
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Andrea Esperanza Valdez Contreras denunció en febrero de este año que fue víctima de una doble violación sexual perpetrada por quienes debían custodiarla en la cárcel de El Pedregal en Medellín. Señaló que dos dragoneantes del Instituto Penitenciario y Carcelario (Inpec) la violaron e intimidaron para que no dijera una sola palabra.
(En contexto: El relato de la reclusa abusada en la cárcel El Pedregal por guardias del Inpec)
Seis meses después de su denuncia, la Fiscalía capturó a los presuntos responsables y, ahora, un juez de control de garantías envió a la cárcel a uno de ellos, Diego Stiven Castaño Sánchez. Según pruebas de ADN en poder de las autoridades, este funcionario del Estado dejó en estado de embarazo a la víctima, producto de la agresión sexual.
El otro capturado es Christian Camilo Alvarado Torres, a quien el juez no dictó medida de aseguramiento, pero seguirá vinculado a esta investigación penal. Ambos dragoneantes del Inpec fueron imputador por los delitos de acceso carnal violento agravado y prevaricato por omisión. Ninguno aceptó los cargos.
Una interna de la cárcel El Pedregal de Medellín (Antioquia) denunció que dos integrantes del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), en momentos distintos, ingresaron a su celda para someterla sexualmente en medio de amenazas. Producto de las agresiones, la… pic.twitter.com/7SJWniiKj4
— Fiscalía Colombia (@FiscaliaCol) August 24, 2025
Lo que Valdez Contreras le contó a las autoridades, y a Noticias Caracol, es que en la madrugada del 29 de agosto de 2024, un uniformado ingresó a la celda donde ella permanecía privada de la libertad. Dijo que la intimidó, maltrató física y verbalmente, para luego someterla sexualmente en medio de amenazas.
“En su relato indicó que este hecho se repitió en la madruga del 5 de septiembre, cuando otro guarda repitió las agresiones en su contra. Posteriormente, soportó intimidaciones que buscaban callarla y evitar que reportara lo sucedido”, explicó la Fiscalía a través de un comunicado de prensa divulgado este 24 de agosto.
La víctima denunció que esas agresiones sexuales ocurrieron luego de que ella se negara a participar en negocios de expendio de sustancias de uso ilícitas dentro de la cárcel. Por eso, explicó la mujer, fue aislada y luego violada dos veces. El horror no paró ahí.
En noviembre de 2024, cuando ella, los dragoneantes y el director de la cárcel sabían que estaba embarazada, fue remitida de urgencia al Hospital General de Medellín, porque tenía síntomas de que podía perder al bebé. El médico le preguntó que si había intentado interrumpir el embarazo.
“Al médico yo le pregunto que por qué me había dicho que por qué quería interrumpir mi embarazo. Y entonces me dice: ‘Bueno, mamá, en los exámenes los resultados son muy dudosos para uno determinar qué químico es lo que está generando esas reacciones en su cuerpo. Pero en lo que usted vomitó sí se encontraron unos residuos de cytotec’”, contó Andrea Valdez a Noticias Caracol.
La mujer continuó: “Yo le pregunto qué es eso. ‘Eso es algo para interrumpir el embarazo’. Y ya entonces él sale y yo quedo prácticamente en shock. Pienso que querían interrumpir mi embarazo porque es la prueba más evidente de lo que me hicieron en ese lugar”. Antes de su captura el pasado 15 de agosto, ambos dragoneantes seguían trabajando para
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.