La situación fue detectada este lunes en la mañana cuando se encontró el envío de un supuesto mensaje al periodista Julio Sánchez Cristo, director de la W, mencionando los alcances de una nota publicada el fin de semana en este diario. Sin embargo, Quevedo nunca escribió dicho mensaje y además, en la hora del envío, se encontraba dictando clases en la Universidad del Rosario.
El hecho fue puesto en conocimiento del Gobierno y ayer en la tarde, dos funcionarios del DAS iniciaron la investigación para constatar quién o quiénes y desde dónde se estaría interviniendo el correo institucional de Quevedo, lo que constituye una violación a su intimidad.
El editor de investigaciones de El Espectador hace parte de la lista de periodistas cuyas comunicaciones telefónicas habrían sido ‘chuzadas’ a través de las plataformas tecnológicas del DAS.