En medio de la situación de conflicto que se vive en el municipio de Roberto Payán (Nariño), por los constantes enfrentamientos entre la Fuerza Pública y un grupo armado no identificado en el suroeste del país, se ha registrado un incremento en los casos de desplazamiento. Así lo confirmó el El Consejo Noruego de Refugiados (NRC). Hasta el momento se han reportardo 384 afrocolombianos desplazados, es decir 39 familias que pertenecen a las veredas Tasdán, Cualimán y Brisas de Muñanbí. Los afectados denunciaron la situación ante la Personería y la oficina municipal de atención a las víctimas.
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La situación empeora con el tiempo y casos como la muerte de un menor de 11 años durante un combate alertan al país. El NRC informó que las condiciones del albergue donde se encuentran las familias desplazadas no cumplen con los estándares internacionales requeridos. En términos de infraestructura se registraron humedades y goteras, y en cuanto a los recursos, se encontraron baterías averiadas y dificultad a acceso de agua, entre otros. De igual forma, el Consejo Noruego resaltó el hacinamiento y la falta de actividades para niños y adolescentes en su tiempo libre.
El control de los actores armados en la zona ha afectado al menos unas 343 familias, a las que se les ha restringido el acceso a bienes, servicios y zonas de cultivos para el sustento diario, desde hace tres meses aproximadamente. El 26 de marzo pasado se acordó que la Unidad de Atención y Reparación Integral para las Víctimas (UARIV) deberá entregar kits de albergue a todas las familias desplazadas. Asimismos, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) se comprometió a realizar acompañamiento psicosocial a los afectados. La visita se realizará el próximo 11 de abril.
El 28 de marzo, la Corporación Infancia y Desarrollo (CID) ingresó al municipio para entregar alimentos y está realizando intervenciones con respecto a los temas de acceso al agua y salubridad. El Equipo Local de Coordinación (ELC) está tomando control de la situación de emergencia después de la salida de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, en diciembre del año pasado.
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