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El nombre de la excongresista Aida Merlano, que militaba en el partido Conservador y hoy se encuentra prófuga de la justicia volvió a sonar en la Corte Suprema, esta vez con la acusación en su contra por el delito de violación de topes o límites de gastos electorales en su pasada campaña para llegar al Senado de la República. La decisión es de la Sala de Instrucción del alto tribunal que asumió el proceso luego de que la Sala de Primera Instancia años atrás la condenó a más de 11 años de prisión por compra de votos en la costa atlántica, acción con la cual llegó al legislativo de manera fraudulenta.
En este caso, el alto tribunal señaló que los hechos por los que fue llamada a responder en juicio como presunta coautora sucedieron en 2018. La nueva acusación en su contra se derivó del expediente en el que fue condenada y del cual se desprendieron varios procesos contra dirigentes políticos y Julio Gerlein empresario del Atlántico, quien era pareja y financiador de la campaña de la excongresista, y cuyo hermano habría hecho un préstamo bancario del que terminaron girándose cheques por altas sumas de dinero para la campaña entre enero y marzo de ese año.
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En este nuevo proceso que pesa sobre la excongresista de quien se sabe se encuentra en Venezuela, la Sala de Instrucción encontró múltiples movimientos financieros en ese periodo en el entorno de la campaña, a los cuales se habría buscado dar apariencia de legalidad sin que la tuvieran. “Según la investigación, estas sumas de dinero habrían terminado en la campaña de Merlano, superando ampliamente los topes definidos por el Consejo Nacional Electoral (CNE) que, en virtud de la resolución 2796 del 8 de noviembre del 2017, imponía un límite de gastos de $884.131.163 millones de pesos”.
Para el alto tribunal, en estas acciones de flujo de dineros superior al tope legalmente establecido por la autoridad electoral, habría participado la entonces candidata al Senado Aída Merlano, en calidad de coautora. De ahí que la Corte estime pertinente adelantar una nueva investigación en su contra. Cabe mencionar que la excongresista ya había estado ante los estrados judiciales porque durante las elecciones para llegar al legislativo en la denominada “casa blanca” centro de operaciones políticas de la candidata el CTI de la Fiscalía halló armas, dinero y documentos con los cuales se presentó la compra de votos.
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En ese entonces, una parte de su equipo de trabajo resultó capturado y días más tarde ocurrió lo mismo con la excongresista que finalmente terminó recluida en la cárcel Buen Pastor en Bogotá. Previo a su condena inicial de 15 años, Merlano intentó quitarse la vida. Su estado médico anunciaba posibles trastornos de depresión. Meses más tarde cuando su condena quedó en firme y, en segunda instancia, el alto tribunal declaró silla vacía en el legislativo y además le redujo la pena a 11 años de prisión, en octubre de 2019, se fugó tras asistir a una cita odontológica.
La polémica fuga de la excongresista se registró en el norte de Bogotá. Quedó evidenciado en material fílmico la forma en la que se cambia de ropa y a través de una ventana se lanza a la calle en donde la esperaba un hombre en una moto que tenía logos de Rappi. Con la caída la mujer quedó lesionada, no obstante, no fue impedimento para que se perdiera entre el tráfico y las autoridades le perdieran la pista. Hasta el momento se desconoce la forma en la que salió del país y llegó a Venezuela donde, supuestamente, está capturada.