“Fake news”, dice David Murcia Guzmán sobre noticias de su supuesta llegada a Colombia

El dueño de la captadora de dinero DMG, David Murcia Guzmán, no llegó en el avión en el que venían el abogado Leonardo Pinilla y el general (r) Mauricio Santoyo junto a otros 99 deportados de Estados Unidos, como habían informado semanas antes las autoridades. Según Murcia, que cumple una condena por lavado de activos en el país norteamericano, se trata de “fake news” -noticias falsas- en su contra.

.:El regreso de David Murcia Guzmán a Colombia:.

Desde 2010 se materializó su extradición, tras la solicitud de la justicia norteamericana por el delito de lavado de activos derivados del narcotráfico. Murcia aseguró en entrevista para Blu Radio, con la actriz Zilena Rodríguez, quien dirige un grupo en Facebook llamado “Liberen ya a David Murcia Guzmán”, que no se encuentra en ningún avión sino en una prisión en Estados Unidos. De nuevo negó cualquier vínculo con el narcotráfico e, incluso, aseguró ser la primera persona en Colombia procesada por lavado de activos que no provienen del narcotráfico.

En 2011 fue condenado a nueve años de prisión ese país, tiempo que estaría próximo a cumplirse. Aunque Murcia Guzmán no ahondó en lo que sigue en su proceso, sí reveló el cerebro de una de las mayores estafas que ha tocado al ciudadano del común, la pirámide y captadora de dinero DMG, es que estaba llevando a cabo un “proceso confidencial” sobre los “derechos humanos que me han sido violados en distintas ocasiones por el gobierno colombiano”.

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Afirmó, por ejemplo, que se le está violando el derecho a la igualdad, “porque los demás que sí tenían captadoras ilegales, estas llamadas ‘pirámides’, nunca fueron procesados por lavado de activos, simplemente por estafa”. Los cargos con que lo acusaron a él fueron, desde un principio, lavado de activos y captación ilegal de fondos, según dijo, para que tuviera una condena más severa. A este punto se refirió, porque diversos medios de comunicación, aseguró, “han dicho que yo estoy condenado por estafa y por robo, pero la verdad es que yo ni siquiera tengo una denuncia por el proceso de DMG”.

Murcia Guzmán fue condenado inicialmente a 30 años y 8 meses de prisión en 2009, que luego la Corte Suprema de Justicia redujo, en 2016, a 22 años por errores técnicos. En enero de este año, el juzgado de ejecución de penas que vigila el cumplimiento de este fallo acreditó que Murcia Guzmán todavía tiene cuentas pendientes, pues el tiempo que pagó en la justicia de EE. UU. no será tenido en cuenta en Colombia por tratarse de delitos distintos. Durante la entrevista —la primera que concede en años— dijo que su proceso sigue andando, y dejó en claro: “Vamos a seguir peleando hasta el final para demostrar que Colombia se equivocó en el caso de DMG”.

(Lea también: Corte Suprema rebajó condena a David Murcia Guzmán)

Cuando le preguntaron en qué ocupaba su tiempo en prisión volvió sobre el punto confidencial de las violaciones de derechos humanos y, además, aclaró: “No estoy dedicado a ningún negocio”. Su saludo de entrada y sus menciones durante los siete minutos de la entrevista a su profunda convicción religiosa los reiteró hacia el final para hacer un énfasis en lo que está invirtiendo su tiempo en la cárcel: “Yo estoy dedicado a predicar la palabra de Jesucristo”.

El dueño de la captadora de dinero DMG, David Murcia Guzmán, no llegó en el avión en el que venían el abogado Leonardo Pinilla y el general (r) Mauricio Santoyo junto a otros 99 deportados de Estados Unidos, como habían informado semanas antes las autoridades. Según Murcia, que cumple una condena por lavado de activos en el país norteamericano, se trata de “fake news” -noticias falsas- en su contra.

.:El regreso de David Murcia Guzmán a Colombia:.

Desde 2010 se materializó su extradición, tras la solicitud de la justicia norteamericana por el delito de lavado de activos derivados del narcotráfico. Murcia aseguró en entrevista para Blu Radio, con la actriz Zilena Rodríguez, quien dirige un grupo en Facebook llamado “Liberen ya a David Murcia Guzmán”, que no se encuentra en ningún avión sino en una prisión en Estados Unidos. De nuevo negó cualquier vínculo con el narcotráfico e, incluso, aseguró ser la primera persona en Colombia procesada por lavado de activos que no provienen del narcotráfico.

En 2011 fue condenado a nueve años de prisión ese país, tiempo que estaría próximo a cumplirse. Aunque Murcia Guzmán no ahondó en lo que sigue en su proceso, sí reveló el cerebro de una de las mayores estafas que ha tocado al ciudadano del común, la pirámide y captadora de dinero DMG, es que estaba llevando a cabo un “proceso confidencial” sobre los “derechos humanos que me han sido violados en distintas ocasiones por el gobierno colombiano”.

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Afirmó, por ejemplo, que se le está violando el derecho a la igualdad, “porque los demás que sí tenían captadoras ilegales, estas llamadas ‘pirámides’, nunca fueron procesados por lavado de activos, simplemente por estafa”. Los cargos con que lo acusaron a él fueron, desde un principio, lavado de activos y captación ilegal de fondos, según dijo, para que tuviera una condena más severa. A este punto se refirió, porque diversos medios de comunicación, aseguró, “han dicho que yo estoy condenado por estafa y por robo, pero la verdad es que yo ni siquiera tengo una denuncia por el proceso de DMG”.

Murcia Guzmán fue condenado inicialmente a 30 años y 8 meses de prisión en 2009, que luego la Corte Suprema de Justicia redujo, en 2016, a 22 años por errores técnicos. En enero de este año, el juzgado de ejecución de penas que vigila el cumplimiento de este fallo acreditó que Murcia Guzmán todavía tiene cuentas pendientes, pues el tiempo que pagó en la justicia de EE. UU. no será tenido en cuenta en Colombia por tratarse de delitos distintos. Durante la entrevista —la primera que concede en años— dijo que su proceso sigue andando, y dejó en claro: “Vamos a seguir peleando hasta el final para demostrar que Colombia se equivocó en el caso de DMG”.

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Cuando le preguntaron en qué ocupaba su tiempo en prisión volvió sobre el punto confidencial de las violaciones de derechos humanos y, además, aclaró: “No estoy dedicado a ningún negocio”. Su saludo de entrada y sus menciones durante los siete minutos de la entrevista a su profunda convicción religiosa los reiteró hacia el final para hacer un énfasis en lo que está invirtiendo su tiempo en la cárcel: “Yo estoy dedicado a predicar la palabra de Jesucristo”.