La Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia confirmó la decisión de la Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Barranquilla, que decidió expulsar al excomandante paramilitar, Hernán Giraldo Serna, de Justicia y Paz. Esta decisión lo dejaría por fuera de la lista de postulados que recibieron beneficios bajo esta ley. El excomandante del bloque Resistencia Tayrona de las AUC incumplió con los compromisos de no repetición y no revictimización que había obtenido con la jurisdicción.
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En la solicitud de exclusión se anexaron documentos que prueban que Giraldo pidió que le dejaran ingresar menores de edad a las cárceles de La Ceja, La Paz de Itagüí y La Modelo de Barranquilla, antes de ser extraditado a los Estados Unidos. Según la pruebas, una mujer de confianza del excomandante paramilitar habría sido la encargada de llevarle menores de edad, hasta los centros de reclusión, para sostener encuentros sexuales. La mujer ya está siendo procesada por trata de personas, explotación sexual e inducción a la prostitución.
La investigación también determinó que varias de las mujeres que fueron llevadas a las cárceles, ya habían sido víctimas de delitos sexuales cometidos por Giraldo cuando este era comandante de las AUC. Por estos casos ya había sido condenado por violencia basada en género, en el proceso transicional de Justicia y Paz. Frente a esto, el implicado insinuó que las menores habían ingresado de manera voluntaria a las cárceles.
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Sin embargo, la Corte consideró que“es una manifestación que no es de recibo, pues se trata de otra forma de revictimizar a las menores de edad, ya que sus versiones son enfáticas y coincidentes en afirmar que acudieron ante el postulado por el temor que le tenían”. El alto tribunal finalmente concluyó que Giraldo, de manera posterior a su desmovilización, reincidió en comportamientos revictimizantes, por los cuales ya había sido condenado.
El exjefe paramilitar retornó a Colombia en mayo de 2021, después de pagar 12 años de prisión en Estados Unidos por narcotráfico y se encuentra recluido en la cárcel de Itagüí (Antioquia). Allí permanece mientras las autoridades judiciales lo requieren para que responda por los cientos de delitos que cometió mientras lideró el bloque Resistencia Tayrona, entre 1990 y 2006.
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