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En una rueda de prensa, el presidente de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), el magistrado Alejandro Ramelli, y el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, dieron a conocer el futuro de las labores para hallar personas dadas por desaparecidas en La Escombrera. Se trata del sector de la capital antioqueña, considerada la fosa común urbana más grande del mundo, donde a cuenta gotas se han descubierto cuerpos de víctimas del conflicto armado.
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Según indicó la JEP en un comunicado de prensa, esa entidad dispondrá de personal adicional para realizar las labores, lo que incluye 20 operarios de apoyo, 10 expertos forenses y el acompañamiento técnico de la Fundación Forense de Guatemala (FAFG), organización de reconocimiento internacional por su experiencia en la búsqueda de personas desaparecidas en contextos complejos. El alcalde Gutiérrez se comprometió a ayudar con maquinaria amarilla.
Entre las medidas más importantes anunciadas este miércoles está la orden de la JEP para iniciar la formulación del proyecto de La Escombrera como lugar de memoria. “A esta medida cautelar fue vinculado el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, que deberá presentar —junto con la Alcaldía de Medellín, la Gobernación de Antioquia y la Secretaría Ejecutiva de la JEP— el diseño, el análisis de viabilidad y la implementación del proyecto", explicó la jurisdicción.
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La Escombrera
El sector intervenido es una montaña de escombros acumulados durante más de 20 años. El mismo tiempo en que familiares de víctimas del conflicto han denunciado que los cuerpos de sus seres queridos podrían permanecer enterrados, a pesar de las voces negacionistas que impidieron las labores de excavación durante años. Según estadísticas de la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas (UNBPD), en esa zona de la ciudad se han recopilado 520 casos de víctimas de desaparición forzada.
La JEP, por su parte, ha concluido que, en esta zona de la Comuna 13 de Medellín, hubo complicidad entre paramilitares y Fuerza Pública que, con la excusa de estar exterminando las guerrillas urbanas de la época, asesinaron a personas del barrio, a tenderos, jóvenes estudiantes y hasta niños. Es tanto que, durante operativos como la Operación Orión en 2002, llevaron a cabo acciones conjuntas que resultaron en graves violaciones de derechos humanos, como las desapariciones forzadas.
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En diciembre de 2024, una cuidadosa excavación forense abrió la esperanza de esas víctimas, a través de la firma de un convenio interinstitucional presidido por la administración municipal. Esta obra es la que ha permitido los hallazgos de restos de cuatro personas tras remover 41.000 metros cúbicos de tierra y excavado unos 15 metros de profundidad. Actualmente, se han cumplido cinco fases de excavación, y la sexta permanecía suspendida por falta de recursos.
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