia sobre el crimen en el que participaron.
Las nuevas pistas de la Fiscalía
En una reciente rueda de prensa en Medellín (Antioquia), la fiscal Luz Adriana Camargo, y el director de la Policía, general Carlos Fernando Triana, entregaron información sobre los avances en la investigación por el atentado contra el senador Miguel Uribe Turbay.
Durante su intervención, anunciaron una recompensa de $300 millones por información que conduzca a la captura de Elder José Arteaga, alias el Costeño. Además, revelaron nuevas líneas investigativas, entre ellas la denominada “pista Caquetá”, que cobra relevancia tras la captura de alias Gabriela, en Florencia.
La capital del departamento también figura como un punto clave en la logística del atentado, ya que allí residía Carlos Eduardo Mora González, alias el Venezolano, conductor del Spark gris. La fiscal Camargo subrayó que la evidencia recopilada apunta a Caquetá como el territorio hacia donde condujeron los autores materiales.
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“Esa es la evidencia que tenemos, es la que estamos desarrollando para poder identificar, y es a donde queremos y debemos dirigir la investigación. Lo que queremos identificar es: ¿quién habría contratado a este grupo, a esta organización sicarial para llevar a cabo este plan?”, afirmó la jefe del ente investigador.
Camargo también señaló que están indagando sobre si alguna facción de las disidencias de las Farc podría estar involucrada en el hecho, dado que alias el Costeño ya había sido relacionado con esas estructuras armadas.
La Fiscalía, además, analiza por qué los preparativos del atentado habrían comenzado al menos dos días antes, pese a que la convocatoria oficial al evento político se realizó el mismo sábado 7 de junio. Por ahora, todas las hipótesis siguen abiertas; incluida la posibilidad de que el ataque haya tenido motivaciones políticas contra el senador Miguel Uribe Turbay, una carta que sigue en la baraja de los investigadores.
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