La lucha por la justicia en caso de victimas de violencia sexual de San Onofre (Sucre)

La Alianza Iniciativa de Mujeres Colombianas por la Paz (IMP), desde hace diez años, acompañó el proceso de diez mujeres que decidieron denunciar el abuso sexual y psicológico al que fueron sometidas por parte de uno de los paramilitares del frente golfo de morrosquillo.

Redacción Judicial
27 de noviembre de 2018 - 12:00 p. m.
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Hace apenas algunos meses el Juzgado Único Penal del Circuito Especializado de Sincelejo condenó a Marcos Tulio Pérez Guzmán, alias El oso, por los hechos de violencia sexual perpetrados contra diez mujeres habitantes del corregimiento de la Libertad, en el municipio de San Onofre (Sucre). El proceso se inició hace diez años con la ayuda de la organización Alianza Iniciativa de Mujeres Colombianas por la Paz (IMP) quienes contribuyeron a la defensa y apoyo de las víctimas.

En las calles de la Libertad, las diez víctimas que contaron su historia ante la justicia colombiana eran conocidas como “las mujeres del oso” todos en el municipio sabían lo que Tulio Pérez Guzmán les hacía cuando las llamaba a que se presentaran al Alto de Julio. Sin embargo, nadie se atrevió a denunciar por el peligro que representaba denunciar actos de paramilitares en la zona. Para el 2008 Ángela Cerón directora de la fundación IMP escuchó del caso por boca de una líder social de la zona quien le contó la terrible situación no solo de abuso sexual, sino de estigmatización que sufrían esas mujeres.

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“Las diez mujeres nos cuentan la historia de cómo Marco Tulio Pérez Guzmán las llevaba al Alto de julio y las maltrataba, las obligaba a lavar la ropa de los otros paramilitares. Ellas tenían que hacer no solamente todos los oficios que les pedían, sino que además las castigaba. Las hacía ir al Alto de julio y allá estaban ellas hasta cuatro días y ellas eran abusadas sexualmente", así lo señaló Ángela Ceró.

Marcos Tulio Pérez Guzmán es responsable de una decena de crímenes —entre desplazamientos forzados, homicidios, desapariciones y masacres— mientras ejerció como segundo comandante del frente golfo de morrosquillo, entre 2001 y 2005, año en que se desmovilizó.  Para el 2014, la sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Barranquilla logró su exclusión por ser señalado de la autoría directa de la mayoría de los casos de violencia sexual ocurridos en Libertad.

 (En Colombia hay más de 20 mil víctimas de violencia sexual cometida en el marco del conflicto)

Aunque El Oso fue acusado en varias oportunidades de cometer actos de abuso sexual en contra de varias mujeres en el corregimiento de Libertad, Pérez Guzmán, siempre negó su responsabilidad. El Tribunal Superior de Barranquilla determinó en 2014 que el Oso había mentido en las versiones libres que rindió en Justicia y Paz. Como prueba, tenían el cotejo de más de cuatro declaraciones en las que se evidenció que Pérez Guzmán mintió sistemáticamente, ya que no sólo en un principio aseguró que las mujeres que lo denunciaban eran mitómanas y querían algún tipo de reparación, sino que terminó aceptando que tuvo relaciones sexuales con ellas, pero bajo su consentimiento. Según la Fiscalía, el excomandante de las AUC intentó por todos los medios impedir que las pesquisas de violencia sexual continuaran. 

Sin embargo, para marzo de 2017, finalmente decidió acogerse a sentencia anticipada por los cargos de acceso carnal violento. El pasado 31 de agosto de 2018 el Juzgado Único Penal Especializado del Circuito de Sincelejo lo condenó a 24 años de prisión por los hechos cometidos contra Nergina, Prudencia, Modesta, Noela, Marta, Liliana, Dersiris y Neidis.

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En el informe La Experiencia de Acceso a la Justicia de las Mujeres del Corregimiento de Libertad. La Importancia de Caminar Acompañadas publicado por la IMP se cuenta la historia de esas diez mujeres que no solo tuvieron que resistir al abuso sexual, la estigmatización de la comunidad y sobre el todo, el miedo a seguir siendo víctimas, sino que también cuenta los diez años de espera que tuvieron que vivir en este proceso hasta recibir un fallo favorable que les permitiera reparar de alguna manera resarcir el daño sufrido.

El caso de “las mujeres del Oso” es uno de los primeros casos en el que, si bien se logra reconocer que un grupo armado, en este caso las Autodefensas Unidas de Colombia, incurrieron en delitos de violencia sexual, se logra además identificar plenamente a un responsable específico y así mismo que este reciba la sanción determinada.  Aunque la condena en contra del Oso se realizó con el testimonio de solo diez mujeres, en San Onofre cuentan que entre 50 y 80 mujeres fueron abusadas por este hombre.

(Lea:Corte Suprema dejó en firme exclusión de alias 'El Oso' de Justicia y Paz)

"Nosotros creímos en la buena fe de las víctimas y en su verdad. Es muy importante que la sociedad colombiana sepa que las mujeres han sufrido de manera desproporcionada el conflicto. Son ellas quienes se ven enfrentadas a una situación de violencia, de maltrato y de discriminación dado por su condición de ser mujeres", concluyó la directora de la IMP.

Por Redacción Judicial

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